En plena crisis educativa por apagones, Maduro alardea sobre cifras de escolaridad
Los números del oficialismo difieren con la situación denunciada por gremios de educadores y diputados de la Asamblea Nacional
Despuúes de completar un marzo en el que hubo actividades escolares tan solo ocho días, Nicolás Maduro celebra las cifras educativas que maneja el oficialismo, con una escolaridad superior al 90%, un 80% de educación pública y el «objetivo» de llegar al 100% de escolaridad.
«Creamos un poderoso sistema educativo que Venezuela nunca tuvo, que ha logrado escoralizar a más de 11 millones de venezolanos. Hemos venido elevando año por año el nivel de escolaridad en la educación primaria, secundaria y universitaria. Se encuentra por encima del 90%», aclamaba el mandatario venezolano durante un acto en el que entregó títulos a más de 3.000 graduandos de la «Micromisión Simón Rodríguez».
En este sentido, aseguró que «no ha faltado presupuesto en la educación pública» y comparó su gestión en esta materia con la de Colombia, donde «la educación es privada, abandonada y sin presupuesto».
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Maduro ignoró la protesta nacional que, a inicios de año, desarrolló el gremio de maestros para exigir condiciones adecuadas para ejercer la profesión. Más de 12 días se extendió la manifestación de profesores, que fueron apoyados por representantes de los estudiantes.
Por otra parte, tampoco acertó con respecto a la inversión, que cayó en 2018 un 92% para educación universitaria y 83% la integral con respecto al dinero asignado en 2017.
«80% de la educación es pública, subsidiada por el Estado venezolano en medio de una guerra económica. No ha faltado presupuesto permanente en la educación pública», aseguraba el líder chavista.
También aseveró que, a pesar de la «guerra económica», bajo la gestión chavista «no se ha cerrado ni se cerrará jamás un aula de clases». Sin embargo, tan solo al tomar en cuenta el año escolar anterior, 400 colegios cerraron sus puertas, según apuntaba el diputado Rafael Veloz.
Pese a elogiar el sistema educativo a lo largo del acto, se contradijo al pedir una «gran transformación» para los próximos 10 años. «Necesitamos planificar el proceso educativo de aquí al 2030», enfatizó.