Murió líder del Estado Islámico durante un operativo de EEUU en Siria
El intercambio de información entre Ankara y Washington habría sido vital para dar con el paradero del fugitivo, gracias al avance militar que efectuó Turquía contra los kurdos al norte de Siria
El líder del Estado Islámico que se autoproclamó el Califa de los musulmanes al anunciar la creación del califato en 2014, Abu Bakr al-Baghdadi, falleció este domingo 27 de octubre como resultado de un operativo efectuado por las fuerzas de Estados Unidos, con la colaboración de Rusia, Turquía e Irak.
De acuerdo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al-Baghdadi detonó un chaleco con explosivos mientras las fuerzas especiales hacían su incursión en el lugar donde se escondía. «Murió como un cobarde», señaló el mandatario norteamericano.
«Estados Unidos anoche logró que el terrorista número esté muerto. Se trata del fundador de ISIS, la organización terrorista más brutal y violenta. EEUU ha estado buscándolo durante muchos años», precisó Trump.
El discurso de Trump dejó ver que el fugitivo murió mientras intentaba escapar por un túnel. Cuando se vio rodeado por las fuerzas especiales estadounidenses, accionó su chaleco explosivo para acabar con su vida, mientras le acompañaban tres de sus hijos. No hubo bajas militares.
Pese a que su cuerpo quedó «mutilado» por la explosión, los correspondientes estudios de ADN habrían confirmado la identidad del líder islámico.
Trump también reveló que la operación le permitió a Estados Unidos recolectar información sensible sobre los planes que tiene el Estado Islámico de cara al futuro.
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El operativo
La decisión de capturar finalmente a al-Baghdadi, quien se encontraba fugitivo desde que Estados Unidos declarase la victoria sobre el «califato» a inicios de año, se tomó una vez que detectaron su ubicación.
A diferencia de lo que creían las autoridades estadounidenses, al-Baghdadi no se encontraba en la frontera entre Siria e Irak, sino en la provincia de Idlib, al noroeste de Siria.
A inicios de mes, Turquía inició una ofensiva militar contra los kurdos en el norte de Siria. El intercambio de información entre Ankara y Washington habría sido vital para dar con el paradero del fugitivo.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), helicópteros estadounidenses dejaron comandos en la provincia de Idlib, donde se encontraban «grupos cercanos al Estado Islámico».
Los ataques aéreos dejaron nueve muertos en la provincia. Según testigos de los hechos, los helicópteros estadounidenses dispararon contra una casa y un automóvil, y posteriormente se produjeron ataques de aviones.
«Los aviones volaban a una altura muy baja, provocando gran pánico entre la gente», relató a AFP Ahmed al Hassaui, un residente de Idlib.
La operación inició poco después de media noche y se extendió hasta las 3:30 am, aproximadamente. Pocos momentos después, Trump adelantó la noticia con una publicación en Twitter. «Algo muy grande acaba de pasar», dijo.