Homenaje a Jorge Rodríguez, por Héctor Pérez Marcano
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En estos días finales de julio se están realizando una serie de actos en homenaje a Jorge Rodríguez quien fue vilmente asesinado por los cuerpos represivos del régimen que encabezaba Carlos Andrés Pérez como presidente. Me sumo a los homenajes a quien fue un gran luchador, desde la filas de la juventud de Acción Democrática, y que prefirió la muerte a la delación.
Espero que este gesto mío no sea mal interpretado y especulado erróneamente, pues es sencillamente un gesto que quiere reconocer al otro, a los adversarios, porque entiende que la crisis que destroza al país solo puede resolverse positivamente si se busca una solución incluyente de todos los actores y factores políticos, económicos y sociales que actúan en Venezuela.
Cuando Jorge Rodríguez vivía forjamos una amistad que no vacilo en calificar de hermandad, pues eran los días duros y difíciles en que la izquierda discutía el planteamiento de la pacificación que había formulado el gobierno del Dr. Rafael Caldera y en cada organización había un intenso debate. Se formaron tendencias que luego derivaron en organizaciones como fue el caso del MIR del cual surgieron tres organizaciones más.
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Una encabezada por Sáez Mérida y otros fundadores como Américo Martín. Jorge, inicialmente, pese a que era partidario de continuar la lucha armada, posteriormente fundó la Liga Socialista. No se conoce que Jorge jugara un papel fundamental en la pacificación del país. En efecto, el Ministro del Interior, Dr. Lorenzo Fernández, se comunicó con José Vicente Rangel y le informó del Plan de Pacificación del régimen. Dada su conocida vinculación con el movimiento armado. Rangel aceptó y buscó contacto con Jorge Rodríguez.
Jorge –que era mi contacto con la Dirección del MIR- me informó que el Gobierno tenía interés en reunirse con el MIR. Se concertó una reunión en la casa de un gran amigo mío, Hugo Briceño Salas. El régimen ofreció garantías para que yo bajara y retornara a la guerrilla.
Jorge me llevó a La Florida y me dejó en manos de JVR para que éste me llevara a la reunión. Los resultados ya se conocen. Jorge tenía a su cargo mi seguridad y era mi enlace con el Partido. Fue leal y gran amigo.
Me enteré de su muerte una maldita tarde en París. Regresaba yo de Trípoli de una reunión del Comité Ejecutivo del Comité Internacional para la Lucha contra todas las Formas de Discriminación Racial que presidía Kadafi. Una cuñada que me esperaba en Orly me abrazó y me susurró: «Asesinaron a Jorge Rodríguez».
Solo tuve unos segundos para recordar «Los Heraldos Negros» del poeta peruano César Vallejo: Hay golpes en la vida, tan duros. Yo no sé. Golpes como del odio de Dios. Yo no sé”
Héctor Pérez Marcano fue dirigente político y diputado del Congreso de la República.
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