H 2 ¡Oh!, por Marisa Iturriza
Aquí, mi amor, nunca falta de que ocuparnos. Te levantas pensando qué se les habrá ocurrido a los mandamases para entretenernos aparte de obsequiar descalificaciones, temor a despidos y desempleo, cierre de empresas, inseguridad, delincuencia, carestía, emigración, etc., y, a pesar de la cuarentena «Quédate en casa” impuesta por el “coronavirus” sumada a la falta de gasolina para transporte en el país con la mas-alta-reserva-de-petróleo-del-mundo, llama poderosamente la atención ver tanta gente en la calle cargando agua debido a escasez en el país que cuenta con una de las mayores reservas del vital líquido en el planeta tierra (como expresan quienes saben de planetas y de superlativos, eufemismos y clichés) utilizada por administraciones anteriores que construyeron represas y acueductos para que saliera por las tuberías y no regándose por el pavimento.
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No hay que desesperarse si no Carpe Diem o sea aprovecha porque mañana puede ser peor, que te lo diga quien ahorita tiene internet y la luz no se ha ido como en el apagón de ayer que solo duró unas cinco horas, mas bajoncitos habituales y uno cortico en la noche, y no hay que hacerle caso a quienes critican que en el proceso no ven el sufrimiento cotidiano y no lo remedian con los recursos fabulosos que le entraron porque no-tienen-corazón, pero es al revés, evitan verlo porque si tienen uno de un material durísimo e impenetrable porque si naciste sin corazón en el pecho/ tú no tienes la culpa de ser así.
Algunos alarmistas pensaron que las cisternas que se importaron para no reparar represas ni acueductos vendrían con agua incorporada, pero no. Se llenan aquí, todavía no se importa eso para consumo de la ciudadanía común conforme con que no solo le salga aire por la tubería.
Dígame si inventan administrar el mar, habría que importar sal igual que importamos gasolina tras tener algunas de las mayores refinerías del planeta tierra, je je je.
Por lo demás, aún puedes respirar sin mayores inconvenientes si no tienes problemas respiratorios porque –gracias a la cuarentena y a la falta de gasolina automovilística– el aire está menos contaminado y todavía no pueden quitártelo, como si se puede con la electricidad y con el agua, aunque no sea Evian ni Perrier ni de Escocia para el whisky neoligárquíco, si no esa de donde dicen salió la celulita que nos originó a todos, la ansiada, escasa y necesitada H 2 0… ¡Oh!