Espejitos y lingoticos para los indios a cambio de oro…, por Eduardo López Sandoval

Espejitos cambiaban aquellos imperialistas por las riquezas de los aborígenes, estos colonizadores del siglo XXI lo hacen por lingoticos, disque de oro, por las mismas riquezas, a los mismos indios. Espejitos y lingoticos sirven de engañifa entre los incautos nativos. Cuenta la llamada Leyenda Negra de nuestra historia que aquellos imperialistas, que con los mismos métodos engañaban a los indios: “se les invitaba a intercambiar cascabeles, cristalitos de colores y otras baratijas por los pequeños adornos de oro que llevaban los nativos en su cuerpo además de preguntarles que de donde (Sic) habían sacado ese material”. (Del texto virtual: Leyenda negra: “Los indios eran engañados por los españoles al cambiar cuentas de colores y espejitos a cambio de oro”).
Reconocemos que los conquistadores de la historia de la conquista entregaban los espejuelos a cambio de las pepitas de oro, certificado por la Historia; los del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, no… Entregan certificados, tan ciertos como el bolívar soberano que tienes, mi pana lector, en tu raido bolsillo, que impreso textualmente promete “pagaderos al portador en las oficinas del banco”, ¿pagaderos en qué? ¿En oro? ¿Por cuánto? ¡Corre y cámbialo, que mañana vale menos! Nadie cree lo que dice valer, he allí la causa y los síntomas de la enfermedad llamada hiperinflación, seguro que mañana valdrá menos que hoy.
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Por eso es que al tenedor de bolívares les quema en sus manos su desvalorización, todos sabemos que el valor que dice tener es falso, es decir, no es certificado. De esta palabreja, del espejito a cambio de nuestras riquezas, que promete el Gobierno, nos dice la RAE: “Que se certifica”. Certificado significa que es cierto, en los sendos casos de marras, -el billete y el Certificado-, ¿quién lo certifica? ¿El Gobierno Bolivariano? El valor del “certificado” es del tamaño de la credibilidad del Gobierno: cero…
Los lingoticos son como la moneda petro, o el bolívar soberano, es humo…
Que los lingotes de oro que ofrece el Gobierno existan, tiene el mismo fundamento de la existencia de bolívar, llámese fuerte, soberano o como les dé la gana al próximo, -quizás bolívar ch, porque ya tienen que crear otro que sustituya la chorrera de ceros que pronto pronto pronto ya, antes de diciembre- tendrá el llamado soberano…
El Banco Central de Venezuela dice una verdad que confirma la regla de falso consuetudinario: “El lingotico no es redimible por oro físico”…
En comunicado el BCV informa que: “los instrumentos Título de Ahorro Oro Soberano 1,5 grs. serán desmaterializados, nominativos, sin interés, amortizables trimestralmente, no redimibles por oro físico, negociables únicamente como respaldo o colateral en operaciones de financiamiento celebradas por el titular del certificado con la institución bancaria en la que mantenga registrada la custodia del Título de Ahorro Oro Soberano 1,5 grs.”
A los copleros que nos reparten versos ante la crisis, las circunstancias nos obsequia una apetecible oportunidad, la rima perfecta de lingoticos con espejitos. Y ladrón rima con ocasión y tentación, y certificado con engañado… Desde esta orilla izquierda del río Guárico, preparados para oír el contrapunteo…