Impunidad «socialista»
Para los gringos, el juicio en Miami tiene un propósito: demostrar que los encausados violaron leyes norteamericanas al actuar como agentes de un gobierno extranjero, sin haberse registrado para tal fin ante las autoridades de aquel país. Si demuestran eso y los condenan no será por corruptos (en Venezuela) o por traficantes de dólares (en Argentina) sino por haber violado las leyes norteamericanas.
Que sean corruptos no es su problema, pero, para demostrar que son agentes de un gobierno extranjero –para el caso, el de Chacumbele–, la Fiscalía tiene que demostrar la existencia de vínculos estrechos entre los enjuiciados y altos funcionarios del gobierno de Chacumbele. Y esos vínculos, como todos sabemos y se está viendo clarito, no son santos. De modo que si a los gringos este aspecto no les interesa, a nosotros los venezolanos sí nos interesa sobremanera lo que el juicio está evidenciando en materia de corrupción de altos vuelos.
Aquí la Fiscalía ha dictado orden de captura contra Antonini y también contra Kauffman y Maiónica y han sido congelados los bienes de Kauffman y Durán. Puro aguaje.
Sabe bien la Fiscalía que esos caballeros, por ahora, no vendrán a Venezuela. En cambio, inquiere este minicronista, ¿la Fiscalía no tiene nada que preguntarle al general Rangel Silva, a Rafael Ramírez, a Jorge Rodríguez, a Tarek El Aissami y a otros personajes que han salido a flote en los interrogatorios a los niños cantores de Miami? ¿No hay ya suficientes evidencias de que estos no eran sino «correos» de gente de muy arriba en el Gobierno, a quienes prestaban «servicios» como los de llevarle una platica a los panas de Argentina, a cambio de más influencia y acceso a los negocios sucios de Pdvsa? ¿No está ya claro que altos capos de la Cosa Nostra oficialista, seguramente por orden de El Padrino, trataron de que los socios de Antonini lo convencieran, a cambio de protección, de que no los echara al pajón? A nosotros no nos interesa si los niños cantores violaron las leyes norteamericanas, pero nos preocupa supremamente que hayan violado las nuestras y que a sus cómplices, que están aquí y no en Miami, la «justicia» venezolana les garantiza absoluta impunidad «socialista».
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