Entre culpables e inocentes, por Ángel Monagas
Leo un autor poco conocido, Jesús Fontán quien escribe “Venezuela, la imposibilidad comparativa”:
“En los últimos 20 años, los hechos parecen habernos mostrado que los intentos por definir al chavismo desde concepciones dictatoriales o tiránicas siempre resultan insuficientes, pues este régimen no se agota en esas categorías, al contrario, las desborda constantemente al agregar otras dimensiones que no son políticas…
El chavismo, que en sus inicios se presentó como un proyecto político, en su desarrollo se comportó más como un proceso orientado a la toma del poder, la desintegración del sistema político y el mantenimiento del poder bajo un régimen distinto al democrático.
En este sentido, quizás sea útil pensar al chavismo en tres momentos:
(i) un momento político-ideológico, entre los años 1999-2007, en el que se hizo de la democracia para destruirla.
(ii) un momento político-institucional, entre los años 2008 y 2013, en el que consolidó todos los poderes y se aseguró que ninguno pudiese operar en su contra
(iii) un momento criminal, a partir del 2013, en el que consolidó la violencia como fundamento de su accionar y que le permitió disolver todas las formas reales de relación en lo político y en lo social que podíamos conservar de nuestro período histórico democrático” “
Es por esa razón que, al menos desde mi perspectiva, Venezuela no puede ser comparada con dictaduras ni autoritarismo que de algún modo mantienen separadas las esferas política y criminal, aunque se considere la interacción de ellas entre sí.
El problema comparativo no está en la interacción de lo político con lo criminal (como pasa en regímenes dictatoriales y tiránicos), el problema está en que su fusión no tiene precedente en Occidente…”
Resalto estos párrafos porque una de las condiciones indispensables, para enfrentar a un enemigo, es la claridad acerca de su naturaleza. En una lucha política, tengo que hacer lo imposible por pelear con mis armas y no con las del enemigo.
He aquí una de las fallas más graves a quienes durante estos largos 21 años, los han enfrentado.
Donald Trump, como es su característica principal, estúpidamente les pide a los militares que den el paso, que los entreguen, cuando son ellos los dueños de la fiesta.
Varias veces a la semana, acudo a la sede de la ZODI y escucho al Jefe de la REDI, y al de la ZODI Zulia hablar. No hablan como militares, sino como unos dirigentes cualesquiera de un partido. Eso para mí es grave, porque ellos tienen el monopolio de las armas y vistas sus palabras no hay ninguna garantía de imparcialidad, de respeto al estado de derecho y del ejercicio de su principal deber como lo es, ser policía constitucional.
Dios nos ampare.
Caracas-Miami
El nuevo juego de Nicolás
El 99% de los dirigentes y líderes políticos que abandonan Venezuela, por una u otra razón, se desconectan rápidamente de la realidad patria. Es que los escenarios en Venezuela, cambian rápidamente. El que se fue hace tres meses, ni se imagina los cambios. Por ejemplo, el coronavirus es un elemento de mayor trauma que ha intensificado la tragedia nacional.
*Lea también: Breves reflexiones de Semana Santa, por Fernando Luis Egaña
A Maduro le han dado con todo: sanciones, precio a su cabeza, prohibición de salir, no lo reconocen 52 naciones, entre ellas las más importantes del planeta. Solo en marzo hubo más de 500 protestas, y abril sigue igual. No hay gasolina. No hay agua. El problema eléctrico es nacional, incluyendo la burbuja de Caracas. La OEA, la Unión Europea, el gobierno de Colombia, el de Brasil, prácticamente en una guerra permanente. Cae el precio del barril del petróleo, no hay reservas, entre otros.
Y el remate, llegó el coronavirus en una nación donde mueren más pacientes por mala atención y carencia de insumos que la misma pandemia. Breve resumen.
¿Y aún el tipo se mantiene en el poder? ¿Aún gobierna Venezuela?
¿Por qué?
Es allí donde vuelvo a preguntar ¿Quiénes son los malos? ¿Quiénes los inocentes?
¿Los que gobiernan, o los incapaces de detener esta barbarie durante casi 22 años?
Es evidente la respuesta. Si tuviésemos líderes de verdad, ya habría “pedazos del chavismo”. Aunque ellos en parte nos trajeron acá, que falta hace un Carlos Andrés Pérez, un Luis Herrera, un Teodoro, y pare usted de contar.
Lo más triste
Toda la campaña actual del gobierno se basa en demostrar con hechos, que decretar la cuarentena a tiempo fue una medida exitosa, salvadora de vidas, ante un panorama como el de Estados Unidos, España, Ecuador, Brasil, Colombia, Italia, Francia y Alemania.
Maduro intenta que pensemos lo que las potencias no pudieron hacer, el chavismo lo hizo en Venezuela.
En la calle todos sabemos que el intento es ocultar la crisis de gasolina.
En las pruebas, en los hechos, los “tipos” acertaron. Me aterroriza el pensar que Maduro de esta, vuelva a salvarse y salga como “héroe”.
Es algo similar a lo ocurrido últimamente en muchas películas y series. Los “malos”, se ganan la simpatía del público, no obstante que saben de sus fechorías.
Maduro sigue vivo y Donald Trump, aumenta nuestra tragedia: No permite que nos ingrese gasolina y tampoco actúa militarmente. El tiempo sigue avanzando y los venezolanos en Miami en el “Arepazo” siguen soñando con la “intervención inmediata”. “Maduro no se come las hallacas este año”
¿Cuántas veces hemos escuchado eso?
Los únicos “marines” que veo llegando a Venezuela, son los hermanos Manuel y Horacio Marín respectivamente, dirigentes de AD y de UNT, uno en Orlando Florida y el otro en Panamá, que tal vez deban volver por la xenofobia contra nuestro gentilicio en el exterior, aumentado a raíz del coronavirus.
¿En qué anda Leopoldo y Juan Pablo Guanipa?
Me insisten en el tema de una jugada. De una conspiración bien montada y por separado. Ambas con el sector militar, excluyendo al triste y melancólico Guaidó, quien como única justificación siguen señalando “él es el hombre de los gringos”.
¿Y de los venezolanos quien es el hombre?
La verdad sea dicha, cualquier jugada que saque al actual gobierno del poder es válida y será bien recibida por las mayorías.
Silencio
Por algo callaron (quién lo sepa dígalo) al “bolichico” Nervis y frenaron lo del Pollo Carvajal. El error de haber transado con Cliver Alcalá una acción, tuvo un alto costo, que aún no ha sido resuelta en su totalidad.
En Colombia hay un movimiento con un diputado suplente, que está cantando más que Pavarotti. Incluso, él asegura que hay un financiamiento del narcotráfico a la oposición venezolana y eso sí sería lamentable de llegar a producirse esa revelación. En un barrio de la frontera con Colombia se hacían las reuniones y parrandas. Los escoltas bebían un whiskey doce años, conocido como “Robertico”.