Fray 7.0 invita a vivir el evangelio en redes y más fieles se acercan al templo
Fray Luis Antonio Salazar, conocido como flas 7.0 en Instagram, es el párroco de la Iglesia Nuestra Señora de La Chiquinquirá que explica el evangelio en redes sociales con frases y ejemplos cotidianos. El mundo 2.0 es el abreboca de una exhortación religiosa cuyo fin último es que más gente vaya a la misa
Por Yolanda Ojeda Reyes
La explicación de “aquellos días y aquel tiempo” se hace interesante con Fray Luis Antonio Salazar, el párroco de la Iglesia Nuestra Señora de La Chiquinquirá de Caracas quien en la homilía usa palabras sencillas para que la gente comprenda a plenitud lo que quisieron decir los santos Lucas, Mateo, Marcos y Juan.
“Lo que estamos es respondiendo al mandato de Jesús que nos dijo: vayan y anuncien el evangelio y cada uno lo hace a su manera. A mí se me da esta forma, sin posturas y muy carismático, como me dicen algunas personas” . Fray Luis es conocido en Instagram como Flas 7.0.
En redes sociales tiene una sesión de “vivir el evangelio”. Allí “hablo en 1 minuto o menos es como un complemento o una exhortación religiosa,”. No hace una invitación expresa a ir a la iglesia, su sello personal busca despertar la curiosidad con las herramientas propias del mundo online “Que vengan cuando quieran, esta es su casa”.
Este fraile capuchino alborota el “púlpito” en las redes sociales, con un efecto colateral muy positivo por la cantidad de gente, de todas las edades, que se viene observando en la iglesia.
Muchos niños y jóvenes están yendo a la misa del domingo y su popularidad en redes no pasa en vano, la mayoría se quiere tomar fotos con él. Abraza, saluda y habla con todo aquel que se le acerca, y le da la bendición terminando con su slogan “paz y bien”, el cual usa en sus redes sociales y en el inicio de la homilía.
A los pequeños que se preparan para la primera comunión les habla con mucho cariño, pero con firmeza, “ummm ese Gloria no está bien rezado, a practicar más mis hijos, me están diciendo uuuuu chacarrón…Se tenía que decir y se dijo”, una frase muy popular utilizada en memes en redes.
Hay un arte y ciencia para predicar el mensaje de la palabra de Dios, conocida como homilética y eso está vigente. No se discute y se respeta. “A los capuchinos se nos forma para dar una buena homilía pero yo soy muy espontáneo y muy maracucho, esa es mi esencia”.
Cuando estudiaba teología en la UCAB un profesor le dijo que tenía que cambiar su forma de decir las cosas porque no solo le iba a predicar al pueblo maracucho. “Tienes que mostrar más neutralidad”, le sugirió el catedrático, pero “no se me da y cuando lo intento se me nota”.
La gente espera con mucho interés su homilía, o sermón para que, por ejemplo, diga porque se nombra al rey de Salem Melquisedec en la lectura del libro de Génesis el día de Corpus Cristi. Y como “en aquel tiempo” del evangelio le permite reflexionar sobre el episodio de la multiplicación de los panes, “se lee panes, panes…insiste”. Y la risa se apodera del templo.
Lógicamente sigue al pié de la letra el formato tradicional de la misa, pero los “intercalados” de la misma suelen ser distintos por la forma de invocar las palabras. Los feligreses van “anotando” cada una de sus enseñanzas y se anticipan, como ocurrió cuando la gente de una vez se tomó de las manos, sin haber llegado la oración del Padre Nuestro. Y dijo “ahora se quedarán con las ganas de saber qué iba a hacer hoy”.
Una vez cuando llegó el momento de “Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: La paz os dejo, mi paz os doy” y el “Daos fraternalmente la paz” dijo “dense un amapuche de paz”. En otra repitió la opción tradicional. Nunca es igual. No es un guión. Cada misa tiene un matiz, especialmente la de los domingos a las 12:30 pm.
El “no tomes en cuenta nuestros pecados…”, es igual para él predicar en algún momento “Papá Dios no se te ocurra mirar nuestros pecados…”
Antes de terminar la eucaristía ofrece información sobre la “olla milagrosa”, en donde se entregan casi 700 comidas los sábados en la parroquia. Siempre pide colaboración y deja colar su gentilicio: “Vamos a dar pasta, pero traigan de la corta porque la otra es un mollejero”.
Es capaz de decirle a la gente “pichirre” porque no ha colaborado para las comidas ni para las obras de la iglesia o recordar que el “rancho está en la cabeza” porque una señora no quiso compartir su pan bendecido un día de San Antonio, y nadie se pone bravo. “Pero por supuesto hay gente que no le gusta lo que hago, yo no soy monedita de oro”, dice.
Si “caza” a algún parroquiano con el celular detiene la misma y espera que la persona lo guarde: “Muchas gracias”. Un señor comentó a la salida:“no te pude atender, el cura se pone bravo si uno saca el teléfono”.
Habla de los santos con mucha cercanía y le pide a las mujeres que no volteen la cabeza del “pobre San Antonio” para conseguir novio, una oportunidad para explicar de dónde viene esa creencia.
Otro episodio con San Antonio de Padua, teniendo como protagonista un burro, le permite significar la importancia de arrodillarse ante el Santísimo Sacramento.
Cuando llega “este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, dichosos los invitados a la cena del Señor” es el momento cumbre en donde señala que “entre mis dedos tengo el cuerpo y la sangre de Jesús”. El silencio se apodera del lugar de una manera sepulcral.
En la celebración de Pentecostés explicó que el Espíritu Santo bajó como una luz que se juntaba lo que asemejaba una paloma, según el evangelio, “pero si salen pensando que es una paloma, no hemos hecho nada”.
A través de sus redes sociales puede “atajar” cierta ignorancia como ocurrió en Corpu Cristi que puso en Instagram que iba a ver una minerva (procesión) y alguien le preguntó, “Padre ¿quien es Minerva”? para luego agregar…”no es la señora de la esquina”, y todos rieron. Un momento de relax.
Hace preguntas al “público” y recuerda que hace dos domingos explicó esto y aquello ¿quien se acuerda?, si hay silencio vuelve a dar la lección y sí ve que la gente responde su rostro de satisfacción es innegable.
Cuando invita a tomar asiento, dice, “bueno a sentarse toda la gente bonita y buena “ y siempre en tono jocoso indica “ ¡aja! se creen el cuento, nadie se queda parado”.
Dejó a su novia…
En 2014 en la Catedral de la Chinita se hizo sacerdote siendo el primer cura capuchino maracucho. Obtuvo la licenciatura de Teología de la Universidad Católica Andrés Bello ese mismo año y la de Filosofía en 2007.
Nació en 1985 y no se considera un millennial, porque esos son los que nacieron a partir del 2000 y además “conocí el betamax, VHS y el televisor rabo largo”, pero usa las herramientas de esa generación
Creció en un hogar católico practicante de misa dominical y de rezar el rosario. Desde pequeño fue muy religioso. En abril de 2003 fue a un taller con los capuchinos y allí dijo “Esto es lo que quiero… No se me apareció Dios, pero vi señales y finalmente encontré plenitud y mi novia lo entendió”.
En redes
El Fraile está en Instagram desde 2015 y Facebook desde 2007. Twitter lo comenzó a utilizar en 2018 y es más bien para frases o reflexiones. En Instagram la plataforma que más mueve tiene 79.400 seguidores. La gente le agradece en sus comentarios. Flas 7.0 explicó en 35 segundos que significa INRI. Una señora le dijo que nunca lo había escuchado.
“Cuando estudié para coaching entendí que uno tiene que dar lo mejor, por eso preparo el sermón y no ofrezco en la olla milagrosa un pedazo de arepa fría. En fin a Dios no le sirven los mediocres. No le gustan los tibios”.
Respeta los dogmas y las tradiciones de la iglesia y por eso no hay una confesión digital, “hermano porque el sacramento dice que es presencial”.
…Según Fray Luis
2.0: 7.0
Homilía: Enseñanza
Liturgia: Respeto
Pulpito: Aprendizaje
El evangelio según….El amor
Chinita: La mejor de todas
Jesús de la Misericordia: Perdón
Venezuela: Libertad
Pan y Vino: Sacrificio
Milenial: Diferente
Teología: Ser buenos
San Antonio de Padua: Teólogo
Santisimo Sacramento: Asolutamente todo
En aquellos días… vive el amor
En aquel tiempo… se hizo la eternidad
Hasta el pie de página de la Biblia
La jerarquía de la Iglesia católica en Venezuela nunca lo ha criticado y más bien ha tenido varios feedback. Se prepara para cada homilía, aunque cuenta con una base de teología “muy buena gracias a la Universidad Católica Andrés Bello de la cual estoy orgulloso”.
Prepara el evangelio y además se concentra en el foco principal para sus plataformas online. Lee las notas de pie de página de la Biblia, complementa con libros, busca en Internet y hace su reflexión. “Tengo que aceptar que de mi boca salen cosas que no he preparado, pero allí está el Espíritu Santo y siempre surge una verdad”.
Algo más de su vida
Fray Luis aclaró que no fue modelo, como se ha dicho, sino que cuando tenía 17 años participó en un reality show “Hasta el límite” de Venevisión. Su equipo perdió, pero él ganó porque lo llamaron para co-animar la serie. Luego fue invitado a participar en un casting para el Chico Zulia y tuvo la banda de Chico Mara, pero a los cinco días, por desacuerdos con los organizadores la entregó, además dijo “esto no es lo mío” .
Hizo vida activa en las protestas políticas desde 2007 cuando cerraron Radio Caracas Televisión. El 1 de mayo de este año tuvo una gran proyección porque asistió a las personas asfixiadas por los gases que lanzaron los policías en la concentración cerca de la iglesia en La Florida. Siempre aboga y reza por un país libre y próspero, como lo hizo en la última Misa Solemne del Sagrado Corazón de Jesús.