Gobernanza en las plataformas digitales, por Lidis Méndez
Las plataformas digitales se han convertido en un escenario vital para la comunicación y la interacción social en Venezuela y en todo el mundo. Sin embargo, esta transformación en la forma en que nos comunicamos también ha planteado desafíos significativos en términos de desinformación, discurso de odio y teorías de conspiración.
La Unesco, la principal agencia de las Naciones Unidas para la promoción y protección de la libertad de expresión y el acceso a la información, ha elaborado recientemente las Directrices para la gobernanza de las plataformas digitales, orientadas para abordar estos desafíos y garantizar la libertad de expresión. Estas directrices se basan en un enfoque de múltiples partes, lo que significa que involucran a gobiernos, plataformas digitales, sociedad civil, medios de comunicación, académicos y otros actores.
La situación en Venezuela es particularmente relevante en este contexto, ya que el acceso a la información y la libertad de expresión han sido objeto de debate y preocupación en la última década. En 2023, se espera que el 60% de la población mundial utilice las redes sociales como un medio para expresarse y mantenerse informada. Esto destaca la importancia de abordar estos temas de manera efectiva para garantizar que los venezolanos tengamos acceso a información precisa y que podamos expresar nuestras opiniones libremente.
En el contexto venezolano, el trabajo de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) en materia de regulación de las plataformas digitales ha sido objeto de controversia y preocupación. Si bien es esencial que las autoridades regulen estas plataformas para garantizar el cumplimiento de las leyes y la protección de los derechos de los ciudadanos, existen serias inquietudes sobre la falta de transparencia y el uso de regulaciones para restringir la libertad de expresión y el acceso a la información en línea.
Las directrices de la Unesco ofrecen un marco para abordar estas preocupaciones y promover una regulación basada en estándares internacionales de derechos humanos que respete la diversidad de voces y perspectivas a nivel mundial.
Es fundamental que el trabajo de Conatel se ajuste a estos principios para garantizar un ambiente en línea donde la libertad de expresión y el acceso a la información estén debidamente protegidos.
La Unesco establece una serie de responsabilidades para los Estados, las plataformas digitales y otros actores relevantes, las cuales incluyen garantizar el acceso universal a Internet, promover la igualdad de género en línea, proteger a periodistas y defensores de derechos humanos, fomentar la alfabetización mediática e informacional, y colaborar a nivel internacional para compartir buenas prácticas y conocimientos.
*Lea también: Habilidades blandas para ser más “duros”, por David Somoza Mosquera
Es importante destacar que estas directrices se basan en los principios de derechos humanos, y los Estados tienen la responsabilidad de respetar y proteger estos derechos en línea; lo que implica garantizar que las restricciones a la libertad de expresión se ajusten a estándares internacionales y no se utilicen de manera indebida para censurar la información o limitar la expresión.
La gobernanza de las plataformas digitales es un desafío global que requiere la colaboración de todos los actores involucrados. En Venezuela, como en otros lugares, es esencial que las partes interesadas trabajen juntas para garantizar que Internet sea un espacio de libertad y expresión, al tiempo que se abordan los problemas de desinformación y los discursos de odio.
Los Estados deben promover el acceso universal y significativo a Internet y garantizar la neutralidad en la red. Esto significa que todas las personas en Venezuela deben tener la capacidad de acceder a la información en línea sin restricciones injustificadas. Además, los Estados deben tomar medidas para cerrar la brecha digital y garantizar que grupos en situación de vulnerabilidad y marginación tengan igualdad de acceso a la información en línea.
Para garantizar la libertad de expresión y el acceso a la información, los Estados también deben promover medios de comunicación libres, independientes y plurales. La diversidad de voces en los medios es esencial para una sociedad informada y participativa.
Asimismo, se debe garantizar una sólida protección a periodistas, defensores de derechos humanos y denunciantes, y considerar la implementación de mecanismos transparentes de autorregulación de los medios para proteger los estándares profesionales.
Además, los Estados deben garantizar que cualquier restricción impuesta a las plataformas se ajuste a estándares internacionales y se realice de manera consistente con los principios de legalidad, fin legítimo, necesidad y proporcionalidad.
Venezuela debe esforzarse para alcanzar el estándar planteado en las directrices de la Unesco, y ampliar la participación independiente de las autoridades reguladoras con el fin de construir un nuevo sistema de revisión externa para garantizar la objetividad y evitar las interferencias políticas o económicas que repercuten negativamente en la construcción de un tejido social más crítico y saludable.
Hacemos un llamado para conocer, debatir e implementar estas directrices en virtud de preservar la libertad de expresión en línea. Esto no solo fortalecerá la democracia, el diálogo y el debate, sino que también contribuirá a abordar los desafíos contemporáneos y a construir un futuro basado en la información objetiva y verdadera.
En última instancia, estas directrices nos recuerdan que la libertad de expresión es un derecho fundamental que debe ser protegido en la era digital, y la colaboración entre todas las partes interesadas es esencial para lograrlo.
Lidis Méndez es politóloga. Secretaria de Organización en Unidad Visión Venezuela.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo.