Expectativas de la industria química caen ante la desaceleración del rebote económico
El pesimismo de la industria química con respecto al desempeño de la economía y la producción nacional durante el cierre de 2022 y el transcurso de 2023 tiene mucho que ver con la pérdida del poder adquisitivo del venezolano, ya que se espera una reducción de la demanda ante la imposibilidad de la población de adquirir bienes y servicios
La Asociación de la Industria Química y Petroquímica (Asoquim) redujo sus expectativas de cara al cierre de año, pues sus afiliados prevén menos producción y ventas en el último trimestre, lo que coincidiría con las alertas de diversos analistas y estudios que avizoran una desaceleración del crecimiento económico en los próximos meses.
Mediante una encuesta aplicada por Asoquim a los actores de la industria química, se pudo evidenciar que los empresarios del sector no tienen las mejores previsiones para el último trimestre del año, que usualmente es el más activo, debido al aluvión de consumo que suele producirse por navidad.
De acuerdo con los datos arrojados por esta medición, la percepción optimista que mostraban los empresarios del sector en los primeros meses de 2022 ha cambiado. En el tercer trimestre, solo 45,9% de los consultados consideran que la situación económica del país será mejor en comparación con 52,5% que se registraba en el lapso anterior. De igual forma, se observa que 51,4% cree que la situación de la industria mejorará en el próximo año, en contraste con 58,4% que en el trimestre anterior apostaba por una recuperación del sector en el 2023.
Este pesimismo con respecto al desempeño de la economía y de la industria tiene mucho que ver con la pérdida del poder adquisitivo del venezolano, pues si la demanda de bienes y servicios no incrementa, las empresas no pueden aumentar su producción.
Esto lo explican los resultados de la encuesta, pues los empresarios también redujeron sus esperanzas en un aumento de ventas y de producción para el cierre de 2022.
«La pérdida del poder adquisitivo de la población ha incrementado la caída en la demanda interna lo que generó que la expectativa de aumento de ventas para el cierre de 2022 pase de 91,7% en el segundo trimestre a 81,1% en el tercer trimestre. Con la producción se observa una situación similar, al moverse de 85,2% la posibilidad de aumentar mucho a 76,9%», resalta la nota de prensa de Asoquim.
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A esto se agrega que 76,9% de los consultados señaló que su capacidad utilizada se mantiene entre 0% a 40%, cuando lo ideal es que las empresas puedan trabajar por lo menos a 80% de su capacidad, lo que les permitiría ser más competitivas y ofrecer mejores precios al consumidor y garantizar los beneficios a sus trabajadores.
El presidente de Asoquim, Guillermo Wallis, reflexionó sobre el problema que tiene la industria al producir por debajo de su capacidad instalada, recordando que el proceso productivo se vuelve menos eficiente, los costos se mantienen y por lo tanto el precio de los bienes producidos debe aumentar para que la operación sea rentable.
«Tienes una empresa con una capacidad operativa al 100% que genera gastos de mantenimiento, costos, pagos a trabajadores, entre otros; de repente un día, pasas de utilizar ese 100% de tu capacidad a solo 20% y aunque tienes menos actividad, debes seguir haciendo mantenimiento de las instalaciones, de la maquinaria, electricidad. Es decir, aunque produzcas y vendas menos, los costos se mantienen y eso le resta competitividad», razonó.
En este sentido, el gremialista sostiene que es necesaria una política gubernamental que incentive la producción nacional, para lo que se necesitaría remover normativas actuales e implementar medidas que fortalezcan a la industria.
Algunas de las medidas sugeridas por Wallis tienen que ver con la apertura del financiamiento y de los créditos bancarios, frenar la importación de productos extranjeros que no pagan aranceles y hacer una revisión de los tributos que debe pagar la empresa local.
De igual manera, resaltó que ante esta reapertura comercial con Colombia, es importante tomar medidas para que la nueva relación con el país vecino no afecte a la industria. Por lo tanto, es necesario incorporar un marco regulatorio con condiciones justas para el industrial venezolano, en lugar de facilitar únicamente las importaciones colombianas.
«Wallis resaltó que lo importante es que se logre un marco legal que permita a la industria química y petroquímica nacional competir en igualdad de condiciones con el sector productivo colombiano, retomando la institucionalidad y legalidad del comercio binacional, para poner freno al contrabando, producto del cierre de la frontera», precisó la nota de prensa.