Elementos prácticos para la reconstrucción del bloque opositor, por Jesús Rafael González
@chuogonzalez
Hay un conjunto de elementos prácticos inspirados en experiencias de distintos procesos de negociación política que pueden contribuir con al resurgimiento y promoción de un alternativa democrática sólida y revitalizada. El diálogo que arrancó esta semana promovido por un grupo líderes opositores, debería tomar en consideración las mejores prácticas para aumentar las probabilidades de éxito.
El desastre en la conducción política opositora de los últimos 4 años debe dejar algunas lecciones y es importante destacar la importancia que en este intento de salidas negociadas se contemplen los intereses de las partes, pero sobre todo insistir en poner en primer lugar los intereses del país, que hoy se encuentra colapsado y desencantado ante una abrumadora realidad.
Hay que tomar en cuenta que la realidad política circundante es compleja, pues si hay posibilidades de este nuevo intento de diálogo dentro de la oposición es porque lógicamente existe un desacuerdo, sin embargo, debe haber un reconocimiento entre los involucrados, de los errores y éxitos para poder avanzar.
El reclamo ciudadano a su conducción política es legítimo después de los errores cometidos; por eso no es una vuelta de página, es un proceso profundo y pedagógico que busque un sincero entendimiento que logre superar la inacción y transforme la energía potencial de cambio en un fuerza cinética que logre mover la esperanza de un pueblo agotado.
En esta etapa inicial de la reconstrucción del bloque, no se trata de convencer sino de buscar puntos en común para destrancar la situación de crisis que se viene acumulando».
Por esto no está demás y vista las filtraciones desordenadas de las reuniones exploratorias, recomendar lo obvio:
1) En todo proceso de negociación complejo se deben establecer reglas claras que contribuyan a:
– Mitigar la desconfianza entre las partes.
– Delimitar las expectativas que tienden a aumentar, especialmente en la población.
– Advertir que la crisis permanecerá durante el proceso e incluso pudiera agudizarse.
– Contribuir y velar por el cumplimiento de lo acordado.
2) Construir una estructura mínima del bloque del cambio implica:
– Establecer un objetivo. Por ejemplo, pactar una serie de condiciones para ir a la elección de concejales, defender la AN y el referéndum de la Constitución, son coyunturas que deben ser abordadas pero el objetivo es: el cambio de gobierno de forma pacífica, democrática y electoral.
– Definir una agenda acotada y realista.
– Distinguir entre elementos sustantivos y procedimentales.
– Definir los representantes de cada parte.
– Establecer protocolos: lugar, periodicidad de los encuentros, instancias de decisión, apoyo técnico.
3) Es imprescindible contar con medidas para construir la confianza entre las partes y la población.
– Establecer gestos concretos y condiciones mínimas, y al mismo tiempo diferenciarlos de los resultados del posible acuerdo.
– Cerciorarse de que esos gestos y condiciones se materialicen rápidamente y eso genere un efecto de avance y beneficio para la población.
– Suavizar el lenguaje, restarle toda radicalidad a lo interno de la oposición.
4) Para redactar los acuerdos mínimos:
– Incorporar compromisos específicos y concretos.
– Identificar responsables y fechas para cumplir con cada uno de los compromisos.
– Designar en cada parte asesores técnicos como responsables del texto concertado.
5) Nombrar facilitadores que tengan las siguientes funciones:
– Garantizar neutralidad entre las partes.
– Observar y monitorear el cumplimiento de las reglas establecidas.
– Apoyar en situación de crisis.
– Evitar pronunciamientos no concertados.
– Promover el apoyo al proceso y hablar de los beneficios que de él se desprenden.
6) Las comunicaciones conformar un elemento esencial y persiguen:
– Acordar estrictas reglas de confidencialidad sobre discusiones internas, para evitar que los disensos trasciendan a la opinión pública y perjudiquen la construcción dela confianza.
– Diseñar una estrategia para emitir comunicados periódicos y conjuntos sobre los avances del proceso.
– Designar una oficina de comunicaciones
– Establecer estrategias de pedagogía sobre el proceso.
7) Una vez avanzados los puntos críticos extender la participación de la sociedad civil como elemento de cooperación porque consiste en:
– Concebir un mecanismo formal de participación con un objetivo claro y que haga posible entregar propuestas a las partes.
– Crear un mecanismo formal para llamar expertos.
– Encontrar y aplicar un procedimiento para que los sectores no representados ejerzan su participación.
Si bien el anuncio de la reunión es positivo, hace falta mucho más para que el proceso llegue a buen término; la complejidad de la crisis y los errores deben hacer reflexionar a la dirigencia y nunca está de más buscar los apoyos técnicos especializados que fortalezcan el incipiente proceso de reconstrucción opositora, pues la apuesta de la gran mayoría debe ser que este nuevo intento tenga éxito.