Hay que aprovechar el momento, por Xabier Coscojuela
El golpe contra la Asamblea Nacional protagonizado por Maduro y su combo, con el acompañamiento de algunos diputados elegidos en partidos de oposición, fue ejecutado de manera tan chapucera, fue una mamarrachada de tal magnitud, que tuvo dos efectos inmediatos y contrarios a los objetivos de los autócratas: darle un reimpulso a la figura del diputado Juan Guaidó y recomponer buena parte de la unidad opositora. La retoma el dia martes, de la sede de la Asamblea Nacional, le dio mayor fuerza a estos dos aspectos.
Este nuevo aire que se respira en el campo democrático debe ser aprovechado inmediatamente. No es momento para el triunfalismo. No se debe repetir enero de 2019. Hay que actuar pisando firme en tierra. La recomposición de la unidad debe ser profundizada y ampliada lo más posible. Esa unidad debe dotarse de una dirección colectiva que elabore las políticas a seguir.
En el horizonte no muy lejano hay unas elecciones parlamentarias frente a las cuales hay que fijar una posición lo más pronto posible.
Antes de llegar a esas elecciones se van a producir algunos cambios. Unos en la composición del Consejo Nacional Electoral, otros en la Ley del Sufragio que van a tener que ver con la forma como se distribuyen los diputados.
Uno de los objetivos del golpe parlamentario del pasado domingo es estimular la abstención. Maduro y su cogollo van a utilizar todas las vías posibles para reducir una potencial votación opositora. Saben que en unas elecciones medianamente competitivas el voto de los venezolanos los volvería polvo cósmico.
Por lo tanto hay varias tareas por cumplir. Pelear por lograr un Consejo Nacional Electoral imparcial, luchar por unas condiciones electorales equilibradas y organizarse para participar en las elecciones.
Que se participe o no, será una decisión que se puede tomar según sean las condiciones logradas, pero hasta con muy malas condiciones creo que es oportuno y conveniente participar. No hacerlo es lo que quiere Maduro y sus secuaces. No hacerlo impediría reeditar episodios como los del martes 7 de enero. No hacerlo es entregar, sin pelear, la Asamblea Nacional.