Pobreza en Venezuela, el plato que sigue vacío
El ingreso promedio de un hogar en pobreza extrema es de 36 dólares, 15,5% del dinero que se necesita para cubrir los 232,80 dólares de la canasta alimentaria (precio septiembre 2021 según el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores)
El núcleo familiar de los hogares del país se ha tenido que abrir hacia una familia extendida en medio de la pobreza extrema que arropa el 76% de la población que, junto a la inseguridad alimentaria, amenaza con profundizarse aún más en 2022, según previeron expertos en la materia durante el foro de TalCual «Pobreza en Venezuela, el plato que sigue vacío», realizado este 22 de octubre.
Mirla López, directora del Centro de Investigaciones Populares, señaló que en los grupos familiares se han establecido cadenas de prioridades sobre la asignación de alimentos, en donde las madres representan el último eslabón y son quienes más se sacrifican para que sus niños coman. Ubican a las personas más vulnerables dentro del entorno familiar y aseguran su plato de comida y el del proveedor, que en varios casos, según indicó, es el padre de familia y todo aquel que esté en edad laboral.
Así tratan de garantizar que aquellos que puedan trabajar y aportar para la casa puedan seguir haciéndolo y mantener la familia. Para la socióloga, a eso se ha reducido el problema de alimentación, nutrición y pobreza en la nación, al ver qué comer y resolver qué llevar a la mesa según puede. De allí a que se le haya incorporado a la dieta diaria proteína que no es la animal, sino vegetal.
«Ellos tienen conciencia de que necesitan comer proteína, pero la incorporar según se lo permita su capacidad económica.La intervención no viene de un ente especializado que diga cuánta cantidad de nutrientes se necesita. Lo hace la madre con su experiencia y es la que redistribuye. Los sistemas paliativos de parte del Estado no existen. Dejó de ser un Estado social de protección desde hace tiempo, aunque el bienestar de la población no es una preocupación política», comentó.
De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), realizada por la Universidad Católica Andrés Bello, 94,5% de los venezolanos vive en pobreza total por ingresos, por generar menos de 1,2 dólares por día. El ingreso promedio de un hogar en esta línea es de 36 dólares, 15,5% del dinero que se necesita para cubrir los 232,80 dólares de la canasta alimentaria (precio septiembre 2021 según el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores).
En ese sentido, la nutricionista Marianella Hernández, directora de la Fundación Bengoa, comentó que si bien las ayudas de las cajas CLAP benefician al 70% de los hogares venezolanos no están adaptadas a las necesidades de las personas ni a la cantidad de miembros que tienen las casas. De hecho, aunque representan una ayuda para los venezolanos, no contienen ni proteínas ni la cantidad de nutrientes mínima que necesita un ser humano para un buen desarrollo, así como tampoco llegan con la frecuencia debida.
«Se viene un incremento de inseguridad alimentaria y consecuencia negativas sobre el estado nutricional , de salud y de vida de las personas si no se toman medidas para hacerle frente a esta situación. Hay que analizar las verdaderas necesidades. Hay inconsistencia en cifras. 70% dice que es beneficiario, pero la frecuencia es baja. Dicen que les llega cada seis o cuatro semanas y algunos dicen incluso cada seis meses»,
Las transferencias o bonos recibidos a través del sistema Patria y las cajas o bolsas de alimentos CLAP se valoran en 55 dólares. Mientras, la línea internacional de pobreza alcanza los 224 dólares. Para conocer más de este tema visite el canal de YouTube de TalCual pulsando este enlace.