Hacia dónde crecer en las próximas décadas, por Omar Ávila
Twitter e Instagram: @OmarAvilaVzla
Todos los venezolanos hemos comprendido lo compleja y frágil que es nuestra economía y para sobrevivir nos ha tocado mejorar nuestra cultura financiera. Este modesto artículo es un pequeño aporte que puede contribuir a un mejor entendimiento en lo que respecta a la recuperación de la economía tanto individual como colectiva.
Existe un parámetro económico llamado Índice de Complejidad Económica (ICE), medida que indica lo diversificada y/o sofisticada que es la economía de un país, basada en las exportaciones: un ICE más alto indica que un país tiene una economía más diversificada y compleja.
En el caso de Venezuela el ICE ha ido disminuyendo en los últimos años. En 2019, Venezuela tenía una puntuación de ICE de -1,18% ubicándola en el puesto 135 de 137 países. Esto indica que Venezuela tiene una economía relativamente simple y poco diversificada, con una fuerte dependencia de pocas exportaciones clave.
La economía venezolana depende en gran medida de la industria petrolera, que representa la mayor parte de las exportaciones del país. Otras exportaciones importantes productos ferrosos, minerales (incluido el oro), crustáceos y más recientemente alcoholes.
El declive del ICE de Venezuela puede atribuirse principalmente a la inestabilidad política, las expropiaciones como estrategia de Estado, la corrupción, la mala gestión económica y la falta de trasparencia gubernamental. Estos factores han contribuido a la disminución de la inversión, la escasez de mano de obra cualificada y la falta de innovación y desarrollo tecnológico.
En general, la baja puntuación del ICE de Venezuela pone de relieve la necesidad de que el país diversifique su economía y reduzca su dependencia de la industria petrolera, lo cual implica importantes reformas e inversiones en ámbitos como la educación, las infraestructuras y la innovación.
Entre los planteamientos que hemos venido presentando desde Unidad Visión Venezuela a la opinión pública, nos comprometimos a presentar algunas propuestas como posibles vías de crecimiento; no son invento nuestro, son recomendaciones tomadas del análisis de la Data del Atlas de Complejidad Económica, las cuales humildemente asumimos la tarea de explorar y difundir con el único propósito de refrescar el enrarecido y oscuro clima económico que tenemos en Venezuela.
En la gráfica se observa la situación actual del país, demostrando la urgencia de invertir en el desarrollo de otras industrias como la agricultura, la manufactura y la tecnología. Aclaramos que la inversión a la cual se refieren en la data, no es la meramente extractiva, sino es aquella que agrega valor mediante el procesamiento, refinamiento y creación de productos derivados.
Sin embargo, nos llama la atención la escasa información y proyección que hay respecto al reglón de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación). A partir de este punto realizamos nuestra primera observación: la población venezolana necesita alfabetizarse digitalmente, es fundamental brindar oportunidades para capacitarse de forma productiva en el uso de las TIC. La iniciativa privada es un factor clave, los programas de formación para niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, aparte de ser una necesidad, es a nuestro juicio, un buen nicho de mercado. Es de vital importancia adaptarse a las nuevas tecnologías y aprovecharlas de la manera adecuada.
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Reconocemos que mucho se ha hablado sobre el tema, pero la precariedad económica para acceder a bienes y servicios competitivos en esta área, exige un esfuerzo determinado y sostenido a mediano y largo plazo tanto en el interés de la población como en el desarrollo de políticas públicas. Emplazamos al país entero a formarse para promover en la innovación y el emprendimiento tecnológico en este sector.
No desconocemos las limitaciones, brechas y sesgos que prevalecen en el país, pero estamos convencidos que la innovación y la tecnología son de esos sectores que mejor se desarrollan en tiempos de incertidumbre.
En los artículos siguientes continuaremos explorando otras áreas de crecimiento y desarrollo.
Omar Ávila es secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela.
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