Militares en el PSUV, por Teodoro Petkoff

En su acostumbrada página dominical en Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel comentó lo que ya puede ser conocido como “el caso Müller Rojas”. Citaremos en extenso. “Tan claro como está en la Constitución, uno no entiende por qué algunos oficiales, activos y retirados, y ciertos políticos no parecen comprenderlo. El artículo 328 declara que la Fuerza Armada es ‘una institución esencialmente profesional, sin militancia política… ’, es decir, que sus miembros no pueden ser militantes de partidos políticos. ¡Supongo que nadie pensará en que sólo se prohíbe a la FAN inscribirse como un todo en un partido! Más adelante lo desarrolla: el art. 330 le concede a los militares el derecho al sufragio, ‘sin que les esté permitido optar a cargo de elección popular, ni participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político’ .
“No obstante ello, el general de división Alberto Müller Rojas, jefe del Estado Mayor presidencial, se inscribió como aspirante en el PSUV y cree que no se viola la vigente Constitución (…) ” Después de mencionar la reacción del diputado Francisco Ameliach, contraria a la postura de Müller Rojas, y las de algunos “otros oficiales retirados y políticos (que) estuvieron guabineando cuando se les preguntaba sobre tan peliagudo asunto”, Díaz Rangel añade: “Hubo quienes dijeron que en países desarrollados existen los sindicatos militares, sin ninguna relación con los partidos, y que había países donde los militares eran miembros de partidos. ¿Cuáles son estos países? Hasta donde me alcanzan mis lecturas, son China, Vietnam, Corea del Norte y Cuba. ¿Qué tienen en común?
Que en todos existe un solo partido”.
Continúa el director de Últimas Noticias: “Venezuela es distinto: un país pluripartidista, democrático, abierto a todas las corrientes ideológicas. Imagínense ustedes lo que significaría que en los cuatro componentes de la FA pueda haber militantes de los diversos partidos. Lógico, si se pueden inscribir en el PSUV también lo podrían hacer en Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, etc.”
A modo de conclusión, dice Díaz Rangel, aludiendo a quienes argumentaron que habría que esperar por la reforma constitucional: “Olvidan que nos estamos refiriendo a un caso previsto en la vigente Constitución de 1999 y que es a partir de sus disposiciones, ya comentadas, que se debe fijar posición”.
Total acuerdo expresamos con Díaz Rangel, quien coincide con Simón Boccanegra, que el 21 de marzo pasado hizo la misma observación en este diario. Sólo una precisión: Müller Rojas no es “jefe del Estado Mayor presidencial” sino jefe del Estado Mayor del Comandante en Jefe de la FAN, ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías. Y aquí está el punto. No es sólo Müller Rojas quien está colocado fuera de la Constitución sino el propio Jefe del Estado, quien a raíz de la reforma de la Ley Orgánica de la FAN (Lofan), recibió el grado militar de Comandante en Jefe, con lo cual volvió al servicio activo (por eso se uniforma de nuevo) y como tal, al inscribirse como “aspirante” al PSUV, partido cuya conformación planteó él mismo, siendo su mayor propagandista, queda colocado bajo la prohibición expresa que establece la Constitución a los militares activos para militar en partidos políticos. El razonamiento de Díaz Rangel es tan sólido y preciso sobre la materia, que no es necesario insistir en ello. Concluía éste su comentario preguntando “¿Cerrado el debate?”. Si viviéramos en un país cuyas instituciones no estuvieran sometidas a la voluntad de un autócrata, ahora es cuando el debate estaría comenzando. Pero, entre los llamados a hacerlo, ¿quién le pone el cascabel al gato?