Funerarias irían a quiebre técnico si las obligan a bajar precios de sus servicios
Javier Montoya, presidente de Asoproinfu, llamó al gobierno de Maduro a atender las necesidades de los funerarios. Asegura que pese a la inflación y la falta de insumos, el sector se esfuerza por prestar un servicio digno y al alcance de todos
El negocio funerario no escapa de la escasez de insumos y la vorágine inflacionaria. El presidente de la Asociación Profesional de la Industria Funeraria (Asoproinfu), Javier Montoya, denunció que al menos 20% de la funerarias en el país se paralizaron tras las medidas económicas anunciadas por Nicolás Maduro, como consecuencia lógica de la alta inflación y la falta de insumos.
En sus palabras, la escasez de ataúdes han afectado al 70% de las funerarias del país. Al mismo tiempo, informó que los servicios funerarios en Zulia actualmente son precarios debido a las fallas eléctricas que persisten en la entidad. En este sentido, argumentó que las averías en la electricidad perturban significativamente la preparación de los cuerpos. A esto se le suma, los inconvenientes a la hora de hacer los pagos.
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El representante gremial dijo a TalCual que el sector se esfuerza para tratar de mantener los costos de los servicios. En este sentido, señaló que las funerarias ofrecen diversas alternativas para abaratar costos.
Precios en el cielo
Según Montoya, un servicio funerario puede oscilar entre los 6 mil y 7 mil bolívares soberanos en el caso de cremación, y entre 8.000 y 15.000 soberanos si se trata de velatorios y entierros convencionales.
Explicó que los altos costos han bajado la demanda de servicios funerarios: 60% de los servicios que se contratan son para cremaciones, mientras que hace tres años este solo era asumido por 10% de las personas.
El vocero instó al gobierno venezolano a atender las necesidades del sector «debido a que estamos haciendo lo humanamente posible por prestar un servicio digno y a bajo costo”.
No obstante, puntualizó que la fábrica de urnas de madera “ha subido una barbaridad”, mientas que la confección de urnas de acero pulido ha mermado fuertemente, ello debido a que la Siderúrgica del Orinoco no está distribuyendo las láminas necesarias para la fabricación, lo que ha obligado a buscar en mercados alternos.
En este mismo orden, destacó que “si una urna te la venden en Bs.S 1.200, los márgenes de ganancia se acercan al 25%”, tal y como lo establece la ley. Por este motivo, considera que “obligar a los funerarios a poner los precios a pérdida sería un caos para no decir un quiebre técnico”. “Estamos urgidos del dialogo con el gobierno porque los precios van a ser inalcanzables”.
Apuntó que un tambor de 200 litros de formol tiene un costo de 6 mil bolívares soberanos, “y un cuerpo bien preparado consume entre 2 y 3 litros”.
Con respecto a la legalidad de los precios de los servicios funerarios, el presidente de Asoproinfu destacó que la asociación ha invitado a los empresarios del sector a tener a la mano su estructura de costos con la finalidad de demostrar a los inspectores que las funerarias aplican los márgenes establecidos por la ley. Al mismo tiempo, resaltó que “se ha invitado a los colegas a que cumplan todos los parámetros”.
Sobreviviendo
Por su parte, la presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), María Carolina Uzcátegui, aseveró que el pueblo venezolano no tiene cómo cubrir los costos de los servicios funerarios.
Precisó que el sector se está manejando con proveedores de urnas artesanales, a propósito de la difícil situación por la que a su juicio pasan los fabricantes de los ataúdes.
Al señalar que el gobierno de Maduro no aporta soluciones a los problemas que afrontan el sector y la ciudadanía, resaltó que el gremio funerario “está sobreviviendo», pues «no hacemos nada poniendo precios que la gente no puede pagar”, reconociendo que actualmente los costos están “por encima de lo que cualquier venezolano común puede costear”.