En Anare los vecinos apuestan a la solidaridad para tener una ambulancia
El ambulatorio de esta pequeña población del la parroquia Naiguata, en el renombrado estado La Guaira, no cuenta con los insumos mínimos para brindar si quiera los primeros auxilios a la población
Habitantes de Anare, un pequeño poblado ubicado a una hora de Caracas, han comenzado una colecta para recuperar la ambulancia del pueblo, única manera de trasladar a los enfermos graves al centro de salud más cercano (a unos 20 minutos) de esta localidad litoralense de unos 4.000 habitantes.
Antonio Medina, vecino del sector, explicó que luego de recibir la visita de Nicolás Maduro Guerra, hijo de mandatario Nicolás Maduro, éste ofreció repara la unidad. «Él llegó aquí y nosotros le dijimos nuestros problemas, entonces él mandó a buscar la ambulancia y dijo que la iban a reparar. Bueno, pasó más de un mes y nunca la arreglaron», dijo Medina.
El jueves 14 de noviembre, junto a otro vecino, Medina pudo comprobar que la ambulancia averiada permanecía en un estacionamiento en la sede del Ministerio de Salud en La Guaira.
Es por ello que varios habitantes decidieron asumir la reparación de la tan necesaria unidad. «Nosotros nos juntamos porque al final esto lo necesita es la comunidad, al final los perjudicados por no tener ambulancia somos nosotros», subrayó otro habitante de la comunidad de Anare.
Detalló que por el momento se encuentran haciendo el avalúo de los problemas mecánicos que tiene la ambulancia. «Luego de eso sacaremos el presupuesto para ver cuánto necesitamos, nosotros calculamos que serán como unos 100 dólares».
Esta acción de la ciudadanía se vio impulsada a raíz de la muerte de uno de los vecinos, quien falleció en el ambulatorio del pueblo porque ahí no contaban con los insumos necesarios para atenderlo y tampoco había cómo trasladarlo a otro centro asistencial.
Para Medina la situación del pueblo es bastante grave, «nosotros estamos aquí abandonados por todo el mundo, se nos va la luz, el transporte es terrible, de Anare nadie se acuerda».
El hombre, que por años fue trabajador del hospital psiquiátrico que funcionaba en el lugar, detalló que la ambulancia fue entregada por la gobernación de Vargas hace un par de años, pero han sido contadas las veces que los habitantes de este poblado se han beneficiado de sus servicios. «Allá donde la metieron lo que hicieron fue desvalijarla, tenemos que comprarle cauchos y más», explicó Medina, haciendo referencia a los daños sufridos durante todo el tiempo que lleva parada.
Un pueblo a la deriva
Anare, que pertenece a la parroquia Naiguatá del ahora estado La Guaira, está conformado por cuatro o cinco calles, una escuela y un ambulatorio que no cuenta con los insumos mínimos para brindar si quiera los primeros auxilios a la población.
En un recorrido hecho por TalCual, se constató que el ambulatorio, un espacio conformado por unas cuatro o cinco habitaciones, no tiene luz eléctrica, la falta de bombillos y problemas en el servicio hacen que el único médico y la enfermera del pueblo tengan que trabajar, lo poco que pueden, a oscuras o en el mejor de los casos haciendo uso de la luz del sol.
Antonio Medina mostró lo que sería el área de nebulización, a donde acuden los habitantes de Anare que tienen problemas respiratorios. El equipo está totalmente oxidado, sin embargo, así es usado para brindar una atención al paciente.
En el lugar no existen jeringas, gasas ni ningún tipo de insumos médicos que puedan servir para, por lo menos, estabilizar al paciente para que sea trasladado al hospital más cercano.
El agua no falla, pero no se trata de agua suministrada por la hidrológica estatal sino que viene por tuberías desde los pies de la montaña, a donde acuden todos los habitantes para suplir sus necesidades básicas: bañarse, lavar la ropa, fregar, recoger agua para llevar a las casas y hasta para divertirse un rato es usado este espacio del río, donde se concentra la mayor cantidad de agua.
*Lea también: Becas insignificantes, sin transporte ni comedor: la realidad del universitario