Éxitos de diversificación productiva en América Latina, por Marino J. González R.
Recientes informes elaborados por el Banco Mundial y Cepal insisten nuevamente en las restricciones para el crecimiento económico de América Latina en los próximos años. También ya sabemos con bastantes evidencias que no es suficiente el crecimiento económico. Para que el crecimiento tenga el máximo impacto debe promover la diversificación de las economías. En la medida que se amplíen las posibilidades productivas, el desarrollo será más sostenible y creará más riqueza.
Con los datos disponibles en el Atlas de Complejidad Económica de la Universidad de Harvard es posible conocer cuáles son los países que han aumentado la diversificación productiva desde 1995 hasta 2021 en América Latina. La información está disponible para todos los países excepto Haití. La comparación se realiza con el valor del Índice de Complejidad Económica (ICE). Este índice es positivo cuando el país, en el año dado, registra mayores capacidades productivas que el promedio de los países. En caso contrario, cuando las capacidades productivas son menores al promedio de los países, el ICE tiene un valor negativo.
En el gráfico se indica el valor del ICE en los países de América Latina en 2021 (último año disponible). Solo cinco países de la región (México, Costa Rica, Uruguay, República Dominicana, y El Salvador) tenían para ese año un valor positivo del ICE.
Esto significa que son los únicos de la región en los cuales la diversificación productiva, esto es, la variedad de los bienes que producen es superior al promedio de los países del mundo. En otras palabras, en estos cinco países se saben hacer más cosas que en el promedio de los países.
América Latina: Índice de Complejidad Económica (ICE) por países, 2021
Fuente: Atlas de Complejidad Económica, Universidad de Harvard
El resto de los países de la región tienen un valor negativo del ICE. Es decir, saben hacer menos cosas que el promedio de los países del mundo. En consecuencia, no son atractivos para que se produzcan otras cosas (porque no tienen las condiciones para producirlas). En estos países, entonces, las posibilidades de crear riqueza de manera sostenible son menores. Nótese que este grupo incluye países como Colombia (ICE=-0,13) y Venezuela (ICE=-1,28), este último con el menor valor de ICE en la región.
En el grupo de mejor desempeño (ICE positivo), con la excepción de Uruguay, todos los países han aumentado el ICE entre 1995 y 2021. Es decir, se han diversificado más en el período. En el caso de Uruguay se registra una disminución del ICE, aunque se mantuvo positivo entre los años comparados. Otros países (Brasil, Argentina, y Colombia) tenían valores positivos de ICE en 1995 pero pasaron a tener valores negativos en 2021, en consecuencia, perdieron diversificación.
Estas variaciones de la diversificación productiva en la región indican que existen diferencias notorias entre los países. Tales diferencias tienen relación con la calidad de las políticas que se implementan, y, especialmente, con la capacidad institucional para mantener estrategias coherentes por períodos largos de tiempo. Para ello es fundamental tener un clima institucional adecuado y consistente. Estas diferencias también ilustran que es posible ser exitosos en la diversificación. Lo que también es muy evidente es que una cosa es hablar de diversificación productiva, y otra muy diferente mejorarla sistemáticamente.
Marino J. González es PhD en Políticas Públicas, profesor en la USB. Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Nacional de Medicina. Miembro de la Academia de Ciencias de América Latina (ACAL).
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