Enfermedades suman más muertos en los centros carcelarios que la violencia
“En muchos de estos casos los reclusos mueren por falta de atención médica… las autoridades ni siquiera notifican a los familiares sobre el fallecimiento y optan por enterrarlos en fosas comunes”, dijo Humberto Prado director del OVP
La violencia carcelaria a marcado el futuro de los presos venezolanos en los últimos años, sin embargo, este 2019 la situación de los reclusos a cambiado debido a la emergencia humanitaria compleja que vive Venezuela.
Durante la presentación del informe sobre el primer semestre de 2019 del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) el director de esta ONG, Humberto Prado, dijo que en los primeros seis meses del año 59 reclusos murieron a manos del Estado, pero en esta oportunidad no fue la violencia la que marcó la pauta.
El 39% de estas muertes se produjeron de manera violenta, en su mayoría con armas de fuego de fabricación industrial, dejando de lado las armas de fabricación casera.
Pero el otro 61% falleció a causa de problemas de salud que no fueron atendidos a tiempo. la tuberculosis, la hepatitis, la malaria y el SIDA, son las principales causas de muertes dentro de la población reclusa del país, a quienes se les ha negado la posibilidad de recibir atención médica oportuna y adecuada para lograr sobrevivir a estas enfermedades.
Solo entre enero y febrero de este año 23 reclusos murieron por problemas de salud, que adquirieron muchos dentro del recinto carcelario y otros por padecimientos crónicos a los que no se les brindó la atención adecuada.
Muchos de los fallecidos en los recintos penitenciarios de Venezuela son jóvenes en edades que van de los 18 a los 30 años, rango de edad en el que está el 40% de la población carcelaria en toda Venezuela.
Humberto Prado también explicó que la mayoría de presos en el país presenta problemas dermatológicos, seguidos de problemas gastrointestinales, todos derivados a las condiciones de insalubridad en las que se encuentran los centros de reclusión, la falta de agua, de alimentación y medidas básicas de higiene, incluso deben hacer malabares para poder hacer sus necesidades.
“En muchos de estos casos los reclusos mueren por falta de atención médica… las autoridades ni siquiera notifican a los familiares sobre el fallecimiento y optan por enterrarlos en fosas comunes”, dijo al explicar incluso las condiciones a las que es sometido el recluso luego de su muerte.
Muchos de los familiares se enteran del fallecimiento a través del contacto con otros presos, quienes les notifican de la muerte y en muchos casos deben dejarlos en las fosas donde los enterró el Estado por falta de dinero para trasladarlos a su lugar de origen.
El número de muerto dentro de los calabozos policiales es mucho mayor al registrado en la cárceles del país, de acuerdo a lo dicho por Prado en el primer semestre de este año han muerto 93 detenidos en módulos o destacamentos policiales.
Explicó que la mayoría de estas muertes se deben al hacinamiento y el uso indebido de estos espacios, «la falta de centros carcelarios ha convertido los comandos policiales en las nuevas cárceles», recordando que el paso por estos espacios debería ser solo de 48 horas y en la actualidad hay presos que llevan años en un destacamento policial.
Otro de los problemas que se vive en el 100% de los centros penitenciarios del país es el consumo de estupefacientes, siendo la cocaína la droga que más consume la población carcelaria.
Para Prado es inconcebible que el Ministerio de Asuntos Penitenciarios sea uno de los entes gubernamentales a los que se les asigna el mayor número de recursos y los recintos carcelarios se encuentran en sus peores condiciones en la historia.
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