Familia de tachirense desaparecida denuncia secuestro en caso de naufragio en Güiria
Joven tachirense desaparecida en el más reciente caso de supuesto naufragio, aseguran que fue contactada para trabajar en un resort. El dueño alquiló la lancha a un grupo que se encargaría del tralado
Por Rosalinda Hernández C.
Kelly Zambrano, de 19 años, estudiante de psicología, es tachirense y forma parte de una lista de al menos 22 pasajeros que ocupaban la embarcación que zarpó durante la tarde del pasado jueves 16 de mayo desde Güiria con destino a Trinidad y Tobago, y hoy se encuentra desaparecida.
Amigos y conocidos de la joven oriunda de Rubio, además de sus familiares, se encuentran consternados ante la noticia de la desaparición, y aseguran que los operativos desplegados por Protección Civil han sido infructuosos para dar con el rescate y no se ha podido suministrar mayor información de la que ya se conoce.
“Lo último que nos han dicho es que necesitaban apoyo aéreo. Ellos no pueden conseguir nada porque la embarcación está secuestrada. Están manejando la situación como si se tratará de un naufragio y no lo es”, denunció un allegado a la familia de Kelly Zambrano
Un allegado a la joven desaparecida que prefirió permanecer en el anonimato, dijo a TalCual que el caso del segundo naufragio conocido con venezolanos que viajaban hacia Trinidad y Tobago está envuelto en una serie de dudas y confusiones que hacen pensar que no se trata de un simple accidente.
“Hemos sabido que la embarcación no estaba a cargo de su propietario, la alquiló a un grupo de personas que se encargaría de llevar a los pasajeros, entre ellos el capitán. Lo que manejamos es el secuestro de la embarcación. El modus operadi es el mismo: desaparecen todos, luego aparece el capitán, a los días otros más de la tripulación. Aparecen puros hombres, las mujeres no. Presumimos que es un asunto de trata de blancas o algo ilegal. No hay otra razón”, relató la fuente.
Muchos intentos
La joven tachirense había dejado los estudios de psicología pues cada día se le hacía más difícil el pago no solo de la universidad sino todo lo que implica traslados, material de estudio y manutención.
Tentada por la idea de trabajar afuera y ganar dólares que pudieran también ayudar a la familia, Kelly acepto hacer el viaje que en más de una ocasión se vio truncado por contratiempos, comentó la fuente cercana a la familia
“La primera fecha que le dieron fue unas cinco o seis semanas atrás, coincidió con el primer naufragio. La fecha acordada para viajar estaba muy encima y no pudo salir de San Cristóbal para Puerto La Cruz, luego a Cumaná y finalmente a Güiria. Para el 27 de abril le propusieron de nuevo el viaje y tampoco pudo irse, finalmente salió el día de las madres”.
La tachirense que hoy se encuentra desaparecida en altamar salió de Rubio el pasado domingo 12 de mayo acompañada de la madre y algunos familiares a San Cristóbal. Zarparía el martes 14 de mayo pero no fue hasta el jueves 16, fecha en la que salió la embarcación con el rumbo fijado.
“Tuvo un viaje tranquilo. Avisó al llegar a Valencia y a Puerto La Cruz. Luego cuando llegó a Cumaná nos dijo que no viajaría hasta Güiria porque ya era de noche, se quedó en un hotel. El martes temprano cuando iba en el camino a Güiria, nos hablamos. En la noche supimos que hubo un inconveniente y no pudieron salir, el miércoles tampoco se hizo el viaje. El jueves cuando nos hablamos dijo que se sentía mal y que si ese día no salían haría lo posible y se regresaba al Táchira. Finalmente el jueves embarcaron”.
La desconfianza marcó el viaje
La familia Zambrano desconfía de la persona que esperaba a Kelly en la isla de Trinidad y Tobago. Se trata de una joven que convenció a la tachirense de conseguirle un “buen trabajo” en las instalaciones de un hotel resort, donde se garantizarían ingresos hasta de 1.000 dólares semanales.
“A la muchacha la conoció en la universidad, compartieron residencia. Ella hace meses atrás le propuso irse a trabajar afuera. Le pintó un mundo de colores, la endulzó. Le dijo que trabajaría en un resort, que podía tomar hasta tres jornadas laborales en un día y así ganarse unos 1.000 dólares a la semana. Por eso Kelly aceptó, a pesar que desde lo más profundo de mi corazón yo no quería que se fuera”, relata la fuente cercana a la joven, quien le acompañó hasta la capital de Táchira.
Reveló que el viaje realizado por la tachirense corrió por cuenta de la joven que la esperaba en Trinidad y Tobago. “En el terminal terrestre de San Cristóbal la esperó una hermana de esa muchacha, nos pagó los 40.000 pesos (80.000 bolívares) que cobró el carro que nos llevó desde Rubio. Le dio el ticket, además de 100.000 bolívares en efectivo y una cantidad de dólares que no precisé. Los dólares eran para pagar el peñero”.
La última vez que los familiares de Kelly Zambrano tuvieron comunicación con ella fue a las 4:30 de la tarde del jueves 16 de mayo. “Ya estoy montada en la lancha. Comuníquese con mi amiga y dígale que estamos saliendo y que llegamos a la hora (8 de la noche) que ella estimó”
Cerca de las 11:30 de la noche, trataron de establecer contacto con la persona que la esperaba en Trinidad y Tobago pero no respondió los mensajes. Al día siguiente, nuevamente la contactaron y al fin respondió: “estoy en el muelle esperando y no han llegado. Llamé al señor del barco y me dijo que se devolvieron porque hubo un problema”, afirma que respondió el contacto en Trinidad.
Al paso de las horas creció la incertidumbre. Los familiares de Kelly obtuvieron el número de teléfono de quien se suponía llevaba la embarcación. “Esta persona no nos quería atender. Nos dijo que estaba en una reunión, cosa que nos parecía rara ¿una reunión en altamar? Ahí descubrimos que el dueño de la lancha no era quien la manejaba, él la alquiló”.
En el ambiente familiar existe no solo tristeza, también un sinfín de incógnitas que nadie responde, aseguran que el misterio rodea lo que han llamado un “supuesto naufragio”
“La manera tan natural que ha asumido la tragedia la chica que le buscó el trabajo a Kelly deja mucho que pensar. No es que queremos que se corte las venas, pero al menos que se tome la molestia de preocuparse por lo sucedido…solo dice que ella (Kelly) está bien”, añadieron los cercanos a la desaparecida.
Por lo pronto, las autoridades nada informan sobre el supuesto naufragio, el segundo que se conocer ocurre en Sucre en menos de un mes, y que ha despertado las alarmas pues todo parece indicar que se trata de bandas que trafican con personas en la región.