Es hora de los liderazgos responsables
Han pasado casi tres semanas desde los primeros «acuerdos» del diálogo, y las sombras se extienden. Por ejemplo, se habló de liberaciones de presos políticos y hasta ahora solo el diputado Rosmit Mantilla pudo salir libre. Eso, a pesar de una lista que hablaba de 65 nombres esperando ser liberados.
Elías Jaua le dice a EFE que no se ha hablado de elecciones y que no basta con que los diputados de Amazones se hayan desincorporado por cuenta propia. En la MUD replican que sí han llevado la exigencia electoral, pero no dicen que está pendiente otro compromiso: modificar el reglamento interior y de debates de la AN como lo ordenó el Tribunal. Para hacerlo, esperan la sentencia del TSJ que acabe con el «desacato».
Sabemos que especialistas han recomendado a la MUD afinar las estrategias. No es solo un problema de comunicaciones sino de indefinición de hoja de ruta frente a un gobierno que hasta adelanta las navidades, un espejismo desmoralizador. Nos dicen que el equipo de estrategia suele ser buscado más para «hacer control de daños» que para evaluar caminos.
Es hora de que, por fin, se entienda la importancia de la estrategia unitaria y bien pensada. Por eso esperamos que las reuniones para redefinir las actuaciones de la MUD lleguen a buen puerto. Esos encuentros, hasta ahora, han sido infructuosos. El primero, el martes 22, no prosperó por «despelote». Al día siguiente sí hubo reunión pero no salieron cosas buenas. Por un lado, mientras corría la denuncia opositora de que el Gobierno se había parado del diálogo, los partidos del G9 -Voluntad Popular no se presentó- discutían qué comunicar. La idea inicial era ratificar que la discusión en la AN del tema de los «narcosobrinos» había llevado a Maduro a detener las conversaciones, pero un partido soacldemócreta pidió excluir ese punto (y tampoco estuvo de acuerdo con hablarlo en el Parlamento). Otros propusieron, en todo caso, sacar el comunicado diciendo que «Maduro se paró de la mesa y si se va a volver a sentar lo tiene que hacer cumpliendo lo prometido»… mientras el Presidente decía, Zapatero a su lado, que el diálogo seguía y seguía.
Finalmente la MUD no decidió nada. No publicó nada. No dijo nada. Y el asunto quedó como una denuncia con un desmentido presidencial, y ya. Volvió la MUDa, ¿para quedarse?
Días después, Maduro decía que la oposición debía mantenerse en la mesa: «no se vayan a parar», soltó en tono amenazante cuando también afirmó que ese escenario continuaría institucionalizado hasta más allá de 2019. El ministerio del poder popular para el diálogo. Entonces, la MUD tampoco dijo nada. Ante todo ello, pedimos con urgencia entender que es hora de asumir con altura la responsabilidad de liderar al país en la tormenta.
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