Empresas acuden a otros recursos para englobar sueldos y mantener a sus trabajadores
Una de las claves para sobrellevar la situación económica es considerar esta etapa de hiperinflación como algo finito y proyectarse más allá con unas condiciones país que sean más favorables
El contexto hiperinflacionario que se registra en Venezuela desde finales de 2017 produjo una debacle económica totalmente palpable. Sueldos que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas, empresas que se ven obligadas a cerrar y aumento del desempleo, son cosas que se viven día a día y que en vez de causar alarma son tomadas por la población con un cierto sopor y resignación.
Sin embargo, hay empresarios que insisten en ver la crisis como una oportunidad y ese la filosofía que aplica el director general de PGA Group, Iván Acosta, quien apuesta a manejar la situación actual para ver más allá y ayudar a las compañías a tener unas perspectivas positivas para abordar la crisis en el país.
«Por eso tratamos de recomendar cómo proteger al talento más calificado, ayudarle en sus necesidades, enfrentar eventualidades, al igual que cómo entender la coyuntura y el impacto que tiene ésta en los trabajadores desde los temas de transporte, alimentación, salud y hasta desde el punto de vista emocional».
Salario débil vs. economía dolarizada
Tal vez tener un enfoque optimista de la situación no es suficiente. Muchos dueños de negocios tienen en su mente algo que a los empleados les tortura: el sueldo.
Los pequeños y medianos comerciantes se han visto obligados a cerrar por esta situación, así como por la dolarización de la economía. Es decir, un trabajador al salir a la calle compara lo que gana y el esfuerzo que hace día a día con lo que hay en los anaqueles. Y más con los aumentos decretados por el gobernante Nicolás Maduro, que repercute directamente en el alza de los precios más su conversión en moneda extranjera.
Entonces ¿Cuáles podrían ser las perspectivas en cuanto a salario teniendo en cuenta este escenario hiperinflacionario? Acosta indica que en 2018 la inflación cerró en 1.600.000%, pero en cuanto a bolívares, las empresas pudieron recuperar entre un 60% y 70% de su dinero, aunque reconoce que en el actual contexto país es un poco más complicado tener perspectivas en esa materia.
«Las perspectivas ahorita son mas complicadas porque la economía se está dolarizando. La inflación no tiene el tamaño que tenía el año pasado por los costos en dólares. Tienes menos inflación, pero las cosas están más costosas porque todo está dolarizado y el ingreso no lo está completamente, sino que se maneja en un concepto mixto».
Mejores atractivos
Acosta sabe que en la actualidad las empresas «no pueden solucionar la vida completa a la gente porque están débiles y frágiles», ya que la incertidumbre de continuar o no, los embarga. Aunque también insiste en que se necesita del capital humano para mantenerse y esperar las mejoras en el ámbito económico.
Pero recomienda que es necesario entender que la coyuntura del país es distinta a la que pudo haberse visto antes de que se entrara en hiperinflación, por lo que el ambiente es distinto y las empresas han tenido que reinventarse para mantenerse. Incluso, implementar «ciertos conceptos» que ayudan al empleado a minimizar la falta de poder adquisitivo.
Estos incentivos van desde un alza del salario, ayudas económicas, bonificaciones, bienes en físicos o servicios para compensar esa carencia. «Eso es lo que se está planteando. Esto ha ido mutando y cambiando porque las realidades han sido cada vez más complicadas».
Y en esa coyuntura es en la que el sector económico del país vive y se desarrolla, por lo que la protección del capital humano para los empleadores es vital para la supervivencia del negocio. Luchar con el fantasma de la migración se le vuelve cuesta arriba al empresario porque crea un caos en su estabilidad y ante eso, hay que intentar administrarlo lo mejor posible.
Iván Acosta se mantiene firme al pensar que las empresas que aún están operando en Venezuela, conservan el optimismo y que tienen el ímpetu de seguir trabajando, ofreciéndole unas buenas condiciones -dentro de lo que se puede permitir- a aquellos que laboran para determinado negocio.
¿Y para dónde vamos?
Ante la pregunta de si es posible que las trasnacionales que se fueron y otras que cerraron regresen ante un panorama más favorable, no duda en responder que en efecto será así. Incluso manifiesta que las mismas se «multiplicarán» por las condiciones que ofrecerá Venezuela y que en la actualidad posee.
«Retrocedimos 50 años en términos económicos y el mundo avanzó 50 años. Venezuela tiene casi 40 años qué recuperar lo que el mundo cambió. Todo lo que es el planteamiento empresarial venezolano tiene todo para hacer desde lo privado a lo público», asevera, y agrega que en los sectores del país estarán abiertos a inversiones y eso a la larga generará empleos y una mejor calidad de vida.