Familiares denuncian tratos crueles en Yare II: presos pasan hambre y son golpeados
Los familiares, según la denuncia, han sido amenazados para que no hagan pública la situación que están viviendo los presos en este centro penitenciario. El reporte más reciente de Foro Penal da cuenta de 875 presos políticos en el país
Familiares denuncian las condiciones inhumanas y los tratos crueles a los que están sometidos los presos políticos en la cárcel Yare II, ubicada en el estado Miranda.
Según la información publicada este domingo por el Comité por la libertad de los presos políticos (Clippve), los detenidos estarían pasando hambre. La comida, además de «muy mala», es insuficiente y a los familiares le permiten ingresar pocos alimentos cada 15 días.
También denuncian agresiones físicas hacia varios detenidos: «Los presos estarían recibiendo tablazos y agresiones físicas constantes, llegando a presentar extensos hematomas en distintas partes de su cuerpo como consecuencia de estas golpizas».
Los familiares, según la denuncia, han sido amenazados para que no hagan pública la situación que están viviendo los presos en este centro penitenciario.
El Clippve hace un llamado al Ministerio Público y a la Defensoría de Pueblo para que investiguen las denuncias y castiguen a los responsables. «Estas denuncias reflejan posibles tratos crueles, inhumanos y degradantes, prohibidos por la Constitución, el derecho internacional y contrarios a las Reglas Mandela», señala la organización.
A la par, el Comité hace un exhorto a la comunidad internacional, organizaciones de derechos humanos, mecanismos multilaterales y gobiernos democráticos a activar mecanismos de monitoreo para evitar «daños irreparables y garantizar la protección de las personas detenidas por motivos políticos» en el país.
De acuerdo al más reciente balance presentado por la organización Foro Penal, en Venezuela hay 875 personas privadas de libertad por razones políticas. De estos, 83 son de nacionalidad extranjera.
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes «contra el odio», «contra el fascismo» y «contra el bloqueo». Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.




