Especial | A falta de gas, leña: Anzoátegui, Lara, Táchira y Yaracuy (II)
TalCual y medios del interior de Venezuela se unieron para ofrecer a sus lectores un registro más amplio de la crítica situación del gas doméstico en el país. En esta entrega les ofrecemos el panorama en Anzoátegui, Lara, Táchira y Yaracuy
La crisis de los servicios públicos es total, y el gas doméstico no es excepción. Durante la cuarentena por la pandemia de covid-19. el abastecimiento de este servicio ha empeorado dada la crisis económica y la debacle de la industria petrolera. Algunos venezolanos han podido paliar la situación adquiriendo cocinillas eléctricas, pero muchos han tenido que recurrir a improvisar fogones y a la leña para cocinar, esto por razones económicas y/o por los prolongados cortes eléctricos que padecen zonas de Táchira, Lara, Falcón o Zulia.
TalCual junto a El Tiempo (Anzoátegui), Correo del Caroní (Bolívar), La Mañana (Falcón), El Impulso (Lara), La Nación (Táchira), Yaracuy al Día (Yaracuy) y La Verdad (Zulia) se unieron para ofrecer una visión más amplia de esta problemática y práctica instaurada en distintas comunidades, urbana y extraurbanas, del país.
En Anzoátegui no hay “Jose” que valga
Un calvario. Así catalogan los ciudadanos el proceso de recargar las bombonas de gas doméstico en vista de los obstáculos que se presentan en los diferentes llenaderos de la zona norte de Anzoátegui. De acuerdo al Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos (OVSP), en Barcelona, capital del estado oriental 96,7% de los hogares dependen de este combustible para cocinar, de esta cifra el 82,7% usa cilindros recargables. Desde el pasado marzo, ir a las plantas de llenado se ha convertido en una calamidad, por lo que habitantes de Barcelona y Puerto La Cruz han recurrido a improvisar fogones en los patios de sus viviendas, “resolviendo” un problema pero acarreando severos daños a su salud y al ambiente.
En Anzoátegui se encuentra el Complejo Petroquímico de Jose, donde se produce actualmente todo el Gas Licuado de Petróleo (GLP) del país, complejo que recientemente ha presentado problemas en sus turbinas y compresores. Las otras plantas de GLP en Zulia (Bajo Grande y Ulé-La Salina) se encuentran inoperativas desde 2007.
Actualmente existe un déficit de 12 millones de bombonas, lo que genera la escasez en un país donde 90% de la población se abastece de combustible por esta vía.
Lara vuelve a la cocina rudimentaria
La escasez de gas doméstico imposibilita la preparación de alimentos, realidad inocultable que se ha convertido en un verdadero drama para la familia larense.
El pasado 5 de agosto de 2019 la gobernadora del estado, Carmen Meléndez, puso en marcha la estatal GasLara C.A., para “garantizar” la efectiva distribución de bombonas en toda la región.
Sin embargo, tras poco más de un año de entrar en funcionamiento, esta compañía no ha dado los resultados esperados por la población. Por el contrario, afirman los afectados que la espera por una bombona de gas se puede extender hasta por más de 5 meses.
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Los larenses han expresado que tampoco pueden depender de una hornilla eléctrica debido a los frecuentes apagones que se producen en todo el territorio regional. En lo que va de octubre estas fallas eléctricas se alargan de entre 3 a 6 horas, sin horario establecido, por lo cual en repetidas oportunidades muchos se han tenido que ir a la cama sin poder cenar.
Estos hechos obligan a la colectividad a buscar alternativas como el uso de la leña para cocinar, lo que ha vuelto común la tala de árboles, una situación que ambientalistas y políticos se han encargado de denunciar por el ecocidio que vive la región.
De acuerdo con una encuesta del OVSP ante el empeoramiento del despacho de gas doméstico en todo el país, el 39% de los venezolanos utilizan hornillas eléctricas mientras que el 33% cocina a leña.
