El robo del siglo XXI, por Teodoro Petkoff
El domingo 26 de agosto todo el que se cala «Aló, Presidente» pudo ver a Hugo Chávez mostrando la página dominical de Díaz Rangel en Últimas Noticias, que hoy reproducimos en nuestra primera plana. Chávez leyó en alta voz el texto principal de la página del director de ÚN, titulado “En bloque o separadamente”. Pero, inmediatamente debajo de este artículo, la primera de las pequeñas notas o tips de DR decía lo siguiente: “Quince fueron los bancos emisores de las notas estructuradas valoradas en 8.000 millones de dólares del Estado venezolano, ordenados según la cantidad colocada: Barclays Bank PLC (más de 2.000), Lehman Brothers, Calyon, Welstb AG, AB Svensk Expotkredit SEK, HSBC Bank USA, Credit Suisse, Deutsche Bank AG FLR, Dresdner Bank AG, ING Bank NV, Morgan Stanley, Nomura Bank International, BNP Paribas y JP Morgan. Con varios de ellos hubo mediación de particulares en combinación con altos funcionarios y ganaron millones de dólares en operaciones donde el único y gran perdedor fue el Estado venezolano”.
Chacumbele no puede haber dejado de ver esta nota. Es imposible que no la haya leído, por tanto nos quedamos esperando alguna reacción de su parte, porque él seguramente le cree a Díaz Rangel, quien destapó en su momento el guiso del central azucarero de Sabaneta y ahora hace referencia a un robo tan grande que deja a los del central azucarero como unos robagallinas. Sin embargo, a lo largo de la semana siguiente Chacumbele no dijo ni pío sobre este guiso monumental. Es como si DR hubiera hablado de un robo en Uganda y no en la Venezuela donde gobierna Hugo Chávez. Entonces Díaz Rangel volvió a la carga el siguiente domingo, 2 de septiembre: “Por supuesto que los bancos extranjeros mencionados el domingo obtuvieron significativas ganancias negociando las notas estructuradas de Venezuela. Pero, como es de suponer, también se llenaron los mediadores. De los más importantes, ambos venezolanos, uno estuvo en capacidad de adquirir un modesto banco en Austria por 15 millones de dólares y obtener así doble nacionalidad. El otro conoció en Washington a la esposa de un multilateral, quien la conectó con un muy alto funcionario venezolano, y por esa vía logró vincularse a esas operaciones. Con ganancias a repartir, se supone”.
Sin embargo, Chacumbele, casi un mes después de estas gravísimas denuncias, sigue como si la vaina no fuera con él. Lo peor es que Chacumbele, quien obviamente lee a DR, tuvo forzosamente que haber leído las dos primeras notas que este había escrito anteriormente sobre el tema. La primera, el 12 de agosto: “Está lleno el mundo financiero de rumores y de interrogantes. ¿Qué ha pasado con las colocaciones e inversiones del Gobierno en el exterior? ¿Quiénes se ganaron en 2006 centenares de millones de dólares con esas transacciones que hicieron perder al Estado venezolano más de mil millones? ¿Cuales son los bancos europeos donde ocurrieron algunas de esas transacciones? ¿Quiénes son los funcionarios o ex funcionarios involucrados en esas operaciones? ¿Y quiénes los intermediarios del sector privado? ¿Qué organismo controla o deja de controlar estas operaciones?”
En la segunda nota, el 19 de agosto, dijo DR: “Algunas preguntas el domingo pasado tienen relación con estas. ¿Cuál es el origen de la campaña de un semanario contra el ministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas? ¿Acaso pretenden debilitar la gestión de quien ha golpeado la red que estuvo haciendo negocios multimillonarios con ciertas colocaciones del gobierno en el exterior? ¿No se dejaron ver la costura con sus propuestas de posibles candidatos a reemplazarlo, presuntamente involucrados en esas turbias negociaciones que tanto afectaron al Estado venezolano?”
Chacumbele no puede decir que no sabe nada de toda esta vagabundería. Díaz Rangel estuvo cuatro semanas seguidas llamando la atención sobre este tema. Por eso lo retomamos nosotros; para preguntarle a Hugo Chávez si va a continuar haciéndose el distraído con esta escandalosa marramucia financiera, que al decir de un importante banquero venezolano “constituye el mayor robo a los dineros públicos que se haya producido en toda nuestra historia”. ¿Para esto es para lo que Chávez quiere la reelección indefinida? ¿Para que continúen impunes estas gigantescas vagabunderías es para lo que Chacumbele quiere gobernarnos de por vida? ¿Para que la corrupción impune sea tan eterna como su mandato? El lunes próximo explicaremos cómo es el “negocito” de las notas estructuradas y, como no somos escaparate de nadie, nos ocuparemos de responder algunas de las preguntas que se hace DR.