Hablan los números, por Teodoro Petkoff
Ya no cabe duda: el santo se le volteó a Chacumbele. La última encuesta del IVAD (Seijas) confirma la tendencia que se viene observando a lo largo del último año y que otras encuestadoras también registran. Chacumbele va palo abajo.
Pero, ojo, no es que está cayendo como una bombona de gas desde un quinto piso, sino que va rodandito. Desde 2007, poco a poco; a lo largo de 2009 y de lo que va de 2010, más aceleradamente. Lo decimos para prevenir sobre el triunfalismo. Cuarenta por ciento de intención de voto y el control del aparato del estado, más la bola de plata que tiene, constituyen una fuerza temible.
Veamos algunas cifras, en números redondos. Sobre la responsabilidad en la crisis eléctrica, 40% señala espontáneamente al gobierno y al presidente. Un poco más del 60% le asigna mayor responsabilidad de la crisis a «falta de planificación, mantenimiento e inversión del gobierno en este sector». Poco más del 66% considera que son «poco o nada acertadas» las medidas que viene tomando el gobierno para hacer frente a la crisis. Demoledores estos juicios.
La democracia se encuentra «amenazada» según 60% y un poco más del 75% está en desacuerdo con la implantación de un sistema marxista (comunista). Esto incluye, obviamente, a una parte considerable de personas que se identifican con el gobierno, aunque 33% todavía cree que el «socialismo del Siglo XXI no tiene nada que ver con el comunismo, y lo prefiere, ante un poco más de 50%, que se decanta por la «Democracia Social».
Sobre las medidas económicas, la opinión es catastrófica para el gobierno. Un poco menos del 60% cree que con ellas la situación económica «empeorará» y apenas 33% cree que «mejorará». Más de 66% piensa que la devaluación «desfavorecerá» la situación económica.
Más de 66% cree que la propiedad privada está «amenazada» por las expropiaciones que adelanta el gobierno; el mismo porcentaje (66%) prefiere la propiedad privada sobre la social y/o comunal. Casi 100% considera «muy importante» el respeto a la propiedad privada. Un poco más de 60% cree que entre los chavobanqueros y funcionarios del gobierno hubo contubernio y un porcentaje semejante cree que el presidente y su gobierno sabían de los guisos.
Un poco más de 70% está en «desacuerdo» con la suspensión de relaciones comerciales y políticas con Colombia y más de 80% está en «desacuerdo» con que esas relaciones se rompan definitivamente.
Poco más de 50% cree que no hay peligro de que los gringos nos invadan. Pero más de 60% cree que Chacumbele nos está conduciendo a una confrontación o guerra con algún otro país.
En cuanto a las elecciones parlamentarias, 25% no se pronunció y del 75% que si lo hizo, un poco más de 50% piensa que los candidatos de la oposición «representarían mejor los intereses del país». La intención de voto se repartió en tres toletes casi iguales. Un tercio para la oposición, un tercio para el gobierno y un tercio para «independientes». Poco más de 40% considera que la próxima AN debe ser «equilibrada»; un poco más de 25%, que debe haber «mayoría opositora» y un poco más de 20% que la mayoría debe ser «chavista». Más de 75% cree que los anuncios de Chacumbele sobre posible violencia si la oposición gana las elecciones parlamentarias son pura coba.
Sobre la percepción de la oposición, hay un importante cambio cualitativo. La labor de esta es «aprobada» por 50% y el mismo porcentaje cree que si «tiene un proyecto para gobernar», así como un poco menos de 60% cree que «puede conformar un buen equipo para gobernar». El trabajo de la Mesa Democrática es aprobado por 60%. O sea, la oposición comienza a ser vista como alternativa. Por lo cual no extraña que más de 80% considere necesario el «diálogo entre gobierno y oposición». Tomen nota ambas partes.
Los famosos ítems «popularidad», «confianza» e «intención de voto», que tanto se prestan para confundir y para manipular rangelianamente, arrojan lo siguiente: poco más de 50% «aprueba» el desempeño de Chacumbele, pero también poco más de 50% le tiene «poca o ninguna confianza» y si fuere candidato hoy, la población no lo favorecería, ya que casi 75% piensa que Chacumbele no debe pasar de 2012.
En cuanto a los «bloques situacionales» (categoría creada por IVAD, que apunta a la situación real en el momento electoral), 50% se coloca en el bloque «no chavista», 35% en el «chavista» y 12% en el «no identificado».
Finalmente, la «imagen de personalidades», presenta en sus extremos, con imagen muy positiva, a Henrique Capriles Radonski y a Leopoldo López, y con imagen muy negativa, a Diosdado Cabello y a José Vicente Rangel, cosa que no debe extrañar, puesto que ambos han puesto mucho empeño en hacerse detestar.
A la luz de estos números, la responsabilidad de la oposición para cuajar una opción unitaria es inmensa. El país espera que le hagan honor. De lo contrario, mejor será que callen para siempre.