Familiares denuncian torturas y golpizas contra presos del Cicpc El Vigía
En 2020, el Observatorio Venezolano de Prisiones había denunciado golpizas con tablas y tubos contra los presos en el Cicpc El Vígia. En dicha sede policial hay tres celdas, una de mujeres y dos de hombres, en la que se encuentran al menos 65 presos
Un grupo de familiares de presos recluidos en los calabozos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) El Vígia, estado Mérida, denunciaron recurrentes torturas, entre ellos golpizas, contra los detenidos, además del hacinamiento en la sede del organismo policial.
“Cada vez que quieren les hacen requisa, les sacan todo y se los botan, los humillan y además de eso los golpean. Así mismo los sacan de las celdas cuando les provoca o se meten y los golpean hasta el punto que ya casi matan a un muchacho”, dijo un familiar al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Kelmy Villareal Araque, de 24 años de edad, fue una de las víctimas de las golpizas por parte de los efectivos policiales. Fue ingresado al Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula) donde le detectaron un traumatismo abdominal cerrado, que le ocasionó una hemorragia.
Los médicos indicaron que Villareal había perdido al menos tres litros de sangre, y tenía que ser sometido de forma inmediata a una cirugía. El joven también presentó anemia moderada. Un familiar de Kelmy relató al OVP que en la intervención quirúrgica le extrajeron el bazo «porque estaba destrozado, producto de una golpiza».
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Dicho ataque ocurrió la tarde del 31 de mayo, donde fueron agredidos al menos seis detenidos. “Nos llamaron y dijeron que estaba mal de salud (Kelmy), que había sido golpeado en una riña entre reclusos, pero después supimos que no fue así”, aseguraron al OVP.
En tribunales, Villareal señaló a los funcionarios del Cicpc como los autores de su golpiza, pero su declaración fue desestimada, según explicaron los familiares. Un juez acordó su traslado a otra sede policial pero nunca se concretó. El domingo 5 de junio fue trasladado nuevamente a los calabozos del Cicpc El Vigía.
En 2020, el Observatorio Venezolano de Prisiones había denunciado golpizas con tablas y tubos contra los presos. En dicha sede policial hay tres celdas, una de mujeres y dos de hombres, en la que se encuentran al menos 65 presos. Kelmy Villareal se encontraba en una donde estaban 40 detenidos, y ahora fue trasladado a una donde hay más de 10 personas.
Como en otros calabozos del país, a los presos se les niega sistemáticamente un aseo digno, servicios de agua y una alimentación adecuada. «Los presos deben hacer sus necesidades en bolsas. Solo les permiten un pote de un litro de agua, el cual es usado para su aseo personal, consumo humano y necesidades. Las celdas no son aseadas y se deben bañar dentro del mismo calabozo, aunque no hay baño».
Con información de nota de prensa