El informe “Uso de la leña en Venezuela: una amenaza que se extiende”, publicado a finales del pasado septiembre por un grupo de biólogos, ecologistas y consultores ambientales, señala que áreas cercanas al parque nacional Terepaima y Dinira están siendo deforestadas para buscar leña. Misma situación se presenta en el Parque del Oeste y Loma de León.
En Táchira la escasez de gas ahora es de todos
Las fallas de abastecimiento de gas han alcanzado prácticamente todos los municipios del estado Táchira. Pero en algunas comunidades es más complicado. Tal es el caso de Peribeca, en el municipio Capacho Nuevo, uno de los pueblitos coloniales y turísticos más reconocidos de la entidad tachirense, donde varios de sus habitantes denuncian que existe preferencia entre sectores en la distribución de gas doméstico.
Explicaron que algunas localidades tienen más tiempo sin el servicio que otras, siendo de la misma municipalidad. Además, expresaron que en la última jornada les exigieron el pago en pesos y varios vecinos no pudieron adquirir el beneficio por falta de dinero, lo que los ha llevado a resolver su situación cocinando con leña. Una cocina eléctrica no es opción, debido a los apagones que duran entre 12 y 18 horas diarias.
A mediados de mayo, el enlace del gobierno nacional, Freddy Bernal, anunció la toma por parte de las FAES Táchir de las cuatro plantas de gas doméstico en la región en el marco de un despliegue operativo de reestructuración de la empresa Gas Comunal, alegando la existencia de “mafias” en dichas plantas surtidoras, no obstante, las quejas y el clamor por el suministro del servicio continúan: la situación no ha mejorado.
El 25 de septiembre pasado, Bernal informó que la planta José Antonio Anzoátegui “estaba parada” desde hacía una semana y que de 10 picos de llenar gas funcionaban únicamente tres, por lo que estaban llegando solo dos cisternas diariamente.
Por su parte, Rafael Belisario, representante del Gabinete de Gas, del Protectorado del Táchira, anunció que de 350 cisternas al mes que se recibían antes de esta falla, en septiembre se han recibido apenas 65 gandolas solo para sectores priorizados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la contaminación del aire dentro y fuera de los hogares representa el mayor riesgo medioambiental para la salud en todo el mundo. “Un fogón humeante en la cocina equivale a la combustión de 400 cigarrillos por hora”, dice el doctor Kirk Smith, profesor de Salud Medioambiental Global en la Universidad de California, Berkeley, que en el decenio de 1970 comenzó a medir la exposición a la contaminación del aire provocada por las cocinas de biomasa.
Otra grave consecuencia de las fallas en el suministro de gas es la desforestación indiscriminada. La escasez del servicio obliga a los a los afectados a buscar alternativas para cocinar los alimentos. Sin embargo, la comercialización de leña también es otra alternativa en medio de esta crisis. Unos trozos de leña pueden costar entre 6 mil y 10 mil pesos, por lo que ante el panorama resulta un negocio que genera ganancias y al que se dedican gran cantidad de personas en diversas zonas del Táchira, tanto en la ciudad como en zonas rurales.
“Cómo te van a bloquear el gas si está aquí”
Palos secos, chamizas y hasta plástico usan algunos yaracuyanos para encender fogones y poder cocinar sus alimentos. Hasta los que sufren de enfermedades respiratorias como asma, se han visto en la necesidad de apelar a esta práctica para poder comer.
En Yaracuy un bulto de 12 astillas de leña hoy cuesta 200 mil bolívares y esto les puede durar para cocinar una semana.
Un ciudadano que actualmente cocina con fogón y leña, entrevistado por el equipo de Yaracuy al Día, señala que la severa escasez de gas doméstico que atraviesa el país no es consecuencia del “bloqueo norteamericano”: “cómo te van a bloquear el gas si está aquí, si lo tenemos aquí”, aclara.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE) Venezuela es el octavo país del mundo en reservas de GLP.
Autores: Luis Miguel Rodríguez, El Impulso; Rosecny Zambrano, La Nación; Danny Márquez, Yaracuy al Día y María Virginia Matute, El Tiempo.