Expertos recomiendan tener “paciencia estratégica” en negociaciones con Maduro
Uno de los puntos a superar por los líderes de la oposición venezolana son las asperezas y parcialidades. El régimen de Nicolás Maduro también debe superar la polarización para mantenerse como una opción en una eventual transición democrática
El proceso de negociación que se realiza en Barbados entre actores políticos venezolanos y bajo la mediación del gobierno de Noruega es uno de los cuatro procesos que se han realizado desde 2014 en el país. Mientras la representación de la oposición va cambiando las caras cada año, Nicolás Maduro ha logrado consolidar una estrategia que quiere evitar Juan Guaidó.
Durante una conferencia de prensa en el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), los expertos norteamericanos Abraham Lowenthal y David Smilde recomendaron a la oposición, liderada por Guaidó, tener “paciencia estratégica”, pues las transiciones democráticas “no son fáciles ni rápidas” y probablemente esta sea la situación venezolana.
Abraham Lowenthal, profesor emérito de la Universidad del Sur de California y experto en transiciones democráticas, explicó que nadie puede predecir cómo y cuándo va a terminar la crisis que padecen los venezolanos, por lo que es necesario apoyarse en este nuevo esfuerzo de la comunidad internacional, que ha sido “concertado y sostenido”, para transitar por el camino de la negociación.
“De ningún lado del poder tienen el apoyo suficiente para terminar la crisis”, afirmó Lowenthal. La oposición venezolana parece entender que una intervención militar internacional no es la vía para solucionar el conflicto, mientras que el régimen de Maduro se enfrenta a la polarización que promovió su predecesor Hugo Chávez durante su permanencia en el poder.
A pesar de reconocer el pesimismo de un sector de la población sobre una negociación, y otra parte que aguarda por una intervención militar, reiteró que estos procesos no son de rápida resolución.
Para ello, Lowenthal consideró que es necesario tener “paciencia estratégica”, crear espacios para la reconciliación y conversaciones discretas aun cuando la confrontación política está en su punto máximo.
El profesor de la Universidad del Sur de California también destacó la necesidad de evitar posiciones maximalistas, pues la oposición no puede ni debe esperar resultados demasiado rápido. “En algún punto tendrán que aceptar logros parciales o poco satisfactorios. Además hay que darle incentivos al régimen para negociar, dar esperanza creíble que garanticen la negociación siempre bajo el marco del Estado de Derecho”.
Otros de los puntos que deben ser considerados en este nuevo proceso de Barbados es la posibilidad de establecer una autoridad transicional que incluya a ambas partes en disputa del poder, además de promover una visión creíble a futuro, y que sea atractiva para la población.
“La negociación debe primero buscar las coincidencias antes de resolver las diferencias con las que ambas partes fueron a Barbados (…) Puede ser que los asuntos delicados no sean resueltos en primera instancia, pero deben lograrse en el tiempo”, dijo el experto en transiciones.
La justicia transicional es otro de los puntos que debe incluir estas negociaciones, a juicio de Lowenthal, quien puso como ejemplo el caso de Chile y la decisión del expresidente Patricio Aylwin, primer mandatario democrático tras la dictadura de Augusto Pinochet, de que se siguieran investigaciones y juicios a los señalados por graves violaciones a los derechos humanos.
“La situación en Venezuela es grave, se ha demostrado una violación a los derechos humanos, hay muchos preso políticos, denuncias de que algunos han sido torturados”, dijo Lowenthal, aunque “esa posición de que no se puede negociar con torturadores es entendible pero contraproducente. Ha habido países con situaciones peores y que lograron transiciones exitosas”.
Liderazgo opositor
El profesor Abraham Lowenthal dijo que es necesario que los líderes de la oposición limen sus asperezas y parcialidades con el objetivo de no dinamitar a futuro los acuerdos a que se puedan llegar en esta mesa u otros procesos de negociación.
“Es necesario aceptar liderazgos que unifiquen dentro de la oposición”, sentenció el experto, quien valoró de forma positiva la labor de Juan Guaidó para unificar a los detractores del proyecto chavista, aunque no ha terminado de concretar todos los apoyos a su alrededor.
Por su parte David Smilde, asesor principal de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) y profesor de la Universidad de Tulane (Estados Unidos), resaltó que en los últimos 20 años ha habido un exceso en las aspiraciones de los liderazgos de oposición, que han jugado en contra.
Smilde señaló que esta negociación será más difícil y el reto de Guaidó será explicar a los sectores radicales este proceso y que sea aceptado por las partes. “En cambio para el gobierno de Maduro el problema es que sus aliados acepten una elección presidencial anticipada”.
El asesor de WOLA considera esencial que en estos acuerdos, además del tema electoral, se trabaje en la crisis actual, “en alivios económicos a la escasez. Eso puede generar confianza en la población”.
Intervención e intereses externos
La posibilidad de un escenario que involucre la actuación de fuerzas militares extranjeras es otra de las posibilidades que se han planteado en la crisis venezolana, pero ambos especialistas lo ven poco probable según las declaraciones de países cercanos a los actores políticos del país.
El profesor Lowenthal recomendó que en una eventual transición las fuerzas de seguridad deban ser restauradas y colocadas bajo el mando de la autoridad civil democrática.
Hacer una intervención militar en Venezuela no es poca cosa, es un país grande, complicado, mencionó Lowenthal, al tiempo que dijo en Latinoamérica no hay una nación con capacidad para realizar este tipo de acciones.
“Estados Unidos sí, aunque no tiene la voluntad. Ellos entienden que no pueden entrar en una situación complicada sin posibilidades rápidas de éxito. Además no es un tema popular en ese país si no se trata de una amenaza inminente a su seguridad, no para resolver los problemas de otro país”, señaló el experto en transiciones.
Además, afirmó que es un hecho que los actores internacionales tienen intereses sobre Venezuela, más allá de la resolución del conflicto político, aunque dijo que no se deben considerar como un peligro, sino explorarlos.
“China apoyaría una solución negociada debido a intereses económicos. En el caso de Cuba, sus intereses son estabilidad en la región, respeto a la soberanía y seguridad energética, que puedan acceder a la compra de petróleo a precios económicos. No es descabellado que apoyen esto”, dijo Lowenthal.
Según el profesor de la Universidad del Sur de California, el objetivo de los rusos es mostrar su importancia en el contexto global, mientras que para los países latinoamericanos es importante estabilizar la situación venezolana y frenar la migración.
Por último, los objetivos de Estados Unidos son lograr una estabilidad en la región para restaurar un intercambio comercial.