Fiscalía de España rechaza que se investigue a ministro Ábalos por el «Delcygate»
El Ministerio Público alega ante el Tribunal Supremo de España que las denuncias de VOX y el partido Laócrata no tienen bases concretas
La Fiscalía de España solicitó este martes 27 de octubre al Tribunal Supremo de ese país que no admita las demandas introducidas por los partidos Laócrata y VOX contra el ministro de Transporte, José Luis Ábalos, por haberse reunido con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas en Madrid la noche del 19 al 20 de enero, caso que fue denominado como «Delcygate».
Según un comunicado del Ministerio Público español, envió a la Sala Segunda del Alto Tribunal de ese país un documento en el que se opone a las querellas de estas agrupaciones políticas, quienes le atribuyen a Ábalos un presunto delito de prevaricación -delito que consiste en que una autoridad, juez u otro servidor público dicta una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial a sabiendas de que dicha resolución es injusta y contraria a la ley- al reunirse con Rodríguez, quien tiene prohibida la entrada y tránsito en la zona Schengen debido a las sanciones que pesan en su contra.
Tanto VOX como la tolda Laócrata alegan que Ábalos le dio permiso a Delcy Rodríguez para que atravesara el espacio aéreo de España y que pudiera aterrizar en el aeropuerto de Barajas, pero el Ministerio Público alega que las acusaciones están basadas en informaciones de prensa y en una declaración notariada de un empleado, del que afirma que no se conoce ni siquiera cuál era su puesto de trabajo en la terminal aérea, además que no se concreta la participación del titular de Transporte en sus declaraciones, reseña La Vanguardia.
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Respecto a la prevaricación de la que acusan al ministro, la Fiscalía afirma que «pese a la naturaleza de este delito, los querellantes, al margen de sus opiniones y sospechas, no concretan cuál es la resolución injusta y arbitraria dictada por el querellado, ni cuáles son los indicios de participación del querellado en la decisión que cuestionan», diciendo además que como no hay evidencias concretas de la participación de Ábalos en esas decisiones, pide al Tribunal Supremo que la desestime, aunque sin que perjudique el avance de la causa en el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid.
En esa causa ya están Vox y Laócrata tras depositar las respectivas fianzas impuestas por el juez para poder ser acusación popular en el procedimiento, mientras que el PP está pendiente de que la Audiencia Provincial de Madrid resuelva sobre el recurso que interpuso contra la fianza que le pidió el magistrado.
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En septiembre, el Tribunal Supremo de España reactivó el «Delcygate» tras meses de parálisis, ya que se esperaba un pronunciamiento de la Fiscalía y la designación de un instructor por parte del máximo tribunal de ese país para que la causa pudiera andar de forma oficial. Fuentes jurídicas recordaban entonces que el Real Decreto del Estado de Alarma, aprobado el 14 de marzo por el gobierno, paralizó los plazos procesales, que se mantuvieron congelados hasta principios de junio.
En julio, los ministerios de Transporte y de Asuntos Exteriores de España se negaban a facilitar información de varia documentación relacionada con el «Delcygate», como lo son por ejemplo los permisos de sobrevuelo o los planes de vuelo de la aeronave que llevó a la vicepresidenta venezolana a Barajas, alegando que es información clasificada.
Los documentos solicitados son considerados como «secretos» y estos podrían dar luces sobre quién autorizó el ingreso de la aeronave que transportaba a Delcy Rodríguez a España la madrugada del 19 de enero, justo cuando se sabía por parte de las autoridades que sobre la dirigente chavista pesan unas sanciones que le impiden pisar o sobrevolar territorio Schengen.
La reunión Ábalos-Rodríguez se dio en la víspera del viaje que tenía previsto realizar el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, reconocido por España y otras 50 naciones como presidente encargado de Venezuela a Madrid, donde esperaba ser recibido por Pedro Sánchez pero en su lugar, lo hizo la canciller Arancha González Laya.
