Henry Ramos Allup, el eterno parlamentario #Perfil
Henry Ramos Allup es un político de larga trayectoria. Nacido el 17 de octubre de 1943, adeco de cuna, partido político del cual llegaría a ser secretario general. Congresista y parlamentario de vieja data, es una figura que recibe críticas tanto de las filas del gobierno y de la oposición. Para el chavismo es fiel representante de los gobiernos de la «cuarta República»; y es uno de los más críticos de las «agendas propias» dentro de la oposición.
A pesar de haber ocupado distintos cargos públicos durante su juventud, de ser diputado y secretario general de uno de los partidos más antiguos e importantes en la historia de Venezuela -fundado en 1941, cinco presidentes electos mediante votaciones universales, directas y secreta-; y uno de las organizaciones más atacadas por el chavismo desde que llegó al gobierno en 1998, Ramos Allup no se rinde a su condición de político veterano.
Desde 1992 hasta las elecciones parlamentarias de 2015, el único período que Ramos Allup no representó ningún curul dentro de la Asamblea Nacional fue en el que inició en 2005, luego de que la oposición en conjunto decidiera retirarse de los comicios ese día por considerar que el CNE no garantizaba imparcialidad. En 2010, luego de cinco años de ausencia, regresa como candidato al Parlamento Latinoamericano y en 2012, además de ser una de las voces más antiguas y de mayor cargo en su organización, también se convirtió en vicepresidente de la Internacional Socialista, agrupación que reúne a partidos políticos socialdemócratas e izquierdistas de todo el mundo.
Está casado con Diana D’Agostino, presidenta de la Fundación Hatillana de Atención a la Infancia y la Familia (Fundhainfa) y candidata en 2013 para ser alcaldesa del municipio El Hatillo del estado Miranda. Su cuñado, Francisco D’Agostino, es directivo de la empresa eléctrica Derwick, compañía que en 2014 fue demandada por el ex embajador de Estados Unidos en Venezuela, Otto Reich, por presuntamente lograr contratos de alrededor de 1 un millardo de dólares para construir plantas eléctricas en Venezuela, a base de sobornos.
Controversias
En el 2000, Henry Ramos Allup es electo diputado a la recién conformada Asamblea Nacional. Desde ella se opone al gobierno de Hugo Chávez y en esa posición permanece luego de 15 años. En el 2002, forma parte de la entonces Coordinadora Democrática, agrupación política que reunía a sectores de la sociedad civil y de la política que se oponían al presidente Chávez. El 11 de abril de ese año la oposición y el chavismo convocaron a distintas concentraciones en varios sitios de Caracas. Luego de que ambas manifestaciones se mezclaran, el día terminó en enfrentamientos violentos con el saldo de 19 muertos y un golpe de Estado que sacó del poder a Hugo Chávez por 48 horas. A pesar de esto, Ramos Allup es insistente en que AD debe desvincularse del hecho. El decreto promulgado por Pedro Carmona Estanga, entonces nombrado Presidente interino de la República, “no había caído del cielo”, confiesa. «En la misma medida en que Chávez trate de identificarnos con el golpismo, porque eso lo beneficia a él y nos raya a nosotros nacional e internacionalmente. Nosotros debemos desmarcarnos absolutamente de eso, porque ni somos golpistas ni compartimos los procederes de los golpistas».
A finales de 2002 sectores de la oposición convocaron a un paro petrolero nacional como medida de presión contra el gobierno. El paro duró hasta febrero de 2003 y trajo como consecuencia el despido de miles de trabajadores de la empresa estatal Petróleos de Venezuela. Sin embargo, ese mismo año, mientras fungía como diputado a la Asamblea Nacional y miembro de la Coordinadora Democrática, Ramos participó en la recolección de firmas para realizar al año siguiente el referendo revocatorio contra el Ejecutivo.
Previo a esos comicios, Ramos estuvo inmerso en una polémica. Faltando pocos días para la realización del referendo revocatorio, el dirigente adeco fue capturado en cámara junto con el entonces rector del CNE Vicente Díaz y otras personas más, almorzando en algún restaurant de Caracas. Ante la cámara admitieron estar conversando sobre aspectos de la política venezolana así como las próximas elecciones. Luego de conocido el resultado, que daba por ganador a Hugo Chávez con 59,09% la oposición cantó fraude. En las horas siguientes luego de emitido el primer boletín, la Coordinadora Democrática prometió mostrar las pruebas del fraude “en su momento”. Para el secretario general de AD, el argumento principal estaba en la inconsistencias entre los firmantes estimados y votantes finales. “»Resulta insólito, casi desvergonzado, que los números sumados por la oposición según el CNE, sean inferiores a la cantidad de firmas que se recogieron para convocar el referendo», dijo Ramos Allup. Sin embargo, según nota de la Agencia Venezolana de Noticias, la oposición sólo había logrado recaudar 2.387.000 firmas válidas. En los días siguientes, el mismo Ramos Allup junto con los dirigentes Julio Borges, Antonio Ledezma, William Ojeda y otros dirigentes políticos, son firmantes de un recurso de nulidad interpuesto ante el CNE para impugnar las elecciones. La impugnación fue desestimada. Las evidencias allí presentadas no fueron suficientes y en 2013, nueve años después de aquel proceso, el entonces candidato a la alcaldía Mayor de Caracas y ex ministro de comunicación, Ernesto Villegas, anunció que todavía esperaban las pruebas de fraude anunciadas por el representante de Acción Democrática.
Ese mismo 2004, varios ciudadanos interpusieron un recurso de amparo constitucional contra el dirigente adeco por declaraciones que emitió en distintos medios de comunicación donde decía que, de presentarse en una concentración realizada en Caracas, “no irían de brazos cruzados a esa concentración, que de ser necesario irían armados y no esperarían a quienes les adversan ‘con flores precisamente’ (sic)”. No obstante, la demanda fue declarada inadmisible.
En el 2005 la oposición se retiró de las elecciones parlamentarias por considerar que el CNE no garantizaba imparcialidad en el proceso. Según Ramos Allup, sobraban las razones para no participar en el proceso electoral y se hacía “a conciencia de lo que significa la decisión en este momento de nuestra historia”. Según el politólogo Federico Welsch, la medida tuvo un costo muy elevado. “La decisión de no participar significó dejar al adversario político el campo abierto para monopolizar el poder. La participación fue baja y la oposición no pudo sacar ningún provecho”. Más tarde los mismos dirigentes de oposición admitieron el error de esa estrategia.
En 2008, con la creación de la Mesa de la Unidad Democrática, el secretario general de AD se convierte en representante de su partido ante la nueva alianza política opositora y, dos años más tarde, vuelve a ser candidato parlamentario. El 26 de septiembre de 2010, mientras la oposición recibía 52% de los votos, pero obtenía sólo 67 de los 141 curules de la Asamblea Nacional, Ramos Allup ganaba un asiento en el Parlamento Latinoamericano. Con respecto a esta nueva correlación de fuerzas comentó: «El gobierno es peligroso ahora y en estos tres meses, va a raspar la olla, y hacer un estado de cosas para que la próxima Asamblea tenga dificultades en ejercer», expresó.
En 2012 fue escogido como uno de los 30 vicepresidentes de la Internacional Socialista, agrupación internacional que reúne a partidos políticos de izquierda alrededor del mundo. En Venezuela, sólo Acción Democrática y el Movimeinto Al Socialismo, ambos miembros de la MUD, también forman parte de esta alianza internacional.
De polémico verbo
Desde el 2008, Ramos Allup es representante de Acción Democrática (AD) ante la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Desde que la oposición se unió en una sola mesa, sus diferencias internas acrecentaron. Poco a poco, la alianza de partidos opositores donde convergen cerca de una veintena de organizaciones con diferentes ideologías se ha convertido en una agrupación meramente electoral.
Las críticas a la organización giran ante este aspecto, pero Ramos Allup siempre ha sido uno de los defensores de este viejo esquema. Luego de las elecciones presidenciales de octubre de 2012, en las que el presidente Chávez resultó electo con 55% de apoyo popular contra el candidato de la Unidad, Henrique Capriles, muchas de estas críticas recrudecieron. En esa oportunidad, Ramos Allup las desestimó con una frase: “Hay personas que tienen como deporte favorito atacar a la Unidad”, y defendió el hecho de que, internamente, haya diferencias.
En febrero de 2014, el coordinador nacional de Voluntad Popular, Leopoldo López, junto a la dirigente María Corina Machado y el alcalde Mayor, Antonio Ledezma, lanzaron «La Salida», una iniciativa que buscaba la renuncia del presidente Nicolás Maduro a través de una serie de acciones de calle. Para Ramos Allup, no obstante, estas iniciativas son agendas propias, desligadas de la Mesa por lo que «afectan gravemente y comprometen a la unidad».
En ese contexto, se generaron en 18 ciudades del país una serie de protestas y enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas policiales del Estado que dejaron un saldo de más de 50 muertos, varios dirigentes opositores presos y la renuncia del entonces secretario general de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo.
En abril de 2014, se dio, por primera vez en 15 años un diálogo entre el gobierno y algunos dirigentes de oposición. Entre ellos estaba Ramos Allup. En esa oportunidad el dirigente adeco se excedió de los pocos minutos que tenía para hablar y terminó debatiendo por más de 22 minutos. En su intervención criticó algunas premisas del Gobierno Nacional: alegó que no existen golpes de Estados buenos y malos, que constitucionalmente no puede haber «unión cívico-militar» y que las palabras «“hegemonía» y «socialismo», constantes en el léxico chavista, es excluyente. Criticó, además, el carácter noticioso de la reunión: “Por fin estamos dando este debate. Por primera vez en 15 años, lo que en otro país es normal, rutinario, aquí se ha convertido en noticioso”.
A pesar de esto, al día siguiente la reunión seguía siendo noticia, los alcaldes Antonio Ledezma y David Smolansky, junto con la dirigente opositora María Corina Machado calificaron el diálogo realizado el día anterior como una “farsa”, e insistieron en que, para reunirse con el gobierno, debían primero liberar a los estudiantes y demás dirigentes opositores presos.
Para Ramos Allup, en cambio, no hay otro camino. «Si el 84% quiere diálogo por qué acusar a la MUD de entreguista(…) No tenemos otro camino que hablar directamente de los problemas frente al Gobierno(…) El único sustituto del diálogo es la matanza, terreno en el que nadie en su sano juicio quisiera incurrir».
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