EsPaja | ¿Las vacunas contra la covid-19 producen magnetismo en el organismo?
Ninguna de las vacunas aprobadas contra el coronavirus aprobadas tienen componentes magnéticos. Si bien es cierto que algunas vacunas contienen sales de aluminio, estas son muy inferiores (menos del 1%) a las que, de forma natural, contienen los alimentos que consumimos habitualmente. En el hipotético caso de que las vacunas tengan elementos químicos o materiales con propiedades magnéticas, el imán no se sostendría en la piel de todos modos
Texto: Valentina Gil
En internet circula el rumor de que las vacunas contra la covid-19 generan actividad magnética en el brazo que recibe la inyección. Varios usuarios han subido a redes sociales vídeos de personas pegándose al cuerpo imanes y objetos metálicos, como monedas, teléfonos y cubiertos.
Según las teorías conspirativas, la razón detrás del magnetismo que producen las vacunas es el grafeno, una sustancia compuesta por carbono parecido al grafito. Marcelo Mariscal, el vicedecano de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), dijo para AFP Factual que “las propiedades magnéticas no existen de forma natural en el grafeno. Tampoco es un superconductor con actividad magnética”.
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Además, el componente no forma parte de los ingredientes de las vacunas. «El grafeno no es soluble, por tanto, un dispositivo de grafeno no se podría inyectar en disolución», dijo a AFP Factual Diego Peña, investigador del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares, España. «Si hubiese grafeno las vacunas serian suspensiones de color oscuro».
Ninguna de las vacunas aprobadas contra el coronavirus aprobadas tienen componentes magnéticos. De acuerdo con Maldita.es, si bien es cierto que algunas vacunas contienen sales de aluminio, estas son muy inferiores (menos del 1%) a las que, de forma natural, contienen los alimentos que consumimos habitualmente. Las sales de aluminio tienen un papel adyuvante en las vacunas, el cual contribuye a potenciar la respuesta inmune de la misma.
En el hipotético caso de que las vacunas tengan elementos químicos o materiales con propiedades magnéticas, el imán no se sostendría en la piel de todos modos. El físico Alberto Nájera, profesor de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Castilla-La Mancha y vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), aseguró a Maldita.es que los materiales magnéticos serían distribuidos por el cuerpo y no se quedarían concentrados en la zona del pinchazo. Y, como la vacuna se inyecta en profundidad, «difícilmente llegaríamos a obtener respuesta con un imán».
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Según la investigación de Reuters, los profesionales médicos de Meedan Health Desk dijeron: «La cantidad de metal que necesitaría una vacuna para atraer un imán es mucho más sustancial que las cantidades que podrían estar presentes en una pequeña dosis de la vacuna». Los especialistas agregaron que todos los humanos somos naturalmente «un poco magnéticos», porque tenemos pequeñas cantidades de hierro. Sin embargo, la combinación de hierro y agua en el cuerpo repele los imanes muy levemente.