En dos meses, Guaidó unificó liderazgo y precisó a la FAN para abrir la transición
Con coraje y cautela, el presidente del Parlamento, que se juramentó como presidente encargado el 23 de enero, asumió las riendas de la lucha contra la revolución en un momento cumbre de la desesperanza de la mayoría del país
Pese al escepticismo de muchos, y en medio de los radicalismos de otros sectores del país, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), diputado Juan Guaidó, se juramentó como presidente encargado el 23 de enero e inició la ruta para sacar al gobernante Nicolás Maduro del poder. Dos meses después, Guaidó, dirigente de Voluntad Popular, exhibe un balance político con más aciertos que fracasos y encarna el liderazgo opositor en medio del respaldo creciente de la comunidad internacional.
Su gran reto sigue siendo lograr que los mandos de la Fuerza Armada Nacional (FAN) desconozcan a Maduro y abran el camino para que cese la usurpación, se sienten las bases para que se celebren elecciones presidenciales libres y se concrete la meta de la transición. Esta tarea ya la ha iniciado Guaidó al precisar a la organización castrense y ofrecer garantías, a través del Parlamento, a quienes asuman la posición constitucional que se requiere para concretar la fractura de la coalición dominante. Desde la misma AN se ha asumido que el gobierno de Maduro se mantiene solo por el respaldo militar.
“Guaidó unificó el liderazgo opositor con una consigna, los tres puntos de la hoja de ruta, renovada que va más allá del único logro comunicacional anterior de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que fue la unidad en sí misma. Retomó la iniciativa política con amplio respaldo popular y poniendo a Maduro a la defensiva, lo cual no ocurría desde 2015. Además logró fortalecer el apoyo internacional a la democratización de Venezuela con acciones ya no sólo diplomáticas como la intervención de los activos de las empresas estatales, la designación de funcionarios representantes de su gobierno y la ampliación de la oferta de ayuda internacional”, enfatiza el politólogo Ángel Álvarez.
Para el politólogo Oscar Vallés el acierto más importante de Guaidó en 60 días fue sobrepasar las expectativas sobre su asunción como Presidente encargado del país de acuerdo con el artículo 233 de la Carta Magna. Afirmó que era cuesta arriba prever que el diputado ganaría en tan poco tiempo el liderazgo interno y el reconocimiento de amplios sectores del país, además del reconocimiento internacional.
“A pesar de las presiones que recibe internamente y algunas externas, Guaidó lleva su propio ritmo. Ha ido poco a poco socavando las bases de sustentación del régimen político, desde el punto de vista internacional, con lo que ha realizado a través de las cuentas de la república que en este momento sigue capitalizando para preservar lo que él llama el dinero de los venezolanos. Se trata de una política muy asertiva que continúa y persiste a sotto voce sin mucho aspaviento y sin mucho escándalo”, puntualiza Oscar Vallés.
En su balance sobre los pasos dados por el presidente de la AN, Vallés indica que Guaidó ha llevado el pulso del proceso político que lidera de una manera bien moderada
Oscar Vallés cree que otro punto ganado por Juan Guaidó en dos meses es el amplio margen de conversaciones que mantienen con todos los sectores del país. Pero considera que el dirigente debe profundizar esta estrategia y ampliar la concertación con sectores muy vapuleados por el gobierno de Maduro, entre ellos el sector universitario.
Renovó la esperanza
Juan Guaidó asumió las riendas de la lucha contra la revolución en un momento cumbre de la desesperanza de la mayoría del país que adversa a Nicolás Maduro, acota el politólogo Fernando Spiritto.
“Guaidó emergió en estos dos meses como un líder nuevo, joven, prácticamente desconocido que supo interpretar el sentir nacional. Yo diría que fue una especie de amor a primera vista y fue Guaidó quien de repente articuló a la oposición y logró un liderazgo fuerte. Además mantiene un discurso sin vanidad. El hecho de que sea una persona prácticamente desconocida le da mucha ventaja, es un hombre que se comunica de manera muy sencilla”, afirma.
El analista sostiene que los esfuerzos de Guaidó han sido significativos, pero la ruptura de la coalición dominante no es un proceso sencillo y sobre eso debe haber claridad.
“No creo que Guaidó ha inflado las expectativas del país, yo creo que él ha sido muy realista en el sentido de que el cambio es un cambio que viene con un camino de espinas, le dice al país que la situación es dura, no está creando falsas expectativas, esto no es como se pensaba que el gobierno se caía a la vuelta de la esquina. Si una cosa ha sabido Guaidó es manejar las expectativas de la gente y la gente está mucho más realista que en oportunidades anteriores”, asegura el politólogo.
El director de Datincorp, Jesús Seguías, acota que uno de los aciertos del presidente de la AN, que se juramentó como presidente encargado hace dos meses, fue que se desmarcó de algunas tendencias extremistas de la oposición, a la vez que ha tomado posiciones con mucha cautela
“Guaidó estaba en el lugar y en el momento correcto y eso hizo que asumiera un reto enorme ante un país que necesitaba con urgencia un liderazgo, un país que venía con un dolor inmenso, sin orientación de ningún tipo, con una gran desesperanza. Asumió el reto de juramentarse como presidente encargado con todos los riesgos que esto implicaba y logró de inmediato el apoyo de Estados Unidos y de una parte importante de la comunidad internacional. En esta ecuación suma su carisma, humildad y haber asumido su nueva posición con coraje. Esto hizo que una porción importante de los venezolanos lo viese con simpatía”, subraya Jesús Seguías.
Jaque mate a la FAN
Los analistas destacan que Guaidó ha precisado a la FAN al dejar claro que la organización militar está llamada a participar en el cese de la usurpación mediante el desconocimiento de Maduro, cuyo segundo mandato presidencial tiene visos de ilegitimidad.
“Puede verse como un desacierto que, luego de dos meses, no se ha logrado el cese de la usurpación. Pero no es tan fácil, no es como ganarse la lotería, ni depende totalmente de Guaidó, las circunstancias indican que hay un gobierno que está atrincherando en la Fuerza Armada”, ataja Fernando Spiritto.
Sobre el peso castrense en la ruta para el cambio político en el país, Oscar Vallés destaca : “La FAN es quien soporta al régimen político, no lo soporta Cuba, ni Rusia ni China. Eso debe hablarse claro al país para que las expectativas se mantengan donde deben estar. El futuro de Venezuela no depende solo de la voluntad cambio de Guaidó”.
Los politólogos recuerdan que el proceso que desde hace dos meses lidera Juan Guaidó es lento y con varias fases.
“La ruta es más larga de los que muchos han creído. Con la aparente inminencia de una intervención, inadecuadamente advertida por Trump y sus partidarios (desde Pence hasta Rubio), algunos percibieron la llegada del fast track. Ahora, como en 2015, es evidente que pese a las inmensas calamidades que vive Venezuela, la salida es lenta y precedida de muchas negociaciones internacionales y de garantías para Maduro y sus aliados. Eso puede llevar mucho tiempo y tal vez termine en una elección general. Pero aún hay mucha tela que cortar. Lo único cierto es que la transición no será a muy corto plazo”, asevera Ángel Álvarez.
El revés de la ayuda humanitaria
Aunque en su récord sobresalen los aciertos, uno de los hitos que generó cuestionamientos sobre Juan Guaidó fue el fracaso del ingreso de la ayuda humanitaria al país el sábado 23 de febrero. Sobre esta jornada, que contó con el respaldo de la comunidad internacional, hay muchas lecturas.
“La única vez que hubo un signo de precipitación en las acciones fue el 23 de febrero, pero fue muy sobria la posición de Guaidó en reconocer que hubo fallas. Es importante que admita, cuando hay que hacerlo, que se cometieron errores, hubo un error de cálculo. Fue un error creer que la Fuerza Armada iba a permitir el ingreso de la ayuda humanitaria, no se ponderó el hecho de que la organización se iba mantener leal al Maduro, que iba a rechazar una ayuda humanitaria que necesitaba el país”, indica Oscar Vallés.
En este aspecto, Fernando Spiritto afirma que la lucha por la transición no depende de un solo hombre, en este caso Juan Guaidó, sino de la suma de varias voluntades.
Cree que en el camino del líder sería conveniente dar más protagonismo a la AN como el único poder legítimo del país y, al mismo tiempo conocer la posición de los grandes partidos frente a Guaidó, especialmente de los que tradicionalmente concentraban el liderazgo.
El politólogo Ángel Álvarez asegura que Guaidó no generó falsas expectativas sobre la ayuda humanitaria. Atribuye el revés a un tercer factor
“Guaidó fue dejado esperando por los Estados Unidos. Fue Trump quien creó las falsas expectativas haciendo amenazas que no pudo cumplir. Si algún error cometió Guaidó, tal vez por inexperiencia política y desconocimiento de la política norteamericana, fue confiar en Trump que, para cualquiera con un poco más de experiencia, era evidente que no iba a cumplir. No obstante, Guaidó convirtió su primera derrota en una victoria política al entrar sin poder ser detenido, lo que indica que algún temor tiene aún Maduro a la amenaza de los Estados Unidos”, puntualiza Ángel Álvarez.
En la ruta del presidente del Parlamento hay algunas dudas sobre la forma como el dirigente administra su destino y su éxito político momentáneo, asegura el director de Datincorp, Jesús Seguías.
En ese contexto, puntualiza: “La primera duda fueron las fallas en la ayuda humanitaria y no sé hasta qué punto, en lo personal, Guaidó tenga alguna responsabilidad. Pero está a la cabeza de todo lo que se hizo. Y la segunda duda surge de su reciente propuesta, hecha durante su visita a Valencia, de ir próximamente a ocupar su silla en Miraflores, sin decir cómo lo va a lograr”.