Fernández asume presidencia de Argentina con la urgencia de resolver la crisis económica
Muchos inversores se han mostrado inquietos por la probabilidad de que el presidente Fernández se vuelque hacia una mayor regulación de la economía, como aplicó su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en su momento
El recién electo presidente Argentina Alberto Fernández, asume este martes como primer mandatario de ese país con la misión de enderezar el rumbo de una economía en crisis que lo obligará a hacer un delicado equilibrio para lidiar con amplias demandas sociales y de inversores, destaca Reuters.
Con la presencia de mandatarios y funcionarios de algunos de los principales socios de Argentina, se prevé que Fernández jure como presidente ante el Congreso la mañana de hoy y que luego tome juramento a sus ministros en la Casa Rosada.
Enfrente, en la histórica Plaza de Mayo, una multitud aguardará con música y festejos las palabras del nuevo presidente.
Con una inflación superior al 50% anual, una economía en recesión y una pobreza cercana al 40%, la renegociación de una deuda pública cercana a los 100.000 millones de dólares -que parece impagable en el corto plazo- será clave para el futuro de su Gobierno.
“El desafío de Fernández pasa por crear las condiciones de confianza en una maniobra rápida para que la economía se ponga en marcha nuevamente, y eso va a depender de lo que haga con la deuda”, señaló a Reuters el analista político Julio Burdman.
Como las discusiones con el Fondo Monetario Internacional (al que Argentina adeuda alrededor de 44.000 millones de dólares) son vitales, Fernández eligió para el Ministerio de Economía a un académico especializado en deuda, Martín Guzmán, un joven discípulo del Premio Nobel Joseph Stiglitz.
Muchos inversores se han mostrado inquietos por la probabilidad de que Fernández se vuelque hacia una mayor regulación de la economía, como aplicó su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, cuando gobernó el país entre 2007 y 2015.
Por otro lado, cualquier ajuste de la economía podría dificultarle mantener la cohesión de la heterogénea alianza de centroizquierda que lo llevó al poder, por lo que se espera un cambio respecto de las políticas de austeridad impulsadas por su predecesor, Mauricio Macri.
Los fuertes sindicatos peronistas reclaman alzas salariales que permitan a los trabajadores recuperar el poder de compra que perdieron en los últimos años por la alta inflación, mientras que las organizaciones de desocupados piden un aumento de los subsidios para los más pobres.
Si la economía no vuelve a crecer, difícilmente Fernández podrá satisfacer todas las demandas.
Sin representación de EEUU
A pesar de que un enviado especial de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone, estaba invitado a la toma de posesión de Fernández, el día del evento no fue visto. De acuerdo con el periódico argentino El Clarín, el diplomático llegó y se marchó el día antes, tras enterarse de que un funcionario chavista asistiría al evento.
De acuerdo con el medio argentino, Claver-Carone se disgustó al saber que el vicepresidente sectorial de Comunicación de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, asistiría al evento. De igual forma, le indignaba la presencia del expresidente de Ecuador, Rafael Correa, y el exmandatario de Bolivia, Evo Morales.
«Desafortunadamente, debido a unas invitaciones y a algunas sorpresas que recibimos al llegar, decidí no ir y me voy temprano. No voy a tener las reuniones de trabajo que tenía programadas para mañana», declaró el funcionario a El Clarín.
Rodríguez posee una orden de prohibición de ingreso a Argentina y otros países de la región como parte de las medidas tomadas mediante el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), mientras que Correa posee pedidos de prisión preventiva en su país.