Guaidó sigue libre, por Naky Soto
Twitter: @Naky
El viernes 11 de enero, Juan Guaidó dijo en un cabildo abierto que asumiría la “encargaduría de la Presidencia” lo que abrió el compás para algunas amenazas del chavismo que incluyeron desde la afirmación de haber cometido un delito flagrante por el que debía ser detenido inmediatamente, hasta la advertencia de una celda lista para su presidio. Por alguna razón, el usurpador Nicolás Maduro decidió minimizar todo y calificó el suceso como un “golpe tuitero” y un “show mediático”. La mañana del domingo, dos días después, Guaidó fue detenido por un grupo de funcionarios del Sebin en la autopista Caracas-La Guaira cuando se dirigía a otro cabildo abierto en el estado Vargas. La detención arbitraria de Guaidó se convirtió de inmediato en una noticia ampliamente reseñada en redes sociales venezolanas y medios internacionales. Poco después fue liberado y siguió su camino al evento.
La tesis oficial: show mediático
La primera aclaratoria sobre la detención de Juan Guaidó debió provenir del ministro de Interior y Justicia o del Director del Sebin, pero fue realizada por el ministro de comunicación, Jorge Rodríguez, quien la calificó como un “falso positivo”, asegurando que se enteró de la detención por redes. Rodríguez insinuó que hubo correspondencia entre los funcionarios indisciplinados del Sebin y periodistas internacionales que estaban en la sede del Sebin en Plaza Venezuela.
Más tarde, el gobierno emitió un comunicado sobre la detención, endosando toda responsabilidad del abuso arbitrario a “un grupo de cuatro funcionarios adscritos al Sebin (que) actuaron de forma irregular y unilateral contra el diputado”. Se supone que los funcionarios están siendo investigados luego de haber sido suspendidos de sus cargos y es el comisario Hildemaro José Rodríguez Múcura el señalado como responsable de la acción. Rodríguez Múcura está siendo investigado “por nexos conspirativos con la extrema derecha de Venezuela”, pero es ahora cuando el Ministerio Público abre una investigación en su contra.
La explicación de Guaidó
Pasada la una de la tarde, Juan Guaidó llegó al cabildo abierto en Caraballeda, afirmando que el juego cambió y que el pueblo está en la calle, asegurando que la Asamblea Nacional va a defender los derechos del pueblo y que a los funcionarios que lo detuvieron les habló de reconciliación y de la Ley de Amnistía para militares que discutirán el martes en el Parlamento.
Guaidó aseguró que la protesta del 23 de enero “va a ser un grito que se escuche en toda Venezuela (…) el pueblo quiere unión para superar la pobreza, para construir una paz verdadera, para que no pase lo que ocurrió ayer en el Hospital Clínico Universitario”, añadiendo que hay una gran cantidad de funcionarios que quieren salir de esta tragedia.
Los apoyos internacionales
De manera expedita, gobiernos como el de Argentina, Colombia, Costa Rica, Chile y Perú condenaron y denunciaron la arbitrariedad cometida contra el Presidente de la Asamblea Nacional, afirmando que atenta contra las libertades civiles y políticas de los venezolanos y que ratifica la necesidad de restablecer el orden democrático y el respeto de los derechos humanos en Venezuela.
El Grupo de Lima hizo lo propio, así como el gobierno norteamericano con las declaraciones de su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton y de su secretario de Estado, Mike Pompeo. Este último afirmó que “EE UU y el mundo están vigilantes”, pero además señaló como responsable de la acción a Manuel Cristopher Figuera. Es importante reseñar que salvo el secretario general de la OEA, Luis Almagro, Salvo Almagro, todos los comunicados que condenaron la detención de Juan Guaidó se refieren a él solo como presidente del Parlamento.
La tragedia del hospital y la otra detención
El ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, fue capaz una vez más de explicar la falla registrada en el Hospital Clínico Universitario de Caracas (HCU) con un supuesto “sabotaje” contra sus instalaciones. El caso es que varias personas (aún la cifra es imprecisa) fallecieron como consecuencia de la suspensión del servicio, a pesar de esto, Motta privilegió él “ataque” sobre la tragedia del HCU y aseguró que fue propiciado desde el extranjero “para crear el caos”.
No explicó por qué no no había plantas eléctricas operativas. Mientras trataban de investigar sobre este caso, las periodistas Beatriz Adrián de Caracol y Osmary Hernández de CNNE fueron detenidas y maltratadas también por el Sebin, pero en Plaza Venezuela. Sus vehículos fueron requisados y les despojaron de sus pertenencias. Beatriz Adrián pudo reportar en tiempo real esta detención porque estaba reportando al aire para Colombia y probablemente esto influyó en su liberación.
Los “logros” del sábado
El sábado, el canciller Jorge Arreaza dedicó importantes esfuerzos a presentar como un logro que la mayoría de los países del Grupo de Lima rectificaron su postura sobre el punto del comunicado referido a la controversia territorial entre Venezuela y Guyana, sin aclarar que esta rectificación no altera la declaración de la ilegitimidad del gobierno de Nicolás. Arreaza le otorgó 48 horas más a Paraguay y Canadá para que se sumen a la rectificación. Más tarde, Nicolás sostuvo en Miraflores una reunión con representantes de la ONU, la Unicef, la FAO, del PNUD, la Organización Mundial para la Salud y de la Organización Internacional para las Migraciones para asegurar que Venezuela ha asumido todos los objetivos, políticas y acciones acordadas por la ONU en la Agenda 2030, en plena hiperinflación y con una crisis humanitaria compleja. Quizás sólo quería que alguien lo tratara como presidente.
La enjabonada de Peter
Según Nicolás, el año pasado le pidió al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, que le ayudara a concertar el diálogo por la paz, “para que cese la diatriba, el conflicto inútil, estéril e innecesario”. El coordinador residente del Sistema de las Naciones Unidas, Peter Grohmann, le recordó a Nicolás que Venezuela está en una coyuntura complicada y demanda datos para planificar y monitorear el proceso y así poder evaluar cómo la ayuda que ha entrado puede llegar de manera más eficiente a la gente, enfatizando que la posibilidad de recibir otras ayudas está ligada a la articulación con diferentes sectores de la sociedad civil.
Grohmann también le recordó la importancia de la invitación a la Alta Comisionada de DDHH y la apertura a la misión de la Organización Internacional del Trabajo. Nicolás quiso payasear con el plan vuelta a la patria, con la ayuda de la ONU para superar la corrupción y hasta se atrevió a lamentar que “el mundo haya permitido que surgiera un Hitler, un Mussolini, un Francisco Franco”. Como único logro, mencionó el arribo de 2 mil “médicos” cubanos para Barrio Adentro.
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Fue un fin de semana de importantes expresiones de apoyo de la comunidad internacional a la Asamblea Nacional, lo que demanda acciones colectivas de los diputados. Sin apoyos internacionales, Nicolás trata de construir un velo de legitimidad sobre su vulnerable gobierno de facto. Nunca antes el chavismo emprendió acciones ni investigaciones contra los funcionarios del Sebin que por años han detenido arbitrariamente a líderes opositores, tuiteros y ciudadanos opositores, por lo que la única irregularidad de este caso es la pronta liberación de Juan Guaidó. Sobran tesis en las redes, elijan la suya.