Grupo de Trabajo de la ONU pide libertad inmediata de Emirlendris Benítez
Mientras estuvo detenida en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), Emirlendris Benítez fue víctima de tortura y tratos crueles que, hasta la fecha, no han sido investigados o sancionados
El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias, uno de los mecanismos especiales de Naciones Unidas, solicitó la libertad inmediata de la presa política Emirlendris Benítez, acusada de estar presuntamente vinculada al intento de magnicidio contra Nicolás Maduro.
El Grupo de Trabajo considera que la detención de Benítez, hecha el 5 de agosto de 2018, fue arbitraria. La comerciante se encontraba haciendo una carrera, pasó por una alcabala donde le pidieron sus papeles, los entregó y, acto seguido, fue detenida sin que le explicaran los motivos.
Por ello consideran que el remedio para la situación de Benítez sería ponerla «inmediatemente en libertad y concederle el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación, de acuerdo al derecho internacional».
El Grupo de Trabajo estima que el remedio adecuado es poner a Emirlendris Benítez en libertad de inmediato. pic.twitter.com/6KfzTyoOHU
— Gonzalo Himiob S. (@HimiobSantome) February 1, 2022
Emirlendris Benítez forma parte de los 91 presos políticos, identificados por el Foro Penal Venezolano, que permanecen detenidos bajo la figura de prisión preventiva por más de tres años.
La reforma del Código Orgánico Procesal Penal, en su artículo 231, establece un máximo total de tres años para que las personas puedan estar en prisión preventiva. Al transcurrir este tiempo, las personas deben ser liberadas y juzgadas en libertad.
Marianny Leal, hermana de la detenida, ha dicho que «está pagando algo que ella no hizo. Es una persona sencilla, humilde, buena madre, amiga e hija. Las muchachas que están presas con ella dicen que es muy humanitaria».
Mientras estuvo detenida en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), Emirlendris Benítez fue víctima de tortura y tratos crueles que, hasta la fecha, no han sido investigados o sancionados.
Según relatan sus familiares, fue golpeada por funcionarios, vapuleada contra objetos contundentes como paredes y asfixiada con bolsas plásticas. Esto le hizo abortar al bebé que estaba gestando en ese momento. Además, contribuyó a un encapsulamiento en mama de una de sus prótesis y la migración de biopolímeros desde sus glúteos hasta sus piernas y columna vertebral.
Benítez actualmente se encuentra recluida en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), ubicado en Los Teques. Su hermana tambhién ha reclamado asistencia médica para ella, debido a que no puede caminar, pues cada vez que afinca los pies «es un dolor insoportable que no aguanta. No saben qué problema tiene porque no la ha visto un especialista. Se queja de muchos dolores de espalda».