En mayo se registraron 850 protestas en Venezuela
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) destacó que la mayoría de las protestas se focalizó en la demanda de derechos laborales y sociales. El conflicto por el deterioro de la calidad de vida parece centrar la indignación colectiva
Durante el pasado mes de mayo se realizaron 850 protestas callejeras en Venezuela, las cuales estuvieron focalizadas en la demanda de derechos laborales, la denuncia del grave deterioro de los servicios públicos y la agudización de la crisis económica y social.
El reporte mensual del Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social (OVCS) destaca que las zonas del país donde se concentraron las expresiones de la molestia social fueron: Caracas, con 137 movilizaciones; Miranda, con 89; Mérida donde se registraron 83 manifestaciones; Lara, con 66, y Bolívar con 64 protestas; sin embargo, el informe revela que la conflictividad es un hecho extendido en el país.
En mayo, el número de protestas registradas disminuyó 19% frente al mismo mes del año pasado; sin embargo, esta reducción no indica que la conflictividad esté cediendo, sino que entre los meses de abril y julio del año pasado se produjo una ola de protestas políticas que derivó en 6.729 acciones de calle documentadas por el OVCS.
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En mayo de 2017 se registraron nada menos que 1.048 protestas. «Esa ola de manifestaciones ciudadanas exigiendo
derechos políticos y sociales, fue un récord en la historia de Venezuela», puntualiza el informe de la ONG.
¿Por qué protesta la gente?
Las protestas realizadas en mayo se caracterizaron por:
- El sector laboral reclamó infraestructura, insumos y reivindicaciones salariales adecuadas.
- Crisis universitaria: profesores mal pagados, insuficiencias en providencias estudiantiles y deserción.
- Protestas por alimentos y medicinas.
- Agudización del colapso en los servicios básicos y transporte público.
- Aumento de movilizaciones por parte de actores políticos en rechazo a resultados de la jornada de votación del 20 de mayo.
- Cierres de calle y concentraciones como las principales modalidades de protesta.
Lo que deja en claro el informe mensual del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social es que cada vez más la protesta social se centra en una lucha por la calidad de vida, sin dejar de lado el conflicto político.
Algunos analistas políticos han anotado que, si bien la mayoría del país atribuye la responsabilidad de la crisis al gobierno y concretamente a la gestión de Nicolás Maduro, e incluso una parte sustancial de la población asume que el mandatario debe salir del poder para comenzar a resolver la crisis, las movilizaciones de carácter eminentemente político han perdido impacto.
La crisis social y económica, con sus manifestaciones más directas en las vidas de las personas, es el factor movilizador por excelencia; sin embargo, la demanda de mayor participación política provocó 182 movilizaciones en mayo.
Durante el mes pasado se registró un promedio de 28 protestas por día, un número elevado para un país que presume de su «paz social».
En mayo, el OVCS documentó 233 protestas por el respeto a los derechos laborales. «La principal exigencia estuvo ligada a mejoras de condiciones de los trabajadores para ejercer sus funciones, entre ellas, infraestructura e insumos. En algunos casos, hay empresas que no tienen materia prima para mantener la producción», señala el reporte.
«En segundo lugar, destacó la demanda de reivindicaciones salariales adecuadas para cubrir las necesidades básicas. Pese al incremento del salario mínimo y bono alimentación a 2.550.500 bolívares, así como otras mejoras que han ido asumiendo la empresa privada (transporte, alimentación, bonificaciones), la realidad es que la capacidad adquisitiva del salario está destruida con los altos índices de inflación existentes en Venezuela», enfatiza la ONG.
Igualmente, la demanda por el respeto al derecho a la salud, básicamente centrada en protestar por la escasez de medicamentos, fue otro factor detonante de la indignación pública, con 94 movilizaciones. El tema del deterioro creciente de los servicios públicos motivó 141 protestas en mayo.
La prolongada crisis eléctrica y el deterioro cada vez más extendido del servicio de agua en el país pueden convertirse en el detonante de más protestas durante los próximos meses, pues no existen razones que permitan suponer que la conflictividad social vaya a disminuir su intensidad.