Familiares denuncian hacinamiento y enfermedades en calabozos del Cicpc en Maturín
En Venezuela hay un aproximado de 500 calabozos, donde se registran altos índices de hacinamiento y enfermedades, según Una Ventana a la Libertad. De 284 calabozos policiales revisados por la ONG, su capacidad instalada es de 9.553 presos, pero para el segundo semestre de 2022 se registraron 16.837 detenidos (176,25%).
José Ignacio Piñango | Radio Fe y Alegría Noticias
Los familiares de los detenidos en los calabozos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), delegación Maturín, denunciaron a Radio Fe y Alegría Noticias las condiciones de hacinamiento y la proliferación de enfermedades de la piel que hay en ese centro de reclusión.
Detallaron que alrededor de 400 detenidos están dentro del recinto cancelario, quienes han padecido de tuberculosis, escabiosis y los llamados «nacidos» (celulitis) en la piel, debido a la insalubridad del sitio.
Uno de los familiares consultados, que no quiso dar su nombre por temor a represalias, dijo que los reclusos tienen que turnarse para poder sentarse o dormir un rato.
En Venezuela hay un aproximado de 500 calabozos, donde se registran altos índices de hacinamiento y enfermedades, según Una Ventana a la Libertad. De 284 calabozos policiales revisados por la ONG, su capacidad instalada es de 9.553 presos, pero para el segundo semestre de 2022 se registraron 16.837 detenidos (176,25%).
Yaritza Veliz, madre de uno de los detenidos, dijo entre lágrimas que no hay un solo día que no vaya a llevarle alimentos a su hijo que está en los calabozos.
«Estoy denunciando porque a mí me duele mi hijo. Ellos son seres humanos y se les debe tratar bien. No es justo que ellos pasen más de mediodía sin comer nada, queremos que la ministra venga a atender directamente esta situación. Queremos que sean atendidos y tratados dignamente», expresó.
*Lea también: Lo que sucede en calabozos policiales es un reflejo del país, asegura ONG
En este sentido, la señora Ricxy Girott aseguró que algunos de los que saben que están enfermos, no se les garantiza el tratamiento médico.
«Solo le llevan al hospital cuando ven que se está muriendo el muchacho. Hay muchos detenidos que no pueden caminar de lo enfermo que están. No pueden dejar a esos presos a la buena de Dios», opinó Girott.
Además, señaló que lo mismo ocurre en los tribunales, porque al familiar de Girott le han diferido la audiencia 11 veces. «Si no es porque al fiscal le duele la uña, o al juez le duele algo. Es inhumano todo lo que hacen».
Las madres de los privados de libertad hicieron un llamado a la ministra de Servicios Penitenciarios, Myrelis Contreras, para que se aboque en atender estas condiciones «inhumanas». También pidieron a las autoridades en materia de seguridad dar un buen trato a los reclusos de los distintos calabozos que existen en el estado Monagas.