En sus 450 años…, por Gorquin Camacaro
Desde que leí la obra maestra del Gabo, Cien años de soledad, no sé por qué mi subconsciente, trata de comparar Carora con el Macondo descrito en ese libro
Quizá, porque en esta extraña ciudad, el realismo mágico se hace presente en el actuar de los ciudadanos, en su geografía, en su clima. En ella, existieron personajes como Chío Zubillaga un genio social que hasta el momento nadie sabe como se hizo sabio. Ni siquiera el investigador literario y escritor Juan Páez Ávila que escribió sobre el genio de marras dos tomos, ha logrado explicar este misterio.
Otro personaje macondiano es el ser de otro mundo o de macondo …o de Carora, el adelantado Juan Martínez Herrera, quien llegó a esta xerófila tierra un día cualquiera detrás de un amor y la magia lo envolvió a tal punto que generó las bases para construir una orquesta sinfónica de niños. –Primordio del sistema nacional de orquestas– Actualmente dirigida por el maestro Felipe Izcaray con dos mil niños y jóvenes, Cuatro orquestas, y tres coros.
Tampoco nadie sabe como Rodrigo Riera y Alirio Díaz aprendieron a tocar la guitarra con una exactitud musical sin conocimientos previos de este arte . se dice que el maestro Rodrigo tomó una guitarra cuando apenas era un niño y comenzó a tocar una gran cantidad de piezas que había oído en su barrio nuevo, y en el cine. Alirio Diaz reproducía el trinar de los pájaros que oía en su pueblo (La candelaria) en su registro de guitarra, con una fidelidad milimétrica.
También es necesario hacer referencia a dos escritores de maduras novelas como lo son Juan Páez Ávila y Guillermo Morón; “liróforos” que han logrado explicar en prosa novelada el comportamiento de los macondianos-caroreños. La obra de Morón, El gallo de las espuelas de oro estuvo a punto de ser quemada en la Plaza Bolívar por su contenido realista, hecho que no ocurrió por la oportuna intervención del otro mago de la palabra Juan Páez Ávila el cual explicó a la godarria enardecida que se trataba de una simple novela de ficción.
Igualmente, circuló un periódico o mejor dos: El diario de Carora y El Impulso Donde los habitantes escribían artículos, con una profunda visión literaria y social. Estos rotativos lograron producir periodistas de la talla de Héctor Mujica, Antonio Crespo Meléndez, Federico Alvarezez, Numa Rojas, Juan Perera, Jorge Euclides Ramírez , José Ángel Ocanto, Jesús Antonio Herrera, Víctor Julio Ávila, Pedro Claver Herrera. Franklin Piña… Comunicadores que lograron hacer del relato periodístico una obra comparable a los innovadores del periodismo moderno (Tom Wolfe, Truman Capote).
Pero donde más se asemeja la coincidencia de Macondo con Carora es que en este extraño pueblo se aprende académicamente a escribir poesía. Existe una escuela de creadores literarios dirigida por el poeta Jesús Enrique León donde una pléyade de niños han logrado escribir versos con un alto valor literario
A la par un Ateneo en honor al historiador Guillermo Morón gerenciado por el escritor Juandemaro Querales, enclavado en un Barrio denominado Pueblo Aparte, produce ensayistas, narradores: Leonardo Pereira, Jesús David, Rolando Aponte, William Villanueva entre otros y han logrado representar a Venezuela en uno de los congresos literarios internacionales más importante y antiguo de Latinoamérica que se celebra en Chiquinquirá departamento de Boyacá. Colombia.
La pintura coloreó la ciudad. Gustavo Rivero Tejada , de tierras Bolivianas llegó un buen día a enseñar el arte de Picasso y logró que personas de todos los niveles lograran pintar con maestría. Pintores como Rafael Fey Vargas, , Emma Rosa Oropeza, Marcial Hernández, Hilario Juárez. Chanita Colombo y más fue el saldo cromático macondiano.
La familia Izcaray con un papá músico y sordo, son cantantes compositores, directores de orquesta y poetas . producto de otro embrujo macondiano???
De esas tierras infértiles en una zona agreste de pronto brotó un manantial de zumo del más exquisito vino, ganador de premios en tierras adictas a las más finas cepas de uvas.
La gastronomía local es una muestra de originalidad con platos que impresionarían al más avezado sibarita; hacen gala un jamón artesanal denominado lomo prensado, la multisápida tostada caroreña, el dulce de paleta entre muchas otras ambrosías .
En el macondo torrense sin ser genetistas lograron en materia ganadera, mediante experimentales cruces, una raza que sólo existe en éstos milagrosos parajes.
Como corolario de este emporio cultural; la síntesis de las artes musicales, escénicas y poéticas también se hizo presente: La ópera…Carora recibe una temporada de ópera en el Teatro Alirio Diaz, con la participación de la orquesta Sinfónica Pedro León Torres, movimiento coral caroreño, Orfeón Unexpo, y el coro juvenil de fundamusical núcleo Carora, bajo la dirección musical de Carlos Torrealba. Con la puesta en escena de La Serva Padrona y Fausto…Jorge de Brito y Jesús Herrera lograron una lírica caroreña de alta factura.
Las coincidencias de Carora y Macondo son tales que pasaríamos escribiendo toda la vida sin parar desentrañando ese realismo mágico paralelo.