Fuerzas Armadas de Bolivia impusieron la autonomía que opositores exigen a la FAN
El analista José Alberto Olivar señaló que el expresidente Evo Morales, aunque lo intentó, no logró calcar el Estado Cuartel de Chávez. El vicealmirante retirado Jesús Briceño García sostuvo que, para preservar la institucionalidad, los militares bolivianos se mantuvieron como una fuerza regular. Mandos venezolanos rechazan lo que califican como un golpe de Estado
Las Fuerzas Armadas de Bolivia fueron uno de los actores clave en la renuncia del expresidente Evo Morales, luego de que el Alto Mando de ese país “sugirió” la dimisión del mandatario. El desempeño castrense, de acuerdo con analistas, fue impulsado por su autonomía institucional y su concepción doctrinaria. Además asumieron el proceder que la oposición ha solicitado a la Fuerza Armada Nacional (FAN) desde que inició su lucha por el cese de la usurpación en enero de 2019.
Los expertos consultados por TalCual señalaron que el modo de empleo y la concepción estratégica diferencia a las Fuerzas Armadas Boliviana de la organización castrense venezolana.
Para el vicealmirante retirado Jesús Briceño García, excomandante general de la Armada, la ecuación está clara: la estructura de comando directo, en Bolivia, es con el ministro de la Defensa y corresponde a la estructura de una fuerza regular. Mientras tanto, en el caso de la FAN, la concepción se basa en la estructura de una fuerza irregular y en la unión cívico militar.
“En Bolivia, las Fuerzas Armadas no tienen los parámetros que nosotros tenemos ni esa contaminación de tener un Comando Estratégico Operacional, allá la doctrina de los comandantes de fuerza está fuera de todo elemento político. Además, contrario a Venezuela, el concepto de Estado es permanente”, indicó.
Según Briceño García, aunque políticamente se definan como antiimperialistas, las Fuerzas Armadas de Bolivia no asumen esta naturaleza en la práctica.
“Cuando uno lee la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional puede visualizar la desinstitucionalización a la cual ha sido sometida la organización. En Bolivia, las Fuerzas Armadas reaccionaron después de mucho análisis, cuando comprendieron que el presidente Evo Morales estaba causándole daño a la población y tomaron la decisión de pedirle la renuncia. La FAN, a pesar de ver a nuestro pueblo sufriendo la agonía de una destrucción sistemática de vida, bienes y sistema de producción, apoya el castrocomunismo, violando todo concepto estratégico con el cual se deriva la actuación de una organización castrense”, enfatizó el vicealmirante retirado Jesús Briceño García.
Por su parte, el investigador José Alberto Olivar explicó que Evo Morales intentó, infructuosamente, “calcar el modelo de Estado Cuartel con el que Hugo Chávez si tuvo éxito en imponer en Venezuela, gracias a su condición de militar y la influencia que llegó a ejercer sobre las nuevas promociones a las instruyo directamente en los años previos al 4 de febrero de 1992. Los cambios que Morales pudo llevar a cabo, no alteraron en lo absoluto el sustrato ideológico y racial que desde su fundación le ha sido intrínseco a la oficialidad boliviana”.
El académico expresó que, aunque el ahora expresidente de Bolivia sostuvo con el sector castrense “una utilitaria alianza estratégica”, no logró que la cultura aymara y quechua se asentará con fuerza en los mandos. Tras los hechos que condujeron a la renuncia de Evo Morales, el analista castrense identifica un comportamiento signado por la autonomía institucional de las Fuerzas Armadas de Bolivia.
“Las secuelas de los hechos de 2003 cuando militares bolivianos recibieron la orden de reprimir duramente las protestas indígenas contra el gobierno de Sánchez de Losada, que implicó el posterior enjuiciamiento por los excesos cometidos, muy probablemente incidieron en la decisión del alto mando de sugerir la renuncia de Morales. Eso fue el fin de esa alianza estratégica. Un hecho revelador de ese margen de autonomía política que detentaron los militares bolivianos, se puso de manifiesto en 2008 cuando respondieron institucionalmente rechazando la velada amenaza de Chávez de intervenir en Bolivia si Morales era desalojado del poder”, subrayó.
Olivar va más allá para puntualizar que “no se trata de principios doctrinarios o éticos, sino de utilitarismo en su máxima expresión. Todo indica que así fue, Fujimori lo hizo con los militares peruanos después de su autogolpe. Y Chávez-Maduro han sido el modelo perfecto de dominación y reciproco utilitarismo”.
El investigador refirió que que tanto las Fuerzas Armadas de Bolivia como la FAN son estructuras sobre las que, históricamente, ha permeado tendencias pretorianas de ejercer un rol tutelar sobre la conducción política del Estado.
La actuación de las Fuerzas Armadas de Bolivia frente a la crisis institucional generada en su país, tras las elecciones presidenciales del 20 de octubre de 2019, según argumentaron los jefes castrenses, basó en el artículo 20 de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas de la Nación. Esta norma concede atribuciones al Alto Mando para definir los principios básicos doctrinarios que rigen la vida institucional de las Fuerzas Armadas, analizar las situaciones conflictivas internas y externas, para sugerir ante quien corresponda las soluciones apropiadas; y fiscalizar el manejo de los recursos financieros y el patrimonio castrense, entre otras funciones.
Independencia operativa
El general retirado Gonzalo García Ordóñez, exjefe del Comando Unificado de la Fuerza Armada Nacional, identificó, al igual que los otros analistas, la independencia del sector castrense boliviano.
“El Alto Mando en Bolivia tiene autonomía constitucional. De la autonomía constitucional deriva la autonomía operacional, por ejemplo, combatir guerrilla, colectivos. Casi a diario reportan actuaciones de este tipo de organizaciones armadas en vía pública, por ejemplo. En nuestro caso, la cohabitación imposibilita imponer la ley, es la que permite actuaciones arbitrarias y diezma la capacidad de actuación de la FAN en el mantenimiento del orden público bajo la sombrilla de la aplicación imparcial de la Ley, igual para todos”, aseveró el general Gonzalo García Ordóñez.
El alto oficial destacó que, desde los tiempos del expresidente Chávez, se desmanteló la institucionalidad y el mérito dentro de la Fuerza Armada. Aseguró que, de esa manera, se corrompió la moral interna.
“La imposición del Socialismo del siglo XXI, que en verdad es el castrismo con todos sus vicios, desmanteló la Fuerza Armada constitucional para dar paso a mandos comprometidos con un proceso ideológico. La Asamblea Nacional Constituyente, el Consejo Nacional Electoral (CNE), y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) son poderes ilegítimos surgidos de la violación de la Constitución para preservar la llamada revolución. Ese es el pecado capital de los Altos Mandos, de todos quienes se han desempeñado como Ministros de la Defensa en estos 20 años, cohabitar con la violación a la Constitución y leyes de la República. La FAN perdió su autonomía constitucional”, enfatizó Gonzalo García Ordóñez.
Izquierdistas y revolucionarias
En un trabajo presentado por el investigador José Rocabado Sánchez, docente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), se registra que la Fuerzas Armadas Bolivianas se auto identifican de izquierda y revolucionarias y propusieron establecer una la“Doctrina de Patriotas”. Esta última se basa en la lucha política e ideológica contra el capitalismo, el imperialismo y el colonialismo.
Los militares bolivianos han participado el campo del desarrollo social y en actividades como campañas de atención médica, construcción de infraestructura; campañas de alfabetización o a la protección de la riqueza natural del país. Además, intervinieron en las transferencias monetarias directas a sectores sociales vulnerables y bonos sociales.
“En el ámbito del desarrollo económico, el foco fue la creación de Empresas Públicas Estatales. El problema más sensible fue la rentabilidad de los emprendimientos empresariales, tanto militares como civiles. El Presidente Morales estableció que las empresas públicas y las nuevas empresas públicas deben estar a cargo de las Fuerzas Armadas, subrayó, en su momento, el académico boliviano.
Lo que dijo la FAN
La Fuerza Armada Nacional (FAN) rechazó, “enérgicamente”, lo que calificó como un golpe de Estado en Bolivia. “Hacemos un llamado a detener la violencia fascista, la persecución a personas, medios de comunicación y el asedio a sedes diplomáticas. La fuerza pública debe proteger al Pueblo”, afirmó el ministro de la Defensa, general en Jefe (Ej.) Vladimir Padrino López.
La FANB rechaza enérgicamente el #GolpeDeEstadoEnBolivia contra el presidente legítimo @evoespueblo. Hacemos un llamado a detener la violencia fascista, la persecución a personas, medios de comunicación y el asedio a sedes diplomáticas. La fuerza pública debe proteger al Pueblo. https://t.co/looWrIOt34
— Vladimir Padrino L. (@vladimirpadrino) November 11, 2019
El oficial refirió que “todavía está fresca en nuestra memoria aquella salvaje represión contra el pueblo y la persecución indiscriminada a funcionarios del estado venezolano aquel 11 de abril de 2002. La barbarie fascista en Bolivia debe cesar”.
El gobernante Nicolás Maduro se reunió, el lunes 11 de noviembre, con el Estado Mayor Superior y los jefes de las Regiones Estratégicas de Defensa Integral (REDI) y de las Zonas Operativas de Defensa Integral (ZODI). De acuerdo con la información difundida por prensa de la FAN, el objetivo de la cita, en Fuerte Tiuna, “para ratificar el concepto Estratégico Operacional y fortalecer el poder defensivo nacional”.