Fedeagro proyecta soberanía alimentaria para 2028 con inversión anual de $1.500 millones
El Gobierno destina unos $2.500 millones anuales a la importación de productos alimenticios, según estimaciones de Fedeagro, monto que se redirigiría a escuelas u hospitales en caso de que Venezuela dejase de depender de las importaciones
La Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro) estima que, con una inversión anual de $1.500 millones durante cinco años, Venezuela podría conseguir soberanía alimentaria y abandonar su dependencia a las importaciones para abastecerse de rubros esenciales.
El presidente del gremio de productores agropecuarios, Celso Fantinel, presentó este argumento en una entrevista con Unión Radio, al razonar que las inversiones que actualmente se emplean para importar alimentos, podrían dirigirse a otras áreas como la salud o la educación.
«De poder invertir unos $1.500 millones anuales por cinco años, pudiéramos tener soberanía en todos los rubros y empezar a exportar. Ahora estamos importando unos $2.500 millones en alimentos que podríamos invertir en colegios y hospitales», precisó.
Los números de producción de los rubros más importantes para la población venezolana son insuficientes para cubrir la demanda interna del país. De acuerdo con Fedeagro, se estima un 70% en el maíz blanco, un 45% de maíz amarillo, un 50% de arroz y un 60% de caña de azúcar.
Fantinel cree que Venezuela tiene potencial para incrementar su producción y equiparar la calidad y precios de marcas internacionales, siempre y cuando se les otorgue confianza a los productores nacionales y se invierta lo suficiente como para llevar la capacidad de producción al máximo.
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El escenario actual deja lejos un panorama en el que la producción incremente a su máxima capacidad, pues no hay ni siquiera suficiente combustible para operar las máquinas, pues se estima un consumo de aproximadamente 2,5 millones de litros de diésel diarios para que el sector opere a capacidad normal y no hay una planificación que permita garantizar esas cantidades de combustible.
En este sentido, Fantinel hizo un llamado a las autoridades para que revisen los niveles de producción de combustible y consulten con los productores sus capacidades de abastecimiento, pues en estos momentos viven del día a día, dependiendo de sus reservas de diésel.
«Necesitamos un ministerio que vaya a ver cómo están las reservas en nuestros nichos de producción. No podemos vivir en el día a día. Viene un cuello de botella por la necesidad de sembrar 10.000 hectáreas diarias en varios estados y empiezas a ver que necesitas entre 2 y 3 millones de litros diarios», explicó.
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A pesar de las exigencias al Gobierno, Fantinel admitió que en los últimos meses la relación con las autoridades ha mejorado, especialmente a través del Ministerio de Finanzas, que escucha las peticiones de los productores y empiezan a impulsar cambios en la política de importación.
«El Ministerio de Finanzas es mucho más pragmático, con gente capacitada y no puesta a dedo. Había problemas con el tema de los aranceles, de las importaciones, de materias primas que nos pechaban. Hemos ido al ministerio y han ido solventando», acotó.