Habitantes del Táchira temen «cierre técnico» de la frontera colombo venezolana
Habitantes de la frontera colombo venezolana aseguraron que los últimos anuncios hechos por funcionarios del gobierno nacional, lejos de menguar la crisis que se vive en la zona, buscan amedrentar a la población y escrutar vías para cerrar el paso a la llegada de la ayuda humanitaria el 23 de febrero
Autor: Rosalinda Hernández | @roshernandez
Tras conocerse la orden del jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral Los Andes (ZODI Los Andes) General José Noroño Torres, de que hoteles deben dar información de sus huéspedes durante febrero para conocer quiénes podrían estar inmersos en acciones de calle en respaldo al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, así como en las actividades previstas para el 22 y 23 de febrero, TalCual hizo un recorrido por algunos hoteles de la zona fronteriza para corroborar la situación.
Edwin Rojas, administrador de uno de estos establecimientos en San Antonio del Táchira, expresó que las datas o registro de huéspedes son entregadas todos los días.
“No es ninguna novedad porque desde que abrimos el establecimiento en el año 2014, diariamente se está enviando el registro hotelero de los huéspedes (nombre y apellido, cedula de identidad, edad, lugar de procedencia y estado civil) al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, al Saime y a la Guardia Nacional”, precisó.
Por su parte Ana Becerra, asistente de un hotel ubicado en las cercanías de la avenida Venezuela de la población fronteriza, confirmó la versión ofrecida por Rojas.
“Eso es normal. Aquí todos los días enviamos con un mensajero la data de todas las personas que están alojadas en el hotel. Desde que abrimos hace ocho meses a diario esa información se lleva al Saime, a la Guardia Nacional y al Cicpc. Es un requisito que se debe cumplir para el funcionamiento y se envía a través de un sistema en el que estamos interconectados y de manera impresa”, comentó.
El administrador de un hospedaje ubicado en las cercanías del Centro Cívico de la población fronteriza, quien pidió resguardar su identidad, validó la información suministrada por sus homólogos y agregó que en San Antonio, donde ha sido común que en los últimos años la capacidad hotelera se supere, las reservas han sido canceladas por los huéspedes y se han ido de la zona. ¿El motivo? La gente tienen temor de lo que pueda suceder en los próximos días, además que previenen un cierre de frontera”.
Puntos de Control
En el recorrido que conduce desde San Cristóbal a la frontera, se enumeraron cinco puntos de control instalados por la Guardia Nacional (GN) y Ejército, en el que realizan exhaustivas requisas. Los vehículos tipo camionetas o rústicos son sometidos a controles de mayor rigor.
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) se encuentra apostada a la salida de San Cristóbal desde donde ejecuta un riguroso control a quienes transitan por la vía, mientras que el patrullaje motorizado de la GN se ha hecho recurrente en la poblaciones fronterizas y la presencia de uniformados en la aduana principal de San Antonio ha sido reforzada.
La población de San Antonio se encuentra desolada. Se observaron locales comerciales cerrados su mayoría y las estaciones de servicio no tienen combustible.
“Llama mucho la atención la soledad en la que se encuentra el pueblo en las últimas horas luego de los anuncios de un concierto del oficialismo, paralelo al que ya se había anunciado con antelación. Aquí estamos en completa incertidumbre y el incremento en los controles de seguridad, es evidente. El gran número de militares que han traído al destacamento de frontera, igual al número de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, son personajes que lo que hacen es amedrentar al pueblo con alcabalas por donde quiera”, precisó Juan Duarte, habitante de San Antonio.
Algunos habitantes de San Antonio cuestionaron la realización del concierto anunciado por el ministro Jorge Rodríguez para el 22 y 23 de febrero sobre el puente internacional Simón Bolívar, teniendo en cuenta que la estructura vial se encuentra en franco deterioro.
“Las instalaciones del puente internacional están defectuosas, es un verdadero problema instalar una tarima allí y llenar el espacio de mucha gente porque puede colapsar. El deterioro del puente es una realidad que venimos denunciando los habitantes de frontera desde hace unos 10 años”, dijo Luis Moncada, quien vive en la localidad.
Otra de las preocupaciones latentes en la población es “un cierre técnico” de frontera que se justificaría al instalar las tarimas sobre el paso binacional.
“Cierran el paso con la tarima e instalan mayores controles solo para evitar el paso de la gente que quiere apoyar la llegada de la ayuda humanitaria y ser facilitadores en el proceso”, indicó Daniel Camacho, otro vecino de la zona.
Puentes abarrotados
En las últimas horas, el tránsito por la frontera colombo venezolana a través del puente Simón Bolívar se ha incrementado considerablemente.
Cientos de personas recorren la arteria binacional cargadas bien sea de maletas (sentido Venezuela a Colombia) o grandes cargamentos de comida (sentido Colombia a Venezuela), acción que ha llegado a colapsar por momentos el paso en la zona que desde el cierre y posterior apertura en agosto de 2016, se ha hace solo de manera peatonal.
En el sector La Parada, contiguo al puente internacional y lugar comercial donde acude buena parte de los venezolanos a hacer compras de comestibles el colapso es evidente. Al punto de hacerse grandes colas que complican el acceso a la zona.
De regreso a Venezuela, grandes cargas de alimentos son llevadas en hombros y en carretas hasta San Antonio, para prevenir un eventual colapso de los puentes internacionales los días 22 y 23 de febrero, fechas en las que se realizará el Concierto por Venezuela y posteriormente la llegada (de acuerdo a lo anunciado) de la ayuda humanitaria al país.
“Hay que comprar comida y guardar. En San Antonio los colectivos han visitado los barrios y nos han dicho que no salgamos de nuestras casas el día 23, a las seis de la tarde ya la gente se resguarda en sus casas, no salen más previniendo algún conato de violencia”, señaló José Barrientos, vecino de frontera que regresaba de comprar alimentos en Colombia, previniendo un eventual cierre fronterizo.
Los anuncios de llevar unas 20.000 cajas CLAP a Colombia y repartirlas durante la fecha fijada para la entrada de la ayuda humanitaria fue criticada por los pobladores fronterizos, que aseguraron a TalCual que deben dejarlas en la frontera venezolana, lugar a donde nunca llegan.
“Por qué van a llevar las cajas CLAP a Cúcuta y no las dejan en San Antonio, cuando aquí la necesidad es tres veces mayor que en Colombia, lugar a donde tenemos que ir precisamente los habitantes de frontera a comprar la comida que a San Antonio no llega. En mi casa nunca hemos recibido una caja de alimentos de esos”, precisó Nubia Alarcón.