• TC
  • Noticias
  • +Vistos
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • De interés
    • Fuera de agenda
    • Nota Empresarial
  • Multimedia
    • En video
    • Podcast
  • Nosotros
    • Nosotros
    • Teodoro
  • TC
  • Noticias
  • +Vistos
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • De interés
    • Fuera de agenda
    • Nota Empresarial
  • Multimedia
    • En video
    • Podcast
  • Nosotros
    • Nosotros
    • Teodoro

Elogio del tequeño, por Miro Popić



0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Elogio del tequeño
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
Miro Popic | @miropopiceditor | julio 30, 2021

Twitter: @miropopiceditor


Traten de buscar en el DRAE la palabra tequeño y nada más escribirla el maldito corrector viene con pequeño, una y otra vez. ¿Es que no ha estado nunca en Venezuela? Claro que no, pero ya la data debería incluirla para siempre como el más perfecto pasapalo inventado en esta geografía. Ah, la palabra pasapalo sí existe y se define como venezolanismo: bocado ligero que se sirve como acompañamiento de una bebida. Obviamente, el tequeño es mucho más que eso, es todo un clásico de nuestra gastronomía.

Un clásico, desde los griegos y los romanos, sea libro, pintura, música o cualquier manifestación artística o cultural, es algo irrepetible e imprescindible, algo que una vez creado es inmortal porque perdura en el tiempo y en el espacio. Eso es lo que está pasando con este humilde hors d’oeuvres, para decirlo en francés —porque eso de entremeses a mí me parece lejano— que cada día se internacionaliza más, aunque muchos, por comodidad o vergüenza, lo llamen dedito de queso. Incluso me he encontrado con el apodo de tequesitos, para que los que no son venezolanos entiendan de qué se trata.

El tequeño original fue siempre un trozo de queso envuelto en masa de harina de trigo que se fríe. Se come caliente, con las manos, sin necesidad de cubiertos. Hay derivaciones que incluyen otros rellenos dentro del mismo tipo de masa: chocolate, mermelada de guayaba, chistorras, etc. En el Zulia los hacen con masa de plátano, otros usan masa de hojaldre.

También acostumbran acompañarlos con salsas diversas, dulces o saladas, papelón, mermelada, soya, etc., hasta kétchup o salsa rosada. Pero nada como el tequeño originario, magnífico en su sencillez, grande en su pequeñez.

Pese a sus pocos años —porque su creación es reciente, viene de la primera mitad del siglo pasado— se ha convertido por mérito propio en el pasapalo más genuino de nuestra gastronomía, con atributos que superan lo culinario y lo elevan al nivel de obra de arte. Todo es cuestión de mirarlo con otros ojos, en otra dimensión, sin las premuras del apetito contenido, sin el temor de quemarte al primer mordisco por no poder contener las ganas de entrarle de una vez aunque venga humeante, con la tranquilidad que requiere contemplar un tepuy o visitar un museo.

*Lea también: ¿Y quién paga la cuenta?, por Omar Pineda

Piensen en la configuración del tequeño, en su condición física. Se trata de un pasapalo simétrico, cuya magnitud se expresa en las dimensiones de su cuerpo, con una correspondencia exacta en forma, tamaño, posición, con un eje de queso fundido que se extiende como un equilibrista en su cuerda cuando lo partimos en dos antes de llevarlo a la boca.

El tequeño, bien hecho por supuesto, es elegante, entendiéndolo como algo dotado de gracia y sencillez. Es noble y singular, generoso, con cualidades únicas que lo diferencian de otros referentes en su categoría. Es cómodo, fácil de manejar, conveniente, proporcionado, no requiere de cubiertos ni recipiente para ser consumido, basta con los dedos, como una prolongación suculenta de las manos.

El tequeño es un condumio absolutamente democrático, reconocido y respetado por todos. Su consumo trasciende clases sociales, razas, credos religiosos, preferencias políticas y mal de envidia. Nadie ha podido inhabilitarlo ni suprimir sus derechos. Será siempre el tequeño, nunca la tequeña.

El tequeño resulta imprescindible en cualquier reunión, es imbatible en popularidad, es leal y consecuente, fiel como el mejor amigo. Es hasta adictivo, diría yo, porque nadie se resiste a él. Nadie, nadie le dice que no a un tequeño, además, es imposible comerse uno solo. Por eso es un clásico y lo clásico nunca pasa de moda.

El tequeño perdurará por siempre en nuestra cultura alimentaria.

Nota: El gentilicio de los nativos de Los Teques es tequense.

 

Miro Popić es cocinólogo. Escritor de vinos y gastronomía.

Post Views: 3.266
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Miro PopicMisión Gula


  • Noticias relacionadas

    • El recuerdo de Amadeo Mazzucato y su época, por Miro Popić
      agosto 12, 2022
    • El camino a las estrellas de Ricardo Chanetón, por Miro Popić
      agosto 5, 2022
    • Los horrores de un diccionario gastronómico, por Miro Popić
      julio 29, 2022
    • Una pequeña victoria ucraniana llamada borsch, por Miro Popić
      julio 15, 2022
    • La cocina larense tiene quien la escriba, por Miro Popić
      julio 5, 2022

  • Noticias recientes

    • La inaudita persecución contra El Carabobeño, por Gregorio Salazar
    • Tráiler, por Paulina Gamus
    • El escenario champán, por Simón García
    • Violencia política: el principal grito de auxilio de las democracias, por Ana C. Santano
    • Acusan de intento de asesinato a presunto agresor de Salman Rushdie

También te puede interesar

La delicada de guayaba de Chento, por Miro Popic
mayo 6, 2022
¿Conocen a Chento Cuervo?, por Miro Popic
abril 29, 2022
El pecado del pescado, por Miro Popic
abril 8, 2022
Hambre endógena, por Miro Popić
abril 1, 2022
  • Portal venezolano fundado por Teodoro Petkoff, comprometido con la verdad, ejerciendo la libertad de expresión. 21 años ofreciendo actualidad informativa, reportajes, investigaciones, análisis y opinión.

  • Contacto: [email protected]

    Síguenos
  • Noticias

    • Acusan de intento de asesinato a presunto agresor de Salman...
      agosto 13, 2022
    • Precio del barril de petróleo venezolano también...
      agosto 13, 2022
    • Reportan bajón eléctrico en al menos nueve estados...
      agosto 13, 2022

  • A Fondo

    • Isabel Castillo: Recuperaremos en la frontera la relación...
      agosto 13, 2022
    • Restablecer las relaciones con Colombia no es tan sencillo...
      agosto 12, 2022
    • ¿Cómo convertir en algo sostenible el proyecto turístico...
      agosto 11, 2022

  • Opinión

    • La inaudita persecución contra El Carabobeño, por Gregorio...
      agosto 14, 2022
    • Tráiler, por Paulina Gamus
      agosto 14, 2022
    • El escenario champán, por Simón García
      agosto 14, 2022


Diseñado y Desarrollado por Binaural
  • TC
  • Noticias
  • +Vistos
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • De interés
    • Fuera de agenda
    • Nota Empresarial
  • Multimedia
    • En video
    • Podcast
  • Nosotros
    • Nosotros
    • Teodoro
Presione enter para comenzar su búsqueda