EsPaja | La opacidad promueve una Venezuela de ficción
Más de la mitad (64,22%) de los 47 documentos oficiales, contemplados en el estudio “Opacidad en Venezuela, una forma de gobernar”, no fueron publicados. Según el más reciente informe de EsPaja.com, se trata de información que debió ser divulgada entre 2010 y 2022
Texto: EsPaja
“El Estado venezolano está en deuda en lo que se refiere a la publicación de la data pública. Más de la mitad (64,22%) de los 47 documentos oficiales contemplados en este estudio, que debieron ser publicados entre 2010 y 2022, no se han difundido aún. A eso hay que sumar que 4,9% se presentaron a destiempo”, concluye la más reciente investigación del portal de verificación EsPaja.com, promovido por Transparencia Venezuela.
Tras la revisión de páginas oficiales, boletines y memorias y cuentas de los años 2010 a 2022 —período que incluye la Emergencia Humanitaria Compleja—, EsPaja.com encontró que a partir del 2013 comenzó a disminuir la publicación de datos oficiales, mientras que 2016 fue un año crítico en esa materia. La información gubernamental de calidad se esfumó del espectro público, con particular fuerza en el contexto de la crisis de alimentos, un pico histórico de inflación y una situación de salud pública colapsada.
“Es el período de las fotografías con largas colas para adquirir alimentos escasos, de personas rebuscando en la basura para hallar bocado, de un bolívar que se desinfló cada día con una devaluación brutal, de la profundización del éxodo migratorio, de caminantes que decidieron recorrer miles de kilómetros por carretera y a pie para huir hacia otras fronteras del continente. El silencio gubernamental ante una Venezuela quebrada, con la hiperinflación galopante que finalmente fue admitida años después, cuando el Banco Central de Venezuela (BCV) registró que el indicador creció en 53.798.500 %, entre 2016 y abril de 2019”, se expone en Opacidad en Venezuela, una forma de gobernar.
Al detectar que de 1.464 verificaciones, realizadas en dos años, 42 resultaron un misterio; es decir, inverificables por falta de datos, EsPaja.com decidió emprender esta investigación. Parece una cifra menor, pero se trata de temas sobre los cuales el gobierno está en la obligación de informar, y son reveladores acerca de qué hace con los recursos del Estado.
De la data estudiada, “solo 29,95% está publicado y se presentó en su oportunidad”, sostiene el informe.
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Un país a su medida con la opacidad
Una de las estrategias comunicacionales más efectivas del gobierno de Maduro, de acuerdo con Opacidad en Venezuela, una forma de gobernar, se basa en la falta de transparencia, y le ha resultado exitosa para esconder las dimensiones de la crisis humanitaria, de la que han tenido que dar cuenta las organizaciones de la sociedad civil.
A la inexistencia de data se suma la publicación con retraso, lo que ocasiona distorsiones en la lectura de la realidad: estamos viendo una foto vieja del país. En casos como el del boletín epidemiológico, con dos años de retraso, y en el de las estadísticas del INE, con tres. Esto, sin duda, tiene un impacto en la respuesta que se pueda dar a la resolución de los problemas sociales y económicos, y es aún más grave en los temas de salud pública.
Durante el período de estudio, se ve cómo a medida que la crisis se profundiza el gobierno va cerrando sus fuentes de información. Mientras, en 2016, el PIB tuvo su mayor caída en 13 años —registrada en 18,6%—, la política del Estado se centró en censurar a los medios en aras de lograr la hegemonía comunicacional. Al menos 67 medios de comunicación impresos han desaparecido desde 2014 en Venezuela y, de ellos, 28 desaparecieron incluso de internet, de acuerdo con la información del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela.
El informe demuestra que en la falta de datos sobre el endeudamiento público, el gasto, la situación de salud, los índices de mortalidad, las cifras de muertes violentas, las migraciones forzosas y otros indicadores claves de la crisis, se cimenta una Venezuela de ficción.