Hora de solidaridad, por Teodoro Petkoff
Las lluvias están azotando con inclemencia a todo el país. Miles de personas, como siempre casi todas pertenecientes a los sectores más humildes y vulnerables, han sido afectadas; centenares de hogares han sido destruidos por deslizamientos y derrumbes y alrededor de dos decenas de compatriotas han fallecido, arrastrados por las aguas o tapiados por los derrumbes. Esta es la hora de la solidaridad, de dejar que fluya lo mejor de todos nosotros para auxiliar a aquellos de los nuestros que son víctimas de la desgracia. Nadie puede hacerse el desentendido. Tampoco es la hora para dejar que los demonios de la polarización política contaminen y perturben el esfuerzo común para atender la catástrofe. Esta no distingue entre partidarios y adversarios del gobierno.
Es inadmisible la actitud de algunos entes oficiales, al negarse a colaborar con sus homólogos dirigidos por sectores que no les son afines (Por cierto, que si hubiere casos en que la situación se diera al revés, los denunciaríamos con la misma fuerza e indignación). Que la Alcaldía de Libertador se niegue a unir sus esfuerzos con las otras cuatro de Caracas (Chacao, Baruta, El Hatillo y Petare) es incomprensible. Que los alcaldes de los municipios Plaza (Guarenas) y Zamora (Guatire) hayan rechazado la colaboración de la Gobernación de Miranda es francamente inaceptable. En ambos lugares, el pueblo, chavistas a la cabeza, se alzó, obligando a ambos burgomaestres a ceder en su estúpida actitud. En esos niveles hace rato que la polarización política se difuminó. Bien lo decía una señora de Guarenas, iracundamente: «Soy chavista, pero estoy conciente de que los funcionarios de la alcaldía le impiden al gobernador trabajar en Ochoa». «¡Fuera la alcaldía, que venga el gobernador!», gritó Fuenteovejuna, todos a una.
¿Son casos aislados, producto del sectarismo y la imbecilidad, que son asignaturas para las cuales no se estudia? Tal vez. Pero preocupa su reproducción en otros sitios y con otros actores. Un convoy de camiones que llevaba seis toneladas de víveres hacia Falcón, el estado más golpeado por la emergencia, fue detenido por una comisión de la FAN y la mercancía fue decomisada. Ojalá que, por lo menos, la hayan hecho llegar a sus destinatarios. Así no se puede. El gobierno ha anunciado la creación de un Comando Unificado para hacer frente a la emergencia. ¿Incluirán a gobernadores y alcaldes de la oposición en las regiones afectadas o se tratará de una nueva muestra de sectarismo, ineficiencia y, en el fondo, de cabezas huecas?