Encargado de Negocios de España afirma que viene a escuchar y no a imponer criterios
Juan Fernández Trigo dijo que se encuentra en una fase de «aprendizaje» para escuchar de todos los sectores y luego, si se puede, ofrecer consejo
El encargado de Negocios de España en Venezuela, Juan Fernández Trigo, manifestó este jueves 25 de noviembre que nuestro país tiene una «importancia capital» para su nación y para el mundo porque «está en todas las agendas de las reuniones internacionales» y considera que encabezar la misión española es un reto profesional.
«Cuando la ministra de Relaciones Exteriores (Arancha González Laya) me propuso este puesto, le di las gracias porque me daba la oportunidad de aplicar cierta experiencia a una situación que no es fácil», resaltó en entrevista concedida a Unión Radio.
Fernández Trigo dijo no haber llegado a Venezuela porque ya tenga cierta experiencia trabajando en el Servicio Exterior de su país -unos 30 años- sino que se ha ido ganando el puesto con cada paso que da. En el caso de nuestra nación, afirmó que se encuentra en una «fase de aprendizaje» y de escuchar a todas las partes, por lo que subrayó que no llega a «imponer criterios cuando apenas tiene dos semanas» en el país.
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Comentó que su reto consiste en intentar aplicar algunas cosas que ha ido aprendiendo a lo largo de los años, sobre todo lo referente a las formas, de cómo dirigirse a la gente, a las autoridades, «pero siempre dispuesto a escuchar». Recordó que en su conversación con el ministro de Relaciones venezolano, Jorge Arreaza, manifestó que su labor es representar a España y a los ciudadanos españoles, aunque reconoció que decir Venezuela tiene repercusiones en la nación ibérica.
«Vengo a escucharlos, a aportar un granito de arena y a aprender. En la medida que aprenda y conozca, puede que de un consejo, pero siempre desde el respeto a conciencia que soy extranjero. Siempre hay que tener cuidado cuando uno opina. No es lo mismo que un venezolano critique a su país que cuando lo hace un extranjero. Hay que ser delicado en lo que se dice, pero firme; decir las cosas con educación y tranquilidad», destacó.
Indicó que es necesario tratar a los interlocutores clave, estudiar la historia del país porque «es un instrumento importante para comprender las sociedades» y resaltó el cuidado que hay que tener cuando se ocupa un puesto de tal envergadura. «Es importante saber qué pasó, por que las cosas son así, por qué piensan de esta manera. Luego viene lo inmediato, dejarte aconsejar por los asesores, hablar con la sociedad».
Resaltó que en el tiempo que lleva en el país ha intentado hablar con todos los sectores y así formarse una idea de lo que es su trabajo en Venezuela porque «este es un país que tiene un conflicto y tenemos que ayudarlo todos a resolver».
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Destacó que ha orientado su carrera a aquellos puestos donde pueda aportar y llevar contenido a través del Derecho Internacional, con países que no son fáciles, ni cómodos como el caso de Haití, Vietnam o Cuba. Incluso, mencionó haber estado en etapas «interesantes» en países como EEUU -cuando ocurrió el ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001-, Paraguay -cuando fue destituido Fernando Lugo-, Uruguay -en la época cuando asumió el poder «Pepe» Mujica- y Cuba, donde organizó la visita de los reyes y del presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
Respecto a la influencia que su gestión pueda tener en Latinoamérica dijo que para un diplomático español, la región supone una prueba necesaria. «Hay una conexión psicológica y cultural (…) América Latina es un lugar de privilegio para un diplomático», subrayó.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de España oficializó el miércoles 4 de noviembre la designación del embajador Juan Fernández Trigo, quien se encontraba al frente de la legación de su país en Cuba, como Encargado de Negocios con cartas de gabinete en la representación diplomática en Venezuela.
Esta decisión obedece a que la Moncloa no quiso enviar diplomáticos con el rango de embajador por estar en desacuerdo con las elecciones de 2018 en las que Nicolás Maduro fue elegido para un segundo mandato.