¿Hasta cuándo la violencia?, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
Cuando el país católico y profundo veneraba al salvador del mundo en su pasión y muerte, los demonios parecen haberse desatado. Recopilamos varios casos trágicos de esos que forman un nudo en la garganta. Mujeres y niños, las principales víctimas. Es la cara de un país donde, como hemos dicho antes, no puede seguirse abonando el terreno de la violencia, no podemos hacerlo suelo fértil de femicidios y asesinatos.
De los casos que leímos con detenimiento los que más nos duelen son el de Ángela Causil, la niña de 11 años de edad, encontrada muerta en su casa en el barrio Corralito, en Barinas. Un adolescente de 15 años de edad, vecino de la víctima, se responsabilizó por este hecho.
Nos erizó también la piel, conocer el femicidio de Zaida Lascarro en Valencia, estado Carabobo, donde otro adolescente privado por la ira se abalanzó sobre ella y le propinó la herida mortal acabando con su vida.
Se trata de muchachos contra muchachos, niños de la edad de mi hijo. Lo que me hace pensar inmediatamente en el dolor incalculable de estos padres cuyos corazones hoy están cerrados por el duelo.
Todos debemos estar alerta en qué andan nuestros hijos. Estas catástrofes que desgarran a familias enteras pueden evitarse si todos somos corresponsables de la formación de nuestros jóvenes desde el hogar.
Más que figura pública, hoy escribo como madre. Hay cientos de formas, desde la confianza, respeto y la tolerancia, de monitorear los pasos de nuestros hijos. No se trata de coartar su independencia o privacidad, pero sí de ser responsables con la generación de relevo que estamos entregando al país.
“Los hijos no se pierden en la calle, se pierden en la casa” ¿Por qué reflexiono sobre esto? Porque la mayoría de las veces estos comportamientos anómalos obedecen a padres ausentes o patrones de violencia en el hogar. Todo esto contribuye a desarraigo de los niños en el hogar.
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También vimos otros casos dantescos como el de la pareja de Anzoátegui que -de acuerdo a las investigaciones- abusó sexualmente, maltrató y mató a golpes a su hijo de 1 año y 11 meses. O, aún peor, la mujer del #Zulia que -presuntamente- permitió que tres hombres abusaran sexualmente de su hija de 11 años. ¿Acaso no tienen corazón en el pecho para causarle tanto daño a esas criaturas que salieron de sus entrañas?
Confiamos en la buena voluntad y absoluta disposición de los cuerpos de seguridad del Estado para esclarecer las responsabilidades de todos estos crímenes y, más importante aún, que se castigue severamente a los inhumanos que los propiciaron.
Mientras seamos un país sin justicia, poco podremos avanzar en materia de violencia doméstica. No podemos seguir permitiendo que nuestras mujeres sigan siendo víctimas de los peores maltratos o que nuestros niños terminen muertos por padres que no valoran lo que Dios y la naturaleza le han regalado.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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