Gran reserva, ¿con qué se toma?, por Teodoro Petkoff
Este asunto de la Reserva y de la Guardia Territorial se las trae. Hay un viraje de 180 grados en la concepción de Reserva. Hasta ahora, la Reserva estaba constituida por batallones adscritos a cada componente de la Fuerza Armada. En otras palabras, Ejército, Marina, Aviación y Guardia Nacional tenían, cada uno, sus batallones de reserva. Cosa, por demás, perfectamente comprensible y lógica. Se partía del supuesto de que la reserva de cada fuerza estaba integrada por efectivos provenientes de cada una de ellas, formados en esa especialidad. El Ejército tenía sus reservistas, igual la Marina, la Aviación y la Guardia Nacional.
Esto ha cambiado radicalmente. Ahora hay una Reserva única, que, en la práctica, constituye una Fuerza Armada paralela a la convencional. Más aún, de acuerdo con los planes expuestos, la Reserva será bastante mayor que el total de efectivos de las cuatro fuerzas juntas. Por tanto, el rol de “reserva”, es decir de lo que etimológica y militarmente significa el término, ha desaparecido. La Reserva ha devenido un quinto componente de la FAN. De hecho, como tal “reserva” ha desaparecido. Tan evidente es esto que en el nuevo organigrama de la FAN, se contemplan tres líneas de mando: la del Ministerio de la Defensa, que se ocupa de la administración de las cuatro fuerzas tradicionales; la del Comando Estratégico Operacional (CEO), que diseña los planes de acción; y, finalmente, la de la Reserva y Guardia Territorial. Las tres líneas de mando confluyen en el Presidente de la República, quien ahora, de acuerdo con la reforma de la Ley Orgánica de la FAN, es Comandante en Jefe de ésta, ya no sólo en tanto que primer mandatario sino en tanto que militar activo.
Anteriormente, la reserva de cada fuerza formaba parte de ésta; dependía de los mandos de cada una de ellas. Ahora no. Ahora la Reserva es independiente de cada fuerza y del conjunto de ellas y está sometida al mando directo del Presidente, a través del comandante de la Reserva, quien ostenta un mando equivalente y paralelo al del ministro de la Defensa y al del comandante del CEO.
¿Cuál es el propósito de crear esta fuerza armada paralela? Formalmente se la presenta como expresión superior del “pueblo en armas”, columna vertebral de la supuesta “guerra de todo el pueblo” contra las tropas invasoras del imperio del Norte —partiendo del supuesto, y así ha sido dicho, de que la FAN convencional será destruida rápidamente por la “planta insolente del extranjero invasor”. Pero mientras éste llega, ¿qué hace la Reserva? Pues actúa como cuerpo de vigilancia de las instituciones y empresas del Estado. Complementa en este rol a la Guardia Nacional. ¿O la sustituye? Es, pues, una fuerza de choque contra un “enemigo interno” —concepto éste derivado de la doctrina de seguridad nacional de los tiempos de la Guerra Fría. ¿Quién es ese “enemigo” ? En principio, los adversarios, los opositores al gobierno, pero también trabajadores en huelga o sectores populares reclamones. No se descarta, sin embargo, la hipótesis de un “enemigo interno” que pudiera estar uniformado también.