España avaló entrega de Hugo Carvajal por 20 años de nexos con el narcotráfico
De acuerdo con la Audiencia Nacional, el exdirector de inteligencia de Hugo Chávez se involucró en delitos mientras ocupó los niveles más altos del gobierno. Según los argumentos presentados, este lunes 18 de noviembre, la introducción de droga era un medio de enriquecimiento personal y un arma contra los Estados Unidos
La Audiencia Nacional de España informó, este lunes 18 de noviembre, las motivaciones que tuvo para acceder a la entrega del general retirado Hugo «El Pollo» Carvajal a Estados Unidos. Según la instancia se acreditó que, durante 20 años, el militar y diputado venezolano mantuvo «una conducta continuada y organizada vinculada al narcotráfico, la venta de armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a cambio de drogas y la protección armada a los cargamentos de cocaína».
El pleno de la Sala de lo Penal hizo públicos sus argumentos, después de conocerse el 8 de noviembre que daba luz verde a la extradición de quien fue el jefe de inteligencia del expresidente Hugo Chávez. Con esta decisión se revocó la resolución inicial, de la sección tercera, de no entregar a Carvajal.
Ese mismo día fue emitida la orden de detención e ingreso en prisión del exgeneral del Ejército, que fue degradado por el gobernante Nicolás Maduro, para asegurar su traslado a Estados Unidos. Sin embargo, la Policía no le encontró en su domicilio de Madrid y desde entonces es buscado. Pero, hasta ahora, no se ha emitido una orden internacional de detención.
«Los jueces entienden que se cumple el principio de doble incriminación, necesario para entregar a Carvajal por unos delitos que en España equivaldrían a pertenencia a organización criminal o pertenencia o colaboración con organización terrorista y tráfico de drogas agravado. No creen que se trate de un delito militar dado que éste se comete en instalaciones de las fuerzas armadas o la Guardia Civil y la droga en este caso iba destinada al mercado clandestino civil de Estados Unidos, por lo que se trata de un delito común», según se difundió en un reporte de la agencia EFE.
Respecto a la posible motivación política en la reclamación de Carvajal, por la que en un principio se renunció a la entrega, el pleno integrado por 18 magistrados destacó que en función al convenio bilateral entre EE. UU. y España esta causa de denegación se reserva a la consideración del Gobierno.
Según la información de EFE, los jueces entienden que se cumple el principio de doble incriminación, necesario para entregar a Carvajal por unos delitos que en España equivaldrían a pertenencia a organización criminal o pertenencia o colaboración con organización terrorista y tráfico de drogas agravado. No creen que se trate de un delito militar dado que éste se comete en instalaciones de las fuerzas armadas o la Guardia Civil y la droga en este caso iba destinada al mercado clandestino «civil» de Estados Unidos, por lo que se trata de un delito común.
Discrepan también en que los hechos que le imputan las autoridades estadounidenses sean abstractos pues a su juicio describen «la participación concreta del reclamado y otros miembros del cártel de los Soles en actividades de narcotráfico a gran escala en coordinación con las FARC durante un período amplio de 20 años».
Asimismo, rechazan que la condición de militar de Carvajal le autorizase a importar armas, porque prestar apoyo militar a operaciones de narcotráfico no puede conceptuarse como actos de servicio. Señalan que el general «se involucró en esos delitos mientras ejercía en los niveles más altos del gobierno, al haber ostentado entre 2004 y 2011, y después entre 2013 y 2014 la dirección de los servicios de inteligencia de Venezuela; después fue designado cónsul general de Venezuela en Aruba y en 2016 fue elegido miembro de la Asamblea Nacional».
En la petición de extradición se relata cómo desde esa posición, tanto Carvajal como sus colaboradores, ayudaron al gobierno de Venezuela a tomar «medidas oficiales para facilitar el narcotráfico» , dentro de las cuales mencionan la expulsión de la DEA del país en 2005.
También se destaca que proporcionaron información confidencial de inteligencia y de aplicación de la ley a los narcotraficantes para facilitar los cargamentos de cocaína y conspiraron para introducir cocaína en Estados Unidos: «La introducción de droga en ese país era, además de un medio de enriquecimiento personal, «un arma contra los EEUU», según declararon testigos, miembros del cartel de los Soles, en una investigación de la DEA.
Los testigos consultados aseguraron que Carvajal coordinaba estas operaciones en reuniones con los cabecillas de las FARC , realizadas en Venezuela, e incluso uno de ellos relató un encuentro en el rancho del expresidente Hugo Chávez en 2008 en el que se le solicitó al militar que suministrara armas a las FARC.
En la documentación aportada, dice el auto, «están perfectamente identificadas las armas (ametralladoras y misiles tierra-aire) que se entregaban a las FARC a cambio de drogas y protección armada a los cargamentos».