¿En peligro la gestión del conocimiento docente y el pensamiento crítico?, por Pablo Ojeda
Twitter: @pvojedap
Los docentes siempre han hecho gestión del conocimiento y han garantizado, en la medida de sus posibilidades, el acto pedagógico. A mi juicio existe un interés premeditado para acabar con el ejercicio docente y con el pensamiento crítico.
Es importante hacer dos precisiones conceptuales antes de entrar en la materia de este artículo. La primera idea se relaciona con la definición de gestión del conocimiento, la cual tiene que ver, sin entrar en análisis filosófico profundo, con cuatro asuntos fundamentales: la creación del conocimiento, su almacenamiento, distribución y uso en una determinada organización, por ejemplo, una institución educativa. Esto último es especialmente importante para las universidades responsables, ya que la investigación, el posgrado, la docencia y la extensión les da una identidad muy particular a estas casas de estudios superiores.
La segunda idea está relacionada con el Pensamiento Crítico, y sobre este tema voy a usar una publicación reciente de Alexandra Carranza en el sitio de web de Crehana. Esta autora se pregunta ¿qué es el pensamiento crítico? Y se responde, “es un proceso donde el individuo usa la razón para dirigir su pensamiento de forma de que cuestiona afirmaciones o las emociones con la finalidad de llegar a una postura razonable”. Debo comentar que estoy completamente de acuerdo con la amiga Carranza y, es más, veo a la educación de mi país construyendo el pensamiento crítico, en muchas áreas de conocimiento, durante los años de la democracia.
Después de esta digresión, regreso al asunto de la gestión del conocimiento docente, y como mencioné, nuestros maestros y profesores siempre han hecho este tipo de diligencias en las instituciones educativas. Debo acotar que en los últimos meses, y a pesar de la emergencia educativa compleja en educación y la covid-19, nuestros especialistas en enseñanza y aprendizaje, han adoptado algunas tecnologías para promover el acto pedagógico responsable y así estimular el pensamiento crítico en nuestros niños y adolescentes.
Conviene subrayar, que no ha sido un asunto fácil, debido a la falta de equipos informáticos y poca conectividad en las instituciones y en los hogares, donde por cierto los padres han pasado a jugar un rol de mucha importancia en el aseguramiento de las experiencias formativas de sus hijos y otros familiares.
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Si volvemos atrás, mencioné que existe un interés premeditado en acabar con la gestión del conocimiento docente y el pensamiento crítico. Conste, pues, que fundamento mi afirmación en los recientes anuncios del gobierno del retorno a las clases presenciales, sin expresar de manera explícita y clara el modelo pedagógico que se utilizará, lo cual considero es una gran irresponsabilidad por parte de las autoridades competentes. Deseo recalcar, que en Latinoamérica, y buena parte del mundo, se habla de una Educación Híbrida, donde los docentes están haciendo gala de sus competencias para garantizar la prosecución escolar y calidad de la instrucción con el uso de las tecnologías.
Lo anterior basta para comprender, que no existe una intención o criterio claro sobre cómo desarrollar una pedagogía digital autóctona, a pesar de todos los especialistas que existen en el campo didáctico y la instituciones educativas, que por años, han realizado investigación y docencia formar profesores, bien preparados, en distintas disciplinas. ¿Será que no interesan sus opiniones calificadas?
Y recurro a Michel Foucault, un filósofo contemporáneo, quien llamó la atención sobre la manera como nos vinculamos con la verdad, y este normalista y activista político, llegó a la conclusión de que lo hacemos tres maneras: como sujetos de conocimiento, sujetos de acción y poder y, finalmente, sujetos morales. Los docentes son los responsables de esa ontología histórica y esa es la razón por la cual el régimen debe acabar con esta manera de ver el mundo. En pocas palabras, que solo quieren el pensamiento único, el que ellos decidan.
Creo que he logrado manifestar en esta breve argumentación la importancia de garantizar la gestión del conocimiento docente, el desarrollo del pensamiento crítico y así evitar el control político en medio del analfabetismo y la mediocridad.
Pablo V. Ojeda P. fue director decano (2006-2012) del Instituto Pedagógico de Caracas-UPEL.
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