Ignorancia blindada, por Teodoro Petkoff
Cualquier desprevenido podría pensar que cuando Chacumbele y su cuerda de chiflados hablan de economía y espetan tonterías o disparates lo hacen a propósito, para manipular a una audiencia no muy enterada de esos asuntos. Sin embargo, sería un error pensar eso. La mayor parte de lo que dicen es producto de pura y simple ignorancia. Eso no se notaba mucho cuando el gobierno navegaba con viento a favor, durante los largos años de bonanza petrolera. En esas condiciones cualquiera puede meter la coba. Pero, precisamente en esos años, Chacumbele y su combo pisaban el primer escalón de su infinita ignorancia: ni siquiera imaginaban que ese ciclo pudiera tener fin y menos aún les pasaba por la sesera que su propio manejo de la economía era lo que le iba a poner término.
A finales de 2008, Chacumbele dijo que la economía venezolana estaba «blindada» y que no sería afectada por la crisis mundial. No se había percatado de que ya la economía venezolana venía en descenso desde el tercer trimestre del año 2008, antes de que cerrara sus puertas Lehman Brothers.
No sabía lo que estaba ocurriendo y por tanto no tomó medida alguna, pero lo que es peor, tampoco su ministro de economía Jorge Giordani se había dado cuenta. Confiaban, en su desconocimiento de la realidad económica, en que la recuperación de los precios del petróleo los sacaría de apuros.
Era tanta la ceguera que el 31 de marzo de 2009, seis meses después del colapso de Lehman Brothers, el Rey de la Pamplina Frita declaraba, letra por letra: «Gracias a las políticas que ha ejecutado el Gobierno, Venezuela se encuentra en una mejor posición ante la crisis capitalista global, pues el efecto de esta crisis se da en menor grado en nuestro país que en la mayoría de otras naciones». Ojo de Águila. Sin embargo, alguien podría decir que la gente de gobierno siempre está obligada a hablar con optimismo, así se les esté cayendo la casa encima. Este no es el caso. Aquí se trata de la más crasa ignorancia.
Sin embargo, el futuro ya nos había alcanzado y el gobierno había tenido que tomar unas medidas. La más importante fue cortar el gasto público, sobre todo en inversión. Exactamente lo contrario de lo que la teoría indica y lo contrario de lo que hicieron todos los demás países de América Latina, incluyendo los de la ALBA. No por casualidad todos saltaron el bache, mientras nosotros seguimos barranco abajo. Se dirá que el gobierno no tenía músculo financiero para apelar al gasto público y no podía sino cortarlo al caer los ingresos.
Es cierto y aquí está el detalle. El gobierno había gastado todo un platal en los años de vacas gordas y cuando llegaron las flacas no tenía con qué darles de comer. A la hora en que se necesitaban ahorros no los había. Chacumbele, ebrio como estaba con su gorda chequera petrolera, tampoco Giordani o Merentes habían previsto lo que cualquier manualito marxista les habría enseñado: que el capitalismo se mueve por ciclos y que hay que guardar para cuando la curva de la economía coge hacía abajo. Pura ignorancia